24 mayo 2006

Las chicas de la tele

En los Globos de oro, los Emmy e incluso los Oscar hay un momento realmente emocionante. Es el momento de llorar como una magdalena porque se va a entregar el premio a la mejor actriz. Es el momento más esperado por todos excepto por Jaume Figeras y Ana García Siñeríz que solo esperan que cualquiera con apellido hispano gane algo, y es entonces cuando los uruguayos son españoles, los chilenos de Chamberí y el mundo se une para siempre.

Pero es en los premios de televisión, que se subdividen en drama y comedia, cuando nuestros sentimientos se multiplican. Porque para ganar en drama solo hay que afearse un poco y llorar bastante, pero ganar en comedia es más complicado, porque hay que hacer reír. Y yo lloro mucho cuando una actriz que me ha hecho reír gana un premio de televisión, porque pienso que le va a costar muchísimo volver a ganar otro.


Debra

No me imagino a Debra Messing (Will & Grace) recogiendo un Oscar (ya saben, a no ser que le cambien la nariz y tenga que hacer de carmelita). Ha estado nominada siempre a cualquier premio de televisión y se ha llevado menos de los que le tocaban. Su Grace Adler es de esos personajes que marcan la televisión. Desgarbada y perdedora. Torpe, patosa, atolondrada. Enamorada y siempre sola.

Will & Grace parte de un punto de partida eficaz. La tensión sexual entre los protas será constante porque él es homosexual. Y esto parece surrealista, porque a no ser que estemos en una peli de Kevin Smith, la gente no cambia de tendencia sexual y la historia de amor nunca podrá cuajar. Pero como estamos hablando de guionistas de verdad se marcan un embarazo de Grace para reconducir la serie hacia una historia de amor asexual que va a ser el leit motiv de las últimas temporadas.

La serie dejó la parrilla para siempre en estos días. Fueron 7 temporadas de éxito. Un éxito marcado por el enorme talento de los secundarios, (por desgracia en España doblados como el culo y peor traducidos), y por sus diálogos rápidos, ingeniosos y llenos de referencias a la cultura televisiva americana que aunque locales, nos resultan más cercanos que los que les escriben a los personajes en este país.


Lauren

Que la serie sea cursi no le resta méritos a Lauren Graham que hace de Lorelai Gilmore como solo ella podría. Una madre que ha tenido a su hija a los 16 no puede ser otra que una madre super guay. Y sí, se llevan bien. ¿Es un delito?. Pero a veces Rori tiene problemas con la colada y Lorelai no encuentra sitio donde comprar café molido. Son problemas tremendos si lo pensamos bien. (Yo si no tomo café por la mañana tengo unas migrañas horribles).

Pero cuando una ve un capítulo de las Chicas Gilmore, además de comprobar que está enganchada porque no es más que un culebrón, no puede evitar dejarse embobar por las más de 900 líneas de diálogos que hay en cada guión. Es la serie con más líneas de diálogo de la historia de la televisión. No le gana nadie. Y mira, es una manera como cualquier otra de desmarcarse.

Me encanta el sarcasmo en las líneas de Lorelai, sus neurosis de ciudad y sus antojos. Y sí, me hace reír. Y lo bueno de esto es que entre tanto mundo de yuppi, cuando pasa algo realmente grave y los personajes se ponen serios, a una se le acongoja el alma. Me gusta las chicas Gilmore, más ahora que hace dos temporadas (ha habido un par de temporadas realmente flojas que me hicieron pensar en tirar la toalla). Creo que los capítulos pierden con los abuelos que son un coñazo. Y creo que en los tête á tête madre hija es cuando logra los momentos clave.


Shelley

Hay chicas y chicas. Pero sólo hay una Diana. La musa de Cheers. La más repipi de todas. La intelectual que cambió su carrera de literatura para servir mesas con el más elemental de los seres humanos, Sam Malone.

Diana era lista y eso se contraponía con un montón de personajes de inteligencia difusa. Y es gracias a la brillantez de estos secundarios que su personaje se hacía imprescindible. Eran su complemento y ella los complementaba a todos.

Pero no hay Diana sin Shelley Long. Y aunque el nivel se mantuvo porque a los guionistas les sobraba el talento, cuando dejó la serie, Cheers se quedó vacía.




Jane

Otra eterna nominada y siempre a las puertas, Jane Kaczmarek, es algo así como un milagro. Lois, la madre de Malcolm in the middle, no era precisamente la madre de La tribu de los Brady. Ella no pillaba infraganti a los hijos fumando. Sus hijos la pillaban fumando a ella. Con el dinero justo, trabajando horas extras, lidiando con 4 hijos infernales, su baza era no dejar de reír.

Lois y Hal se amaban tanto que daba mucha grima. Eran los padres más desastrozos de la televisión. Y eso los hacía encantadores.

Nunca olvidaré el capítulo en el que Lois va a clases de baile, se imagina que lo hace de maravilla y solo al final del capítulo nos damos cuenta, a través de una cinta de vídeo, de que era una ilusión, que en realidad era una bailarina horrible.


Cynthia

Si tuviera que elegir una actriz de Sexo en Nueva York me quedo con Cynthia Nixon. Supongo que porque su personaje me hacía reír más que nadie, porque era la más ingeniosa, la más lista, la más sacástica. Y podía hablar de pedos en público y hasta tirárselos con elegancia. Era la que cuando lloraba te desarmaba. La que llenaba la pantalla de pelo rojo y ojos azules. Nunca 4 actrices se complementaron mejor, pero el alma de Sexo en Nueva York es y será siempre Miranda Hobbes.

5 comentarios:

SisterBoy dijo...

Nunca he podido disfrutar de Will and Grace porque ese doblaje con chistes españolizados me ha hecho siempre huir despavorido.

De Las chicas Gilmore sólo ví la primera temporada que fue la que pusieron por TVE en aquella añorada sesión doble (Gilmore Girls y Six Feet Under) que comentabamos todas las semanas en el grupo de teleadictos. Es de esas series que las ves cuando "te las ponen" y te resultan agradable pero que si las quitan nunca les sigues la pista, vamos un poco lo que me pasa ahora con Anatomia de Grey y al contrario que otras como Lost en las que te quedas tan enganchado que no hay más remedio que acudir a la pirateria.

A pesar de que nunca he seguido Sexo en Nueva York, Miranda siempre ha sido mi preferida y además la única que me atrae sexualmente. Ahora en la enesima reposición por Antena 3 estan pasando la temporada correspondiente a su embarazo y ella está genial.

Mer dijo...

La mejor temporada. Sigue viéndola y luego la comentamos.

Anónimo dijo...

Pues a mí "Las chicas Gilmore" sí me engancharon.La verdad es que no me parece nada culebrón,los capítulos se pueden ver independientemente y tiene un guión (cuando habla Lorelai) demasiado ingenioso para serlo.A mí tampoco me gustan nada los abuelos.
Mucho más culebrón es "Perdidos", que es más de dscubrir lo que pasa al final y los diálogos no tienen ninguna importancia.Además tiene una cosa como moralista muy americana que me gusta más bien poco.Eso sí,los actores están buenos.
"Malcolm" es buenísima.Adoro a la madre...y a los hijos.Ahí sí que se ahorran moralinas.
Y "Cheers" también estaba genial.

El Malvado Ming dijo...

Que de acuerdo estoy en lo de Jane Kacmarek, desde su aparición en el primer capítulo supe que no podría dejar de ver la serie.
Respecto a Shelley Long, es que es de las mejores, "La tropa de Beberly Hills" es un clasicazo.

¿Nadie tiene a Sun en su corazón? Ese huertito que a cultivado en la isla le ha dado un lugar en mi corazontv.

Anónimo dijo...

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