29 agosto 2006

supermodelos

Este domingo a pesar de tanto Bauer y tanto Emmy me acordé de grabar el nuevo reality de Cuatro, Supermodelo 2006, presentado por Judith Mascó. Ja, me iba a perder yo semejante experimento.

La verdad que mucha ilusión no tenía porque si los concursantes no cantan y no son unos paletos mucho donde mojar no queda. Pero claro, había un par de detalles en los que yo no había caído: son modelos, compiten por llegar a ser una top, o sea, compiten para ser multimillonarias y son mujeres ¡Es como vivir un Miss España en el backstage pero multiplicado por mil! ¡Estas chicas se van a sacar los ojos!

El programa al principio parecía flojo... la Mascó estaba encorsetadísima con un miedo escénico tremendo. Pero la cosa empezó bien, esta gente de Zeppelin sabe mover los hilos. Si las concursantes iban a ser 13, el programa empezó con más de 20. Se cargaron al resto con una crueldad elegantísima. Las hicieron entrar a todas en una habitación actristalada llena de nombres pintados. Si tu nombre no estaba en la pared a la puta calle. A mí estas cosas me gustan más a lo Bob Fosse, las nombras, les haces dar un paso al frente y cuando creen que son las elegidas les dices gracias por venir. Muajajajajaja. Perdonen es que soy una guionista de realitys frustrada.



Con las 13 definitivas empezó el espectáculo. Las profesoras se presentaron en plan Debbie Allen : aquí no se viene a jugar, se viene a sudar. Ni las chicas ni yo nos lo creíamos claro. ¿Qué les iban a hacer? ¿Las iban a obligar a desfilar sobre serpientes? -joder, qué buenas ideas que tengo- ¡No! ¡pero casi! Les pusieron unos tacones 3 números más grandes.

También las llevaron al zoo y las tiraron una a una en un estanque lleno de peces gigantescos. Muchas no se atrevían, lloraban, juraban que le tenían pavor al agua y aun sabiendo que se estaban jugando su futuro decían que no.

Otro día el fotógrafo les hizo fotos en pleno verano con trajes de invierno subidas encima de una cinta de correr. Las chicas tenían que poner cara de estar de fin de semana en Sierra nevada y también hubo llantos. El fotógrafo es un ser desalmado del que ya soy super fan. Les decía cosas como "no tengo nada, no haces nada, deja de reir así ¡pon cara de algo!".

Aunque no todo fueron pesadillas, las llevaron al Corte inglés que estaba cerrado y las dejaron en la planta joven para que escogieran en 10 minutos 2 conjuntos enteros. En la nota final iba a contar el buen gusto, la eficacia a la hora de combinarlo todo, y la practicidad de la ropa. No me digan que no les encanta. Pero estamos hablando de modelos así que también hubo llantos. A la que eligió dos vaqueros le cayó una bronca monumental.

Bueno, el profe de pasarela es italiano, qué borde es, también soy fan. Las galas son los miércoles, esperemos que la cosa siga con la misma mala leche, que ya me veo venir las críticas de las asociaciones toca pelotas aguando la fiesta.

28 agosto 2006

Emmy

Fue una noche larga pero aguanté hasta el final. Ayer, de 2 a 6 de la madrugada se entregaban los premios Emmy de televisión en Los Ángeles. Este año habían terminado un montón de series y la cosa prometía. Ya saben, eso de justicia poética, de darle a cada cual lo que se merece y había ansiado durante tantos años. Fue así en parte. Pero es imposible hacer justicia cuando el nivel es tan alto. Aquí los ganadores.

No soy una estudiosa de estos premios y tengo demasiada resaca de coca cola como para buscar en google así que seguramente meteré la pata... pero diría que fue el primer Emmy de Kiefer Sutherland por 24, que se llevó también el premio gordo a mejor serie dramática. Yo la sigo por Antena3 y todavía estoy esperando ese giro que me permita entregarme apasionadamente. Pero sé que vendrá, porque Jack Bauer lo vale.

En comedia hubo tristezas y alegrías a partes iguales. La mejor serie de comedia fue The office que no la he visto, pero desde ya puedo afirmar que es imposible que Steve Karell supere al original Ricky Gervais, que es el hombre más desternillante que ha dado la televisión desde Dick van Dyke.

Me alegré muchísimo por Jeremy Piven, ese secundario que durante el capítulo (de El séquito) estás deseando que aparezca. Supongo que el hecho de que su personaje sea un chiflado gritón ayuda. Pero vamos, es absolutamente genial. Me he alegrado tanto que ni siquiera he pensado que él era el causante de que perdieran Jack de Will & Grace y el padre de Malcolm, dos personajes que jamás tendrán una oportunidad porque ambas series terminaron para siempre.


Pero de Will & Grace ganó Megan Mullally, que creo que era su segundo Emmy. Eso nos puso muy contentos.

No sé si se acuerdan de mi teoría del 50% (que es la misma de Belén Rodríguez durante los grandes hermanos), cuando hay dos favoritos gana un tercero. Y eso pasó en varias categorías.

En actor de comedia había tantos favoritos que ganó el de siempre: Monk. Oye, que me parece estupendo, es un actor cojonudo, pero es un poco pesado el tema ¿no? Yo soy de las que opina que hay que premiar a los actores de sitcoms. Y Monk no lo es.

Esto pasó también con la actriz de comedia y miren que lo avisé. Estaban la Kaczmarek y la Messing, y ganó la histriónica de Julia Louis-Dreyfus. Eso sí, estoy deseando ver su serie.

Y por desgracia también pasó con actriz dramática. ¿Como pudieron Frances Conroy y Allison Janney perder ante ¡Mariska Hargitay de Ley y orden!?


Se me ha quedado el cuerpo con ganas de ver Elisabeth I, que se llevó todos los premios a miniserie posibles y la sitcom Mi nombre es Earl, cuyo piloto acaparó todos los artísticos (guion, dirección). Sale Jason Lee. Tiene una pinta estupenda.

No me gustan estos premios de televisión porque premian guiones determinados, la dirección de un capítulo... Si yo diera un premio de televisión lo haría a los guiones en general. A todos los guionistas, a todos los directores... claro que hay tantos. Qué desastre de propuesta. Olvídenla.

Bueno, vamos a lo importante... los cotilleos.

Esto... Los ángeles de Charly. Dios. Como hacían un homenaje a Aaron Spelling se juntaron los tres ángeles. Farrah Fawcett, Jacklyn Smith y Kate Jackson aparecieron mientras la platea entera intentaba cerrar la boca que se le había abierto del susto.

Kate jackson estaba bien, había envejecido como Dios manda, con su fealdad, su delgadez... pero con tanto maquillaje parecía un poco travesti. Farrah Fawcett estaba horrible, bueno, ya la habíamos visto unos años antes en aquellas fotos con cara de recién levantada y sin una gota de maquillaje. Aquella aparición levantó la polémica porque a nadie le gusta ver a una sex simbol en su momento de decadencia. Pero es que esta vez iba maquillada y peinada, y seguía estando horrible. Mientras que sus dos compañeras hablaban del homenajeado, Farrah se tocaba las manos y miraba de arriba a abajo a Jaklyn Smith segurmanete maldiciéndose por no haberle pedido el teléfono de su cirujano. Porque Jaklyn estaba arrolladora. Parecía que acababa de salir del plató de Los ángeles de Charly. Esa mujer invirtió todo su dinero en hilos de oro y en los mejores tratamientos de belleza de La mer, de Estee lauder y del mismísmo Belcebú.

Pobres las otras dos, qué desastre puede hacer un bisturí mezclado con un miedo atroz a la vejez.


No entiendo por qué la gente no sigue los pasos de Hellen Mirren que estaba deliciosa con un vestido blanco inmaculado y con todas las arrugas en su sitio.



El resto de mujeres nada destacable, La Longoria horrible, Evangeline Lilly estaba guapa... El bellezón fue Hethear Locklear que para eso es una estrella exclusivamente televisiva. Y Alexis Carrington estaba estupenda como siempre, claro... con esos novios tan jóvenes que se busca. Heidi Klum estaba para mojar pan, pero la cabrona es modelo y no cuenta.



Pero de todos el más llamativo, el más estrafalario fue... Barry Manilow ¡qué espanto por Dios! Su cara era como la de Doña Rogelia con implante de pómulos. Llevaba unas hombreras que ni yo a los 17. Pero qué feliz estaba con su Emmy.


Conclusiones:

1) No hay nadie más cómico en USA que Jon Stewart y su troupe.


2) Los actores tienen glamour pero los que están detrás de las cámaras ¡son de un hortera! En Hollywood sin un estilista estás perdido.

3) Es necesario abrir una web pidiendo que estos eventos se den con media hora de diferencia para que les de tiempo a poner subtítulos porque es insufrible escuchar a esos traductores infernales. Es imposible pillar el chiste sobre la marcha por más inglés que uno sepa. Y si se ponen a titubear intentando traducir ya no pillamos nada más.

26 agosto 2006

Hola susana

La diva ¿nace o se hace? Se hace. Siempre. Porque las divas crecen pobres, viven en familias conflictivas y sus traumas solo pueden ser superados por joyas y apartamentos.



Susana Giménez se hizo famosa gracias a un jabón. Tenía una nariz horrible pero cuerpo perfecto y mirada de loba. Además eso de la nariz solo era cuestión de años. Ahora su cara es totalmente diferente y su billetera también. Tiene 60 años, hace topless que salen en portadas y es una de las mujeres más ricas de Argentina.




Fue modelo y se hizo tan famosa que pasó a ser actriz. A los 17 años ya estaba casada y sus parejas posteriores siempre fueron más jóvenes (uno de ellos fue Ricardo Darín, que parece que es el hilo conductor de esta serie de entradas biográficas).


Pero de todos sus romances el más sonado fue el de Carlos Monzón, el famoso boxeador con el que vivió una tórrida historia de amor. Se conocieron en el rodaje de una película y se enamoraron, ella odiaba el boxeo y lo convenció para que abandonara. Sus fans estaban como locos porque el tío había sido incluso campeón mundial. Al año de abandonar el boxeo Susana y Monzón se separaron. Él se casó con otra y un buen día, esta chica apareció muerta (ya sé que me estoy yendo por las ramas, pero no me digan que no es interesante) y claro, lo condenaron a Monzón a varios años de cárcel. "Fue un accidente" decía él... qué casualidad, todos los boxeadores dicen lo mismo. La cosa es que el destino quiso que él también se mueriera porque varios años después estando en libertad condicional tuvo un accidente con el coche.




Bueno, volvamos a las cosas bonitas... Susana presentaba un programa de televisión llamado "Hola susana" que tenía mucho en común con el "Hola Raffaella". El programa era criticado por todo el mundo porque Susana siempre había sido una mujer de barrio y con un nivel cultural que hace que Homer parezca un erudito.

Bien, y aquí viene lo que yo les quería mostrar, que creo que es bastante gracioso.





24 agosto 2006

Señorita Andrea

Antes de querer ser Chica maravilla, Penélope glamour o Mujer biónica, antes de los payasos de la tele, incluso antes de hablar, yo quería ser Andrea del Boca.



Andrea del Boca tenía unos pocos años más que yo pero era una estrella. Estaba siempre en la tele. Tenía unos ojos verdes enormes, cara de muñeca, el pelo larguísimo y un padre superfamoso que la hacía protagonizar novelas desgarradoras en las que casi siempre se quedaba huerfanita. A veces directamente nacía huérfana pero 400 episodios después su madre aparecía y todos éramos felices.



Cuando Andrea empezó a crecer pasó de las novelas de internados a las novelas serias. Chacha, hijastra dejada de lado, chica de campo, ella siempre se enamoraba del más rico y el más rico se enamoraba de ella porque era como una fierecilla domada, era la más graciosa, la más pobre y la más guapa.




He encontrado la web de una fan que además de parecer medio psicópata y de tener muchas faltas de ortografía, resume estupendamente la trayectoria de Andrea en la tele. He aquí el ejemplo de la coincidencia de los guiones en algunas de sus novelas (ha hecho más de 40). Lean las sinopsis por Dios.

Señorita Andrea
Celeste
Andrea Celeste

Con el paso de los años y por culpa de su cuna artística, Andrea decidió cantar. Sacó algunos discos pero yo la oía a través de las canciones de las telenovelas. Entiendo que a su familia le pareciera bien pero el resto del mundo ¿cómo lo permitió? No sé, un abogado, una tía sensata, algún amigo de la familia, álguien que dijera "No, Andrea no, las novelas sí, pero esto no, de verdad".

Aquí abajo una prueba, el vídeo además trae sorpresa ¡qué grande Youtube! qué alegrías que nos das.

21 agosto 2006

Abróchense los cinturones

Esta noche vuelve Michael.




Más información sobre la vuelta al cole aquí.

18 agosto 2006

Six feet under (2001-2005)

Cuando una serie se acaba te entran mareos. No es lo mismo que terminar un libro o una peli. Una serie te ha llevado unos cuantos años. Termina y te sientes como el culo. Los personajes se van, te dejan. Sé que muchos no leerán esta entrada porque no han visto la serie, pero la escribo por dos cosas: para intentar convencerlos de que lo hagan (no hay spoilers) y porque no podría perdonarme no hacerle un homenaje.



A dos metros bajo tierra empezó hace 5 años con una propuesta arriesgada. Los protagonistas iban a vivir en una funeraria y por si eso fuera poco uno de ellos sería homosexual. David no era el primer gay que salía en una serie pero desde luego jamás había habido un personaje como David en la historia de la televisión. Promiscuo, borde, triste y acomplejado... nos conquistó enseguida, éramos fans.

La serie nos provocaba curiosidad. No era del todo drama, tampoco comedia, pero había mucho humor negro. Los muertos hablaban, los vivos parecían muertos y todos buscaban ser felices.

Todo empieza con la muerte de Nathaniel, el patriarca de los Fisher y dueño de la funeraria. La muerte del padre hace que Nate (Peter Krause), su hijo mayor, que lleva años sin ver a la familia, regrese a casa. Casualmente en la estación, Nate conoce a Brenda (Raquel Griffith), una mujer llena de misterios, divertida, hipnótica y complejísima.
Nate está cansado y triste, lo que menos le apetece es vivir en una funeraria. David (Michael C. Hall), su hermano, no lo entiende, está entregado a la empresa familiar. Claire (Lauren Ambrose) es la pequeña, una adolescente llena de problemas, sus dos hermanos le llevan bastantes años, así que Claire es como la hija única de una madre bastante mayor, Ruth (Frances Conroy).

Nate empieza a vivir en una casa llena de almas en pena que buscan su lugar en el mundo. Como Nate tampoco tiene claro nada, no se sabe dónde ni cómo ni por qué tienen que llegar estos personajes. Y esto es lo grande de esta serie, es maravillosamente imprevisible.



Ha habido cinco temporadas. Yo dividiría la serie en tres partes.

Introducción: Temporada 1 y 2.
Meollo: Temporada 3.
Desenlace: Temporada 4 y 5.

La introducción fue prácticamente una presentación de los personajes, no olvidemos que cada temporada tenía solamente unos 13 capítulos. Durante estos dos años, los muertos cobraban vida mientras eran embalsamados. Se sentaban y tenían agradables charlas con alguno de los hermanos. Se mezclaban las escenas "reales" con las "imaginarias" y así los muertos servían para contarnos algunos de los problemas de los vivos. Durante estos dos años el peso de la serie cayó en las espaldas de Brenda y Nate, sus constantes idas y venidas, la enfermiza relación de ella con Billy, su hermano y el continuo enfrentamiento de Nate consigo mismo, con su padre muerto y con la vida que no eligió.

Con la tercera temporada todo cambió. Aparecieron un montón de personajes nuevos que revivieron la historia (Y dios mío, qué actores... James Cromwell, Patricia Clarkson, Lili Taylor, Kathy Bates, Ben Foster y por si fuera poco la maravillosa Catherine O´Hara).



Los muertos prácticamente no hablaban. Nos importaban tanto los personajes principales que no íbamos a soportar ninguna interrupción, y los guionistas lo sabían. Apostaron por echar toda la carne al asador, al primer capítulo lo llamaron Círculos perfectos y así fueron los trece capítulos: Trece partes de un círculo perfecto. No sobró ni faltó nada.


Las dos últimas temporadas digamos que fueron el desenlace, el efecto del revulsivo creado en la tercera. Familias que se forman, otras que se deshacen, hijos, dolor, amor...

La principal baza de esta serie fueron los personajes. Locos, problemáticos, enfermos. Malos y buenos a la vez, todos, incluso los protagonistas. Antipáticos y generosos, acomplejados... Perdidos.

... Y no puedo decir nada más sin destriparla. No voy a contar nada del argumento. Si alguien la ha visto y quiere hablar del final lo hacemos en otro post avisando en letras rojas. Por cierto, si van a la web cuidado que puede haber spoilers, pero eso sí, si ven la serie -que lo harán- no se pierdan el apartado sobre Claire, hay un montón de piezas artísticas del personaje, una maravilla.



En fin, háganme caso. Es una de las pocas obras maestras de la historia de la televisión. Algunos pensarán que exagero, pero si no lo digo yo, que soy una chica HBO ¿Quién lo va a decir?

11 agosto 2006

No te mueras sin decirme a donde vas

Adoro las series que durante los primeros minutos de cada capítulo nos muestran personajes nuevos para matarlos y mantenerlos en off discretamente con la intención de que los verdaderos protas se luzcan haciendo lo de siempre.

Saben lo que les digo no? Me refiero al principio de House, de Medium, de A dos metros bajo tierra, esas escenas donde la gente muere o se enferma de manera loca y angustiante.

En House por ejemplo juegan con nosotros, se presenta la escena con varios personajes y cuando crees que el gordo que se está zampando el chuletón y tose sin parar se va a desplomar, se levanta su compañero delgadísimo y sanísimo de la mesa, se resbala con una cáscara de plátano y zas, carne de hospital.

¡Qué cachondos son!. Ha habido escenas con muchos personajes y cada uno más sospechoso que el otro. ¿recuerdan aquella escena de la Doctora Caddy haciendo footing? Todos pensamos que la pobre se iba a desmayar por culpa de algún trombo cojonero.

En Medium los muertos avisan a Allison de todo lo que va a pasar, pero claro, ella lo ve a través de los sueños. Así que imaginen una primera escena filtrada por el subconsciente con toda la ida de olla del mundo. Hay de todo, desde asesinos en serie despiadados, demonios con la cara de Fraiser crane o el mismísimo David Carradine haciendo de sí mismo.

En A dos metros bajo tierra siempre muere alguien. Y es tanto el talento de los guionistas, es tanto el trabajo y tanto el ingenio que no solo son capaces de crear situaciones nuevas, sorprendentes, desgarradoras o sórdidas que hacen que el corazón se te quede en un puño, sino que son capaces en 30 segundos de mostrarte un personaje maravilloso. El puto personaje se va a morir, no lo vas a volver a ver. Son solo 30 segundos. Es muy fuerte. Yo lo paso fatal.

¿Como pueden estos hijos de puta crear un personaje así? ¿un personaje para 30 segundos de televisión? Un personaje por el que mataríamos a este lado del mundo para que nos sirviera de prota de una serie de 600 capítulos. Y ellos van y lo matan a los 30 segundos. Qué manera de hacer televisión madre de Dios.

04 agosto 2006

Despiértenme en septiembre

Más series que he visto este verano:

Anatomía de Grey

Ya he contado en su momento que he intentado ver esta serie y que solo aguanté 3 capítulos porque no me hacía tilín. La serie está medianamente bien, es divertida, pero por ahora no me aporta nada. Es un batiburrillo de otras. De todos modos la guardaré como comodín porque tengo amigos que dicen que dos temporadas después es totalmente adictiva, y eso tengo que probarlo.



House

La primera temporada la veía poco a poco. Día que no se había bajado el capítulo de turno de Lost o de las Gilmore, me veía uno de House. Para ver uno por semana era cojonuda porque cada capítulo era un clon de otro. Pero durante la segunda mitad de la primera temporada llegó la fiesta, un jefe negro desgraciado puso un toque de color al asunto. De pronto había un malo, y lo más maravilloso de todo, de pronto Chase, Foreman y la doctora Cameron cobraron vida y empezaron a llevarse como el culo.


Yo me sentía fatal por alegrarme de que la presencia de un "malo" hiciera que me entregara a la serie, pero bueno, qué le vamos a hacer, es al ley de la tele y los guionistas lo saben. Estábamos tan tranquilos navegando con nuestro botecito por las tranquilas aguas del arroyo cuando nos meten en un kayak y nos tiran pendiente abajo, eso lo agradece cualquiera.

Lo mejor de la primera temporada ha sido el enfrentamiento Chase-House y la amenaza de que uno de los 3 doctores iba a ser despedido. En un puño se me puso el corazón.

El penúltimo capítulo fue el famoso de las Tres historias que nos enseñó al verdadero House y marcó el camino a seguir. Los personajes iban a hablar de sí mismos y la serie iba a dejar de ser repetitiva.

Llega la segunda temporada y con ella la ex. Muchos no la han visto entera así que no voy a destriparla hasta que no acabe en Cuatro (a quien se le ocurre cortar una temporada por la mitad el 20 de junio!).

En la segunda temporada muchas historias de pacientes están relacionadas con las de los médicos y en eso está su punto débil, o se hace sutilmente o se nota la intención y se va todo al garete. De todos modos los puntos fuertes son más y el cambio más importante es el personaje de Wilson (ese que yo tildaba de soseras, porque lo era joder) que deja de ser un muñeco y empieza a vivir. House sigue ganando, eso es verdad, pero no puede ser de otra manera, es un superhéroe. El último capítulo de la segunda para mí es el mejor de la serie y un prodigio de guión.


Las chicas Gilmore, sexta temporada

Esta temporada iba a ser la última, pero hicieron una séptima. Para mí fue, junto con la primera, la mejor temporada de la serie. Es que las dos anteriores habían sido muy flojitas, pero una que es fan, lo aguanta todo.



La 5º temporada había terminado con -detente aquí si no la has visto- madre e hija enemistadas, así que la 6º prometía y cumplió, las chicas cambiaron los papeles y la serie dio un giro radical. Capítulo a capítulo el estómago te daba un vuelco, qué manera de llorar. Creo que vi los 22 capítulos en una semana.

Esperemos que la séptima se mantenga a pesar de que la Palladino haya abandonado el barco.


A dos metros bajo tierra, tercera temporada

No entiendo por qué dejé pasar tanto tiempo para seguir con esta serie. Las dos anteriores las había visto hace años y eran estupendas. Pero esta tercera... bueno, es tan maravillosa que no tengo palabras.

Los protagonistas de la serie, como todos saben, son los Fisher, dueños de algo tan gris y desolador como una funeraria y eso vuelve gris a cualquiera, se mire como se mire.




Los personajes viven la muerte de manera natural, están con ella a diario, los muertos les hablan y les aconsejan, pero eso es solo el principio. La serie por encima de todo va sobre la búsqueda constante de la felicidad, en todos los aspectos. Una felicidad que parece mucho más difícil de encontrar en un sitio oscuro y gris como una funeraria, pero nada más lejos de la realidad, porque las historias que viven son universales. Y los personajes son tan raros, están tan locos y cometen tantos errores, que son absolutamente reales.

Toda la tercera temporada de A dos metros bajo tierra es una obra maestra. Sin duda es la mejor temporada de una serie que he visto en mi vida, y he visto muchas.

01 agosto 2006

Estoy de verano hasta el moño

Ya estamos en agosto! oficialmente a mitad de verano... y yo, como siempre veo el vaso medio lleno, puedo gritar que ¡el otoño está a la vuelta de la esquina!

En las últimas semanas he visto todo esto:

Supernatural

He visto solo dos capítulos y suficientes. Es de género fantástico. Los protas son dos adolescentes entrenados por su padre para luchar contra todo tipo de amenaza real o sobrenatural, tras ser testigos de niños de la muerte de su madre en manos de extrañas fuerzas demoníacas. El padre ha desaparecido y los chicos salen en su busca enfrentándose a un montón de aventuras.
La serie se acerca más a un Scooby Doo que a un Xfiles. Los protas llegan, sacan las armas y acaban con cualquier cosa. No tiene ningún interés. Eso sí, las niñas se lo pasarán pipa porque los chicos son una monada. Ha habido solo una temporada y tras el éxito, renovaron para una segunda.




Point pleasant

Esta también es fantástica. El diablo vive y es mujer. Llega a un pueblo llamado Point pleasant y lo usa como centro de operaciones para dominar el mundo. Bueno, en realidad no es así, la gracia está en que la diablesa no sabe que lo es y lucha constantemente contra su lado maldito.
Lo único bueno que se puede decir de esta serie es que son solamente 13 capítulos. Yo llegé al 7 y tiré la toalla.
Es una serie playera, los chicos van en bañador, las chicas son guapas, así que la cosa está entre un Twin peaks y mucho pero que mucho OC Y yo series de playa no aguanto. ¿no les parece que todas las chicas que salen en este tipo de series se parecen muchísimo a otras de otras series anteriores, o de pelis? Son clones!
Ah por cierto, me encanta ver en forma a Grant Show, no sé, siento una nostalgia especial por los protas de Melrose Place. Siempre me gusta verlos haciendo cositas y demostrando que también eran actores ¿no les pasa?



The shield

Había visto el piloto hace mucho tiempo, me había parecido impresionante, pero ya saben, las series de moda... la falta de tiempo.
Durante las últimas semanas he visto 4 capítulos más. Es una serie policíaca rompedora. No hay un "bueno" claro, ni un "malo". El prota es un hijo de puta encantador. Tengo un amigo que no puede con ella porque lo odia. Es genial que una serie te ponga a prueba como espectador, y de pronto no sepas qué pensar, con quien o contra quien estar. Si tengo que ponerle una pega es la manera en que está rodada, para mi gusto la cámara se mueve un montón. Van por la 5º temporada. Me han contado que es la hostia.




Scrubs

Me encanta como está doblada esta serie, por eso la veo por el plus. En Estados Unidos van por la 5º temporada y está nominada al Emmy a mejor comedia.
Tiene de todo, personajes divertidos, frases irónicas, homenajes, a veces se ponen a cantar y se montan una comedia musical entre escena y escena y, por si fuera poco, emociona.
En este tipo de series el tema está en la grandeza de los secundarios, y ya si encima el prota, un médico inocentón, típico antihéroe desgarbado, te tiene enamorada, pues ni te cuento. En fin, una sitcom de las grandes.




Él séquito

A ésta le he dedicado un post entero, pero aprovecho para seguir recomendándola, porque mola muchísimo. También es sitcom y es la del actor de Hollywood que vive con sus colegas de la infancia.
La verdad que la segunda temporada está siendo cojonuda, y te hace ver con otros ojos el mundo del cine, cosa que puede ser buena o mala. Desde luego para una mitómana como yo no es nada bueno. Prefiero pensar que los directores eligen a los actores tras largos castings y que las jóvenes estrellas no tienen ningún poder para elegir a su partennaire según tengan o no posibilidad de tirársela. Da grima eh?
Ah! si Jeremy Piven estaba bien en la primera, en esta segunda es que está para comérselo. Es tan gracioso.




Sigo mañana ¿les parece? Y así hablamos del final de House, que también he visto y que termina esta noche. Habrá spoilers!