27 septiembre 2006

Prison Break

Nunca le dediqué un post en condiciones a Prison Break porque cuando acabé la primera temporada muy pocos la habían visto. Ahora de pronto todo el mundo habla de ella y yo me siento como cuando llegas a una fiesta y se han acabado todos los canapés.

De cualquier manera no quiero hablar de la serie porque toca, sino porque me estoy encontrando con un montón de comentarios que me están sacando de quicio y creo que como super fan, tengo el deber de defenderla y de poner las cosas en su sitio que ya está bien.


Dicen por ahí que una vez conocido el plano tatuado en el cuerpo de Michael la tensión se convierte en rutina. Este señor vaticina que la serie se le va a hacer pesadita y que se deja ver, aunque tiene defectos y como tales habla del doblaje (!), a nivel argumental se queja de que todo el mundo ignore que son hermanos y de que el director de la prisión le pida a Michael un Taj Mahal. Claro que luego dice que como no hay nada por la tele, el próximo jueves la verá. ¡Qué jodido! Pues claro que la verás y dentro de 5 semanas durante un ataque de histeria te pondrás a llamar a tus amigos para que te explican qué es eso del Bit Torrent.



A ver, Don Javier. Allí en USA, con tanto apellido materno y paterno, no se sabe quién es quién. Que en ese país no tienen DNI y rellenan formularios a lápiz por Dios. No es extraño que no hayan investigado si tiene hermanos o si alguno de ellos está casualmente preso. Si Chloe O’brian estuviera por ahí seguramente sabría los nombres de todos los familiares hasta quinto rango e incluso sus apodos, pero no es el caso.


Que el dueño de la prisión le pida un Taj Mahal a un ingeniero no me parece descabellado. Si hay algo bueno de los personajes de series americanas es que tienen hobbies, hablan de ellos y mantienen largas conversaciones superficiales que nada tienen que ver ni con las tramas ni con el tema principal. Es decir, parece gente bastante real.



Prison Break nace como una serie de 13 capítulos en una única temporada. Eso hubiera sido la hostia claro. Pero la tele es así y la ampliaron. Eso se nota bastante a mitad de temporada. El capítulo del flashback es un pegote horrible. Esas justificaciones de por qué están en prisión no venían a cuento porque no necesitábamos saber nada.

El espectador siempre empatiza con un preso. Sea quien sea, metes un tío en una cárcel rodeado de guardias con cara de perro y todo el mundo querrá verlo fuera. Claro que si se trata de un asesino en serie lo mejor es que te lo calles, no vaya a ser que no se te identifique ni uno.

Así que tenemos una serie con un montón de presos que se quieren fugar. Pero es que además uno de ellos está condenado a morir. Vamos en cuanto a motivación de personajes tenemos el cupo completito. Y por si eso fuera poco todos los personajes son cojonudos, empezando por un T-Bag tan hijo de puta como encantador y terminando por un Bellick tan paleto como aterrador.




Pero lo más importante de una serie como ésta es el guión. Es un ejemplo perfecto de lo que es crear conflictos e introducir obstáculos constantemente entre el protagonista y su objetivo. Todo eso está hecho con maestría. Por eso engancha, porque está pensada y re-pensada, porque cada cosa está en su sitio. Y eso que tuvieron que improvisar y reescribir todo una vez que se decidió que en vez de 13 capítulos la serie duraría años. Hay que tener talento para eso. E inteligencia.

No es el caso de 24, en la que hay bastantes menos obstáculos de los que deberían y no solo en esta 5º temporada que es bastante floja, sino en todas. Jack se sale con la suya siempre, el guión gira en función de sorpresas y de hacer que Jack gane. En Prison Break esto no pasa, los obstáculos no están de relleno, hacen avanzar la historia. Ya hablaré sobre 24 en cuanto la termine, amargadita me tiene. Si quieren un tentempié lean esto.

Otra crítica que he leído por ahí dice que las cosas suceden porque sí, que todo se resuelve milagrosamente. Hay casualidades sí, como en la vida. Les pasan tantas cosas a estos hombres que si no hubiera milagros no tendrían respiro.

Si tengo que poner alguna pega es por supuesto esos cliffhangers tan rematadamente artificiales. Y la actuación inverosímil de los federales fuera de la prisión. Pero la verdad ¿a quién le importa lo que pase fuera?. De todos modos hay tantas virtudes que todo esto no tiene la menor importancia.

Yo entiendo que haya gente a la que no le guste la serie. Bueno, no es que lo entienda pero lo respeto. Eso sí, que un guionista de ficción española (que lo he leído en algún blog) diga que sí, que es entretenida, preo que le cansa... A mí me enciende. Sobre todo porque luego dicen que se han visto 5 capítulos en una noche. En fin.

Sobre la segunda temporada hay tanto que decir pero no va a ser ahora. Solo adelantar que más o menos al 5º capítulo los que tengan problemas cardiovasculares deberían dejar de verla.

26 septiembre 2006

Nip Tuck

Dudo mucho que quede alguna persona que no haya caído rendida ante esta serie. Nip Tuck es arriesgada y excesiva. Lo da todo. Es una serie que utiliza lo superficial para indagar en aspectos más profundos de la conducta humana y en este equilibrio está la gracia del asunto. Por eso sus dos protagonistas son tan diferentes, para complementarse y equilibrarse. Nip Tuck habla de las frustraciones y los deseos. Pero es ante todo una serie sobre dos hombres que buscan la felicidad a través de caminos opuestos. Están unidos por una mujer y entre los tres forman un triángulo inmutable.

Christian Troy (Julian Mcmahon) y Sean Macnamara (Dylan Walsh) son socios y juntos regentan una clínica de cirugía plástica en Miami. El primero es un mujeriego déspota y el segundo un padre de familia responsable. Las andanzas de Troy con mujeres de todas las calañas son la sal del asunto. Es irreverente, mezquino, pero el ser más seductor de la tierra. El otro es sosísimo, pero un encanto. La tercera en discordia es Julia Mcnamara (Joely Richardson), una mujer que dejó la medicina para cuidar de sus hijos.

¿Qué es lo que no le gusta de su cuerpo? preguntan los doctores a cada uno de los pacientes al principio de cada capítulo que por cierto, cada uno de los capítulos tiene de título el nombre del paciente protagonista. Hay situaciones realmente extravagantes, como aquél que quería que le amputaran la pierna porque le sobraba.




Con estos personajes, sexo a tutiplén (tan explícito que se vuelve anodino) y tramas divertidas, parece suficiente. Pero no. Estos guionistas no solo nos regalan unas historias cojonudas, también innovan. Cada temporada un nuevo giro hace que salte la chispa, por si acaso algún espectador inquieto pidiera más (que yo no oigan, yo me conformo con ver al Doctor Troy quieto sin hacer nada durante 45 minutos, soy así de simple).

Así que si la primera temporada gira en torno a un mafioso desquiciado que se dedica a pasar droga en los implantes de silicona de sus víctimas, en la segunda la cosa se lía y aparece una Famke Janssen arrolladora para volvernos del revés. La chica toca el cielo en el capítulo 12 de la segunda temporada, un capítulo llamado Julia Mcnamara, nada menos.




Es una temporada realmente espectacular, la mejor hasta ahora. Hay un montón de arcos argumentales. Uno de ellos seguirá hasta la tercera temporada, y va sobre un asesino en serie despiadado que raja la cara de sus víctimas en un intento de revindicar la belleza real.

En esta temporada Matt Mcnamara, el hijo de Sean y Julia, gana presencia y se vuelve uno de los personajes más interesantes. Y además aparece la madre de Julia (Vanesa Redgrave), que es en la vida real la madre de la actriz. Las dos están fantásticas, juntas y por sepradado.

La tercera temporada es la más loca. Es como una exaltación de todo lo anterior. El sexo se multiplica. ¿Que antes Christian follaba con una cada tarde? ahora lo hace con dos. Es surrealista, pero a la vez intensa y emocionante. Es un caos. Y el capítulo final, muy criticado en los foros, es cachondísimo. Tanto que se perdona. Porque al fin y al cabo toda esta serie es muy gamberra y se salen del tiesto, porque pueden.

Hace pocas semanas empezó en Estados Unidos la cuarta temporada y aunque todavía no la está echando ninguna tele nacional, es muy problable que más de uno ya haya visto algún capítulo. A partir de aquí solo pueden leer ellos.

Como la cosa estaba tranquilita en Miami, Sean con Julia, el niño por nacer, Matt en casa, Christian recuperando el tiempo perdido... resulta que a algún guionista aburrido y seguramente borracho se le ocurrió la idea de ¡CONVERTIR A CHRISTIAN TROY EN GAY! ¿¿¿Pero a quién se le ocurre??? ¿Qué clase de estúpido guionista gilipollas puede pensar siquiera que Christian es medio homosexual? Cristian es super hetero ¡¡¡Es el más hetero de todos!!!

No, no me he quedado a gusto. Ahora hay que esperar a que termine la temporada y a rezar para que no se acuesten él y Sean porque entonces la tenemos ¡La tenemos!

21 septiembre 2006

Chanante

Si es que no hay palabras.




Y uno para los cinéfilos, un bonito homenaje a Kaurismaki.

20 septiembre 2006

Para entrar a vivir

Esta es la película para no dormir de Jaume Balagueró, nuestro director más internacional, ese que cree que el terror consiste en hacer temblar a niñas en camisón desenfocadas.

Macarena Gómez y Adriá Collado son un matrimonio que parece feliz y que busca un piso para entrar a vivir. Él ha encontrado un anuncio del que parece el chollo del año, un piso de 140 metros, lejos de la ciudad y muy barato. Deciden ir a verlo, al llegar allí empieza a llover, el barrio es horrible, el edificio no les gusta y el piso... no es lo que esperaban. La vendedora de la agencia sin embargo está convencida de que deben quedarse a vivir.





El comienzo de la película es fantástico. Tanto la presentación de los personajes como la atmósfera conseguida. Esa fotografía sombría, esa estética kitsch polvorienta, esos maniquíes tirados por los pasillos dan el toque y hace que uno esté completamente entregado a la historia y con ganas de que la promesa se cumpla.

Pero estamos hablando de Balagueró que ha demostrado en bastantes ocasiones que no entiende lo que es el terror y si lo entiende no sabe usarlo (Frágiles me parece una peli correcta ojo y una excepción por lo que veo).

Aquí como no hay niños fantasmas, Balagueró nos asusta con maniquíes, los desenfoca, les pone un impermeable (prenda que siempre da miedo) y ala, a asustar a la peña. Y todo eso se agradece, ya digo que los primeros minutos de la película son fantásticos. Sabes que esas apariciones terroríficas son maniquíes, los ves venir porque conoces el cine de este hombre pero dices "no importa, lo has hecho bien, da el pego. A ver qué más tienes".

Y cuando te preguntas esto, más o menos en el minuto 20, todo se va a la mierda. Para algunos amigos en el 30, para otros en el 40, pero os aseguro que a todos los últimos 20 minutos les parecen un sinsentido total. Hay tantos clichés que una no puede dejar de ruborizarse. Soluciones de guion difíciles de entender. Por no hablar de la estupidez de explicar toda la película en el minuto 40 como si fuera necesario.

Macarena Gómez y Nuria González están estupendas, las dos. No es el caso de Adriá Collado que tiene que llevar a cuestas un personaje que no se puede ni mover por exigencias de un guion caprichoso. Pobre, qué pena da, haciendo el payaso todo el tiempo.

De cualquier manera, esta también es una peli para no dormir cojonuda porque en cuanto te acuestas en la cama tu novio no hace más que contarte versiones nuevas del guión para mejorarla.

Podéis leer su crítica aquí.

13 septiembre 2006

Historias para no dormir

Chicho es un lince y supo que en sus Historias para no dormir había un filón. Si hay algo que no pasa de moda es el terror, y más aún después de la oleada de pelis orientales que relanzaron el género (y que también lo están agotando).

Así que como buen productor, ha pensado en la juventud española (ejem) para que dirija las Películas para no dormir y así los fans del género podamos disfrutar de lo lindo.

La diferencia entre el telefilm y el cine es maravillosa, el telefilm se hace con menos dinero y eso se nota desde el guión, menos decorados, menos personajes. A mí es que me gusta el terror sencillo. Creo que es un género muy matemático, cada pieza está en su sitio de la manera más eficaz.

La pena es que Telecinco se achicó en el último momento y parece que no las piensa echar. Así que salen directamente a DVD.

Solo he visto La habitación del niño de Alex de la Iglesia (salió a la venta en agosto) pero prometo verlas todas y criticarlas hasta que no quede gota.

La habitación del niño es la historia de un matrimonio que se acaba de comprar una casa antigua. Tienen un bebé que duerme en su propio cuarto y con el que mantienen contacto a través de los escucha bebés (esos walkitalkies tan monos). Una noche a través del altavoz oyen al niño reirse ¿habrá alguien con él?

Leonor Watling y Javier Gutierrez son los actores que dan vida a estos personajes. Él está fantástico y ella bien, como siempre.

El problema de este tipo de historias es que son estupendas cuando todo transcurre dentro de la casa. Si nos vamos del lugar que realmente importa el interés baja estrepitosamente y si además, metemos personajes que no sirven para nada más de lo mismo. En el terror, si no estamos en una de zombies, menos es más.



Si no la has visto lo mejor es que dejes de leer, porque a quién voy a engañar, me encanta contarlo todo.

En una de las primeras escenas de la película aparece la hermana de él con su marido. Traen algunas cosas usadas para el bebé entre ellas los escucha bebés que tanta cola traerán. ¿Y yo me pregunto por qué? La peli podía haber sido la misma si los aparatos los hubieran comprado los padres del niño. Da igual que fueran nuevos o usados. Para la historia es igual. Es verdad que ellos se plantean si esos ruidos se podrían deber a la antiguedad de los walkitalkies, pero también podrían haberse planteado que las pilas estaban gastadas. De cualquier manera ni siquiera era necesaria tal justificación. Yo creo que si tienes 3 personajes en una casa enorme, que está reformándose, con el papel caído, la pintura a medias, lo mejor es no meter a nadie más que tienes una atmósfera estupenda y entras con buen pie en la gran escena.

La cosa no se arregla a corto plazo ya que viene la escena en cuestión. El matrimonio está en la cama. Él intenta meterle mano y ella no quiere. Entonces de pronto oímos algo, que puede ser cualquier cosa porque ambos están de cháchara y no se oye nada de lo que sale del altavoz. Entonces ella dice "se ríe, el niño se ríe" ¿No les parece un anticlimax total? Esto hubiera sido bonito en silencio. Incluso los padres podían haber empezado a follar y zas. Risas del bebé.

Por cierto, si yo oigo que mi bebé puede estar en peligro voy volando a su habitación y no en cámara lenta por Dios. ¿Dónde se ha visto? Vale que Alex de la Iglesia es padre y tiene más experiencia que yo, pero no es verosímil.

Bien, a pesar de la decepción que sentía y de encontrarme ante una peli que no me estaba gustando nada, aguanté un poco y por suerte se hizo la luz.

La peli se transforma y un Alex de la Iglesia inspirado por una legión de musas consigue los mejores momentos de terror que he visto en una peli española en años y posiblemente me tenga que remontar a la época de las historias para no dormir originales. No recuerdo haber pegado un grito tan intenso viendo una película (Ni con Señales, que trajo cola).

La utilización del video para adentrarse en el mundo paralelo, la similitud -intencionada- con El Resplandor, son los grandes aciertos de la película que se mantiene y llega al final estupendamente.

Uno de los problemas que le veo, incluso a toda la parte buena es otra vez esas salidas al exterior que hacen que la cosa decaiga. Esos personajes que no sirven para nada (tendría sentido si su comportamiento sí repercutiera en su trabajo). Y el principal problema es el de motivación de los personajes que se creen muy pronto que se trata de fantasmas y también defienden en varias escenas (llenas de personajes también) que se trata de ladrones.

Para mi gusto faltaba crear más atmósfera al principio. Más soledad, más incertidumbre, dudas y un para de escenas más con los walkietalkies antes de pasar al meollo.

En resumen, es una película para no dormir cojonuda porque esa puta noche no dormí nada.

¡Gracias Aullidos por la foto!

12 septiembre 2006

Late night

Ya han vuelto casi todos nuestros programas favoritos de la tele. Yuju. Esta noche vuelve Buenafuente y ayer hizo lo propio nuestra cómica más dicharachera, Eva Hache. Con novedades claro.

A la vieja lista de cómicos se sumaron el Vicentín chanante (Julián López) y el omnipresente Javier Coronas.

El problema empezó muy temprano. Eva Hache tenía pinta de haber llegado hacía dos horas de Barbados. Estaba como con jet lag (no, no quiero decir borracha como aquella presentadora por Dios).

Yo pensaba que después de un largo verano iban a llegar todos con fuerza, que iban a entregarse a tope con los guiones y se iba a dejar de notar que no se los saben y que las noticias les importan un bledo. Pero no. De todos modos eso no es tan importante. Lo más malo de todo es que hubo chistes con los que no se rió ni Dios (les recuerdo que el programa es con público). Para un cómico eso tiene que ser un jarro de agua fría. Lo que me jode es que todos ellos son cómicos cojonudos, entonces ¿qué es lo que falla? ¿que los guiones son flojos?¿que los chistes no hacen gracia o que no los hacen suyos?.

Uno de mis cómicos favoritos de Paramount era Ricardo Castella, nunca llegué a verlo en vivo pero pillé un montón de monólogos y era realmente bueno. Es muy cómico, claro que cada cómico va pegado a su repertorio. ¿Quién decidió que lo de este hombre era la política? Era un antihéroe perfecto, con su barbita, sus camisetas negras ¿quién decidió que debía llevar corbata? ¿Quién le cortó el pelo? Bueno, no importa. Lo hicieron. Decidieron que era el encargado de política y lo pusieron a contar batallitas mal escritas sobre la política reciente.


No le pega, lo hace mal, no se lo cree, pero es que ayer era el quinto aniversario del atentado de las torres gemelas y esos chistes no hacían ni puta gracia. Y yo soy la primera que me río de todo y creo en el sarcasmo y el humor negro es mi estandarte, pero hasta un punto. Hay que ser muy elegante para hacer este tipo de chistes. Y más aún cuando, en el mismo momento, podías hacer un zapping y ver documentales que te desgarraban el alma. Yo creo que a Eva Hache tampoco le hacían ni puta gracia los chistes (tanto los de Ricardo como los propios) y si no era eso, simplemente estaba apática.




Ricardo Castella fue el primero, después apareció Marta Nebot, que ejerce de borde. Esta sale a la calle y a modo de presentadora de Caiga quien caiga (género AGOTADÍSIMO) da el coñazo a los políticos españoles. Después del resportaje también hay una charla entre presentadora y entrevistadora y en este caso fue igual que el anterior. Apatía, chistes malos, pocas risas. Nadie se creía nada.

El tercer cómico fue Quequé. Y con este cambia todo, será porque tiene a sus espaldas la mejor sección del programa, la Guerra de medios, donde día sí día también ponen un fragmento del programa de Jiménez Losantos que diga lo que diga es muy cómico. Quequé se lo cree siempre, parece que es él mismo el que cada mañana se despierta y pone la Cope para grabarlo todo y por eso su sección funciona. Podría decir que porque es un cómico cojonudo sí, pero todos lo son en mayor o menor medida. La cosa es que Quequé salva cualquier cosa. Recomiendo su blog.

Llegó el turno de los nuevos. Javier Coronas estaba bastante soso. Otra vez el tema de la credibilidad. Retransmitía desde la zona cero de NY (de mentirijillas) y pasó lo mismo que antes, ni puta gracia. Pero bueno, Javier Coronas es gracioso, le pone a todo su toque y te ríes, pero aquí se veía la mano del guionista. Y cuando uno nota eso, se pierde toda la frescura.

Por cierto, aprovecho para recomendar Nos pierde la fama, un programa divertidísimo donde los 3 presentadores están siempre inspirados (un argentino totalmente loco llamado Ronnie Arias, Llum Barrera y Coronas).

Por último vi a Julián López que estaba bien, el chico es muy cómico, pero vamos, lo mismo que los demás. Más perdido que otra cosa.

Por supuesto la sección de Versión original sigue siendo estupenda. Es una pena que no aprovechen el talento que tienen, que los guiones no sean mejores, que los guionistas no se apasionen por su trabajo. Supongo que depende de muchos factores. Todo es importante. El equipo de la cadena y de la productora tiene que saber que no hay nada más importante para este tipo de programas que los guiones. Si tienen que contratar al doble de guionistas deberían empezar a hacerlo. Porque el nivel no puede bajar nunca, se tiene que mantener noche tras noche y más aún, chiste tras chiste.

Y se puede, joder. Se puede.

10 septiembre 2006

Cuatro

El 7 de noviembre de 2005 Cuatro comenzaba su andadura mediática y anoche presentó los contenidos de la nueva temporada en un show sin precedentes en la historia de la televisión nacional.

El lugar que se eligió para el espectáculo fue un salón de actos que podía ser perfectamente el del colegio de los hijos de la Siñeriz, claro que estaba todo cubierto de moqueta roja, así que seguramente era otro tipo de edificio. El salón estaba lleno de sillas blancas de oficina con patas cromadas y respaldo de plástico, así que es probable que hoy más de uno de los allí presentes esté atiborrándose de Feldenes.

Después de la estupefacción que me produjo el decorado y de escuchar durante más de 20 minutos un discurso eterno lleno de lindezas sobre la cadena (la palabra éxito se repetía tres veces en cada frase) entró el equipo cuatro. Todos los integrantes de la plantilla del canal atravesaron el patio de butacas (o de sillas) y uno a uno se fueron sentando en una grada enorme que había sobre el escenario. Miren la foto. Se tarda en llenar semejante asiento ¿eh?.


Lo que más me sorprendió del estilismo general, que era estupendo porque allí son todos muy modernos y el negro era el color predominante, fue encontrarme con que Ana García Siñeriz llevaba ¡EL MISMO VESTIDO QUE SE HABÍA PUESTO EL VIERNES DURANTE LA EMISIÓN DE SU PROGRAMA! Éste es Chanel nº 4, del que tengo mucho que decir y diré.

De la gala poco puedo decir porque mi paciencia tiene un límite. Cambié en el momento en que un hombre gordo se subió al escenario y abrió su discurso con la palabra Macbeth. No me parece a mí que esa sea una buena palabra para empezar un discurso un sábado a la madrugada.

Después de hacer zapping durante un rato volví a la gala y había un mago haciendo trucos. Así que decidí no volver nunca más.

Sobre las novedades pues no hay mucho que decir (principalmente porque no me quedé para escucharlo) pero parece que vuelven Los simuladores (una serie que no me gusta nada por lo previsible y lo lineal), Latre será el prota de una sitcom (¡qué miedo!) y la super apuesta de la cadena es un magazine diurno presentado por Concha García Campoy y atención ¡Gonzalo Miró! Buen equipo sí señor, da igual lo que diga este chico, tiene que estar siempre en la televisión. Y por si esto fuera poco en el programa también estará nuestro chef preferido Darío Barrio que no importa como cocine mientras sonría.


Pensando un poquito en la propuesta me viene la cabeza que el target que busca Cuatro es el de gente joven, moderna, cansada de tanta Esteban y tanta porquería, posiblemente también se busque un público gay (tanto Gonzalo como Darío son dos iconos, al menos para los gays que yo conozco), así que me parece una buena alternativa. Yo soy chica AR total, pero desde luego si tuviera que elegir entre entre la Campoy y el Cantizano me quedo con la Campoy, donde va a parar.

Y hablando de cuatro, tengo que hablar muy seriamente acerca de Chanel nº 4, el magazine vespertino presentado por Boris Izaguirre y Ana García Siñeriz (más conocida en el mundo cinéfilo como la mujer spoiler).


¿Pero a quién se le ocurrió mezclar a semejantes personajes? ¡No tiene sentido! Por más culto e inteligente que sea, mediáticamente Boris Izaguirre ejerce de frívolo. Es su personaje, un neurótico del estilismo, un estudioso de la parte más superficial de la sociedad, un cotilla, un histriónico. Boris tuvo la suerte de empezar su carrera con Javier Sardá que ejercía de serio. Eran como Laurel y Hardy, como Abbott y Costello, uno comedido y el otro histérico. Como tiene que ser una pareja cómica, porque ellos lo eran, sin pretenderlo claro.

En el desparecido Lo + plus, Fernando Schwartz era el serio. Máximo Pradera no. La relación entre los dos consistía en jugar al equilibrio entre lo frívolo y lo trascendental. Cuando Máximo Pradera se fue y algún directivo seguramente imbuido por un proceso gripal tomó la decisión de sustituirlo por la Siñeriz, la pareja siguió funcionando igual. Si Schwartz era el tipo serio, la otra tenía que dar la nota frívola.

Así que después de muchos años el destino y alguien sin mucho cerebro decidió que Boris Izaguirre y Ana García Siñeriz tenían que ser un equipo. Pues es un equipo de mierda.

Juntos se repelen como los polos. Gritan, interrumpen, ponen comentarios a todo -esto no lo hacía Boris en Crónicas. En medio de un debate, Boris estaba callado como una puta, supongo que porque Sardá estaba ahí manejando el cotarro. Podían estar sacándose los ojos entre los tertulianos y Boris ahí sentado sin decir ni mu-.

Ahora TIENEN que hablar, porque parece -desde fuera- que notan que el programa se queda soso si dejan a los tertulianos hablar a su bola. NO ESCUCHAN NUNCA. Están todo el tiempo pensando en qué van a decir después o durante la intervención de un invitado. No hacen más que mirarse el ombligo, son unos engreídos y unos prepotentes. Además que lo saben, porque lo comentan de vez en cuando "Rubén dice que grito mucho e interrumpo" ¡Pues haz caso coño! Llama a Sardá y que te aconseje. No hay un programa en la televisión más insoportable que Chanel nº 4. Ni uno.
Y es una pena, porque con otros presentadores (o al menos uno de ellos) sería fantástico.

07 septiembre 2006

Remakes

Hacer el remake de una película es un asunto complicado, sobre todo si es un clásico al que el espectador le tiene cierto cariño. En el caso de Psicosis por ejemplo uno se pregunta por qué ¿qué sentido tiene? ¿Donde está la gracia de contar la misma historia? Lo bueno del remake es que se adapte a una época y a un lugar, no digo que tenga que aportar algo nuevo a nivel narrativo, aunque también sería estupendo.

Claro que hay otra manera de verlo, tenemos un guión cojonudo ¿por qué no aprovecharlo? Así las nuevas generaciones, esas que huyen del cine clásico disfrutan de una peli buena calcada del original y todos contentos. Una peli rápida, sin dolores de cabeza, se copia y fuera.

Con las series de televisión esto se complica más porque si hemos visto 200 capítulos ¿qué razón hay para que los volvamos a ver? Iguales, con los mismos guiones. Y si lo que se pretende es atraer al público que jamás vio la original ¿quién nos asegura que sí que verán ésta?

Por eso creo que la única manera de hacer un buen remake de una serie, que funcione y que pueda atraer tanto a la audiencia antigua como a la nueva es adaptarlo en condiciones. A una cultura, a una manera de actuar que haga que todo suene diferente, a unos valores, a una época distinta.

Porque hay una cosa que está clara y está a favor de esto de hacer remakes, en televisión al público le encantan las series nacionales. No sé por qué, pero se sienten identificados. Les encanta ver en la tele a gente que hable su idioma, a gente que pueda ser su vecina (Yo me siento más identificada con Sarah Jessica que con la Borrachero pero esa es otra historia).

Con Betty la fea ha sucedido algo espectacular, porque en su día la vio medio país. Yo tengo la impresión de que los que estamos viendo la nueva versión es porque no soportamos los culebrones "sudamericanos" en general. Ya saben, aunque sea el mismo idioma suena todo distinto. Esta es una adaptación cojonuda. Es verdad que no hay nada de "español" en la trama, ni los personajes son cercanos -es un culebrón, son todos irreales- pero funciona porque por primera vez se hace en España un culebrón como Dios manda, con toda la chicha, una cenicienta, un malo tan malo que no se sabe por qué lo es, un guaperas (nefasto como actor) en condiciones, secundarios graciosetes. Yo soy Bea es el resultado de unir un montón de elementos que siempre funcionan, porque el culebrón te agarra por lo simple y lo tradicional. El abc de la tragedia. Si se innova se jode.





La serie Matrimonio con hijos fue adaptada en España y en Argentina. En España se llama igual y en Argentina es Casado con hijos. Las diferencias entre ambas a nivel global es que una pasa desapercibida y la otra gana premios. Y a nivel formal también son opuestas. La serie española es calcada a la americana tanto en contenido como en aspecto y la serie argentina solo coincide con la americana en los personajes y en el tono.

Casado con hijos está adaptada a la perfección. El padre vende zapatos, pero además lo hace en un país en el que todo el mundo está mal. Salen del salón, van a la cocina, al patio (el plató se parece un montón a la casa de Roxanne), a la zapatería y a muchos otros decorados.

El prota, Guillermo Francella, es el típico actor cómico que siempre ha conseguido un éxito con una serie. Es ese estilo de actor de aspecto rancio, netamente televisivo con legión de fans y crítica erudita en contra. Una especie de Jim Carrey de la tele.




Yo vi solo un par de capítulos y además de partirme de risa, me encontré con una serie nueva. Es una adaptación de libro. ¿Como hacer un remake? la respuesta es Casado con hijos.

Pero para que no se crean que tengo favoritismos por tener la sangre que tengo, les cuento que he visto también el remake argentino de Desperate houswives.

Ha empezado hace muy poquito así que solo he visto el piloto. Se llama Amas de casa desesperadas y lo produce Polka que es la productora de Vientos de agua y de casi todo lo que se exporta desde allá.

Si uno tiene dudas acerca de la necesidad de un remake, cuando nos topamos con algo como esto nos hacemos varias preguntas ¿no es muy pronto? ¿pero hay gente que no la vio? ¿se puede superar o igualar? ¡Que estamos ante las mejores actrices de televisión de las últimas décadas! ¿No hay que tener un poco de vergüenza? ¿de sentido del ridículo?

Yo creo que lo único que había que tener para hacer este remake era una sola cosa: Valentía. Había que arriesgar, hacerlo todo distinto. ADAPTARLO.

Manzanares es el pueblo y es igual a Wisteria Lane. Igual. Las chicas no son iguales. No lo son. Pero lo peor no son las chicas. Lo peor es que los planos son idénticos. Los diálogos idénticos. Los hombres no. Son todos feos. Mike Delfino por Dios ¿de donde han sacado a ese monstruo? ¿no decían que el Puma tenía un hijo ilegítimo? pues fijo que es éste. Claro que el Puma lo habría tenido con 14, porque ya es bastante mayor el chico. Los maridos de todas son unos peleles viejos y horribles.



El Delfino chungo



Nuestro Mike


Mary Alice es Cecilia Roth que confirma que yo tenía razón y que su actuación de Martín Hache fue un milagro posiblemente dado por la similitud entre actriz y personaje. Si hay algún fan de la Roth que no se baje esta serie porque irremediablemente el mito se hará trizas. De verdad. Miren que es difícil hacer como el culo una puta voz en off ¿eh? ¡Porque solo hay que leer!

Cuando el personaje habla, no puedes evitar visualizar un estudio de grabación con una actriz leyendo unos cuantos folios y pensando en todo lo que se va a comprar con los cheques que saca de su fácil y tranquilo curro de 3 horas a la semana. Es que se nota.

La cosa es que Argentina es un país con un talento increible a nivel creativo. Los actores son casi siempre estupendos. Se ve no solo en las pelis, donde son siempre los mismos, también en las obras de teatro que vienen ¡Te ponen los pelos de punta!


Susan, Lynette, Gabrielle y Bree


Aquí el casting está mal, no aporta nada y los actores están encorsetados. Se rueda como el cine. Han construido un decorado impresionante pero claro, con poco dinero y menos tiempo graban en la misma jornada parte del capítulo 2, 14 y 25. No sé si en la tele es así, creo que no. La cosa es que se nota.

En fin... es un desastre en todos los sentidos, una mala copia. Una pérdida de tiempo. Es la respuesta a la pregunta ¿cómo no hay que hacer nunca jamás un remake?

Actualización:

Un resumen del piloto de Amas de casa desesperadas.




06 septiembre 2006

Ja!


¿Lo ven? ¿Ven como sí que existe? Tiene los mismos ojitos caídos que la mamá, aunque de Tom tiene poco eso es verdad, pero ¿qué más da? sea o no suyo el semen aportado ¡es hija de Tom Cruise! Miren como la arropa por dios. Miren que cosa más bonita. Las fotos son de Annie Leibovitz y el artículo se puede ver aquí.

Bueno, analizando la foto me doy cuenta de que es cierto que no le tocan la carita con las manos, ¡pero la tendrán que bañar digo yo! ¿a quién se le ha ocurrido la semejante tontería de que a esa niña no se la puede tocar? Y eso de los Beckham pues me parece de lo más normal. Vienen de la calle, de tocar las puertas de la limousina sobadas por miles de personas de diferentes calañas por no hablar de otras cosas que manosean dentro de los coches y que se han visto en varios reportajes ¿Como les vas a dejar tocar a la nena? Hombre no. Claro que no.

¿Ven como no hay que liberar a Kathie? Que está divinamente. Déjense de tonterías y métanse con los Muñoz Pantoja que no tienen salvación.

Aclarado ya este tema, lo que me está rondando mucho por la cabeza últimamente es el asunto de la presunta homosexualidad de Mathew McConaughey -Y se preguntarán que tiene esto de televisivo. Es fácil, Mathew + Penélope + Tom + Kathie, que es la televisiva- Bien. Me preocupa esto, porque ahora que lo veo a Mathew tan acaramelado con Lance Arsmtrong, me pregunto si Penélope es realmente como dicen y necesita esconderse como loca y esconder a los demás (hay rumores de lío con Salma Hayeck lo cual me parece una soberana estupidez) o ha estado ahí de casualidad sin comerlo ni beberlo y ha tenido la misma mala suerte dos veces.

Que conste que nunca me he creído lo de la homosexualidad de Tom... pero con estos nuevos rumores... no sé qué pensar.