20 diciembre 2006

Jingle Bells

En esta época maravillosa -yo es que soy muy navideña- nada mejor que hacer un resumen del año, pero como no tiene sentido porque cada televidente va por la temporada que puede, lo mejor es hacer un análisis de las nominaciones a los Globos de Oro que han sido hace unos días. Y es más, como estoy que lo tiro y me he desmelenado, voy a hablar además de las de cine.

Esto de las nominaciones da mucha risa, incluso las de los Oscars, pero estos yo me los tomo muy en serio. Todos los años organizamos una quiniela donde participan más de 30 personas pero no logramos ponernos de acuerdo para apostar dinero así que no tiene ni puta gracia. Claro que da un subidón humillar a tus amigos o parientes más cercanos. Es lo único que se gana. Vemos la gala con el portatil delante y entre café y café ponemos los resultados en una tabla excell y nos reimos de que siempre, pase lo que pase, sisterboy sea el último de la lista. Pero eso es porque es un ser de gran corazón.

Hay que creer en los Oscars. Pero los Emmys dejaron de interesarme desde que ganó la quinta de 24 y los Globos de Oro me parecen una estupidez desde que he visto que Ellen Pompeo está nominada. Eso sí que no.

Vamos con los puntos importantes, que hay bastantes. Este año por primera vez está nominado un personaje: Hiro Nakamura.




Héroes y Lost se disputan el premio a mejor serie. Yo le tengo mucho cariño a Lost, pero la mejor serie del año ha sido Héroes. Y es una pena, pero en las series fantásticas o de acción siempre la primera temporada es la mejor. O al menos la más adictiva. ¿Se acuerdan de la primera de 24? Ese intento de asesinato a Palmer, por Dios, qué nervios. Si quieres matar a uno, que sea guapo. Y Qué guapo que era David y qué hija de puta Sherry ¿Donde están esos hijos de puta? ¿Dónde van a parar?.

Sobre Héroes queda por decir que tiene unas tramas realmente inquietantes. Que tiene unos personajes maravillosas que incluso se mueren o desaparecen, hay de sobra... aunque he de decir que por desgracia tienen problemas con los viajes en el tiempo como casi todos (Nacho confiamos en ti, eres nuestra última esperanza). Pero hay que perdonarlos porque nos hacen felices.

En actrices hay un par de estupideces a resaltar. Evangeline muequitas Lilly está nominada en la misma categoría que Ellen Pompeo. Pero debo reconocer que en esta última temporada de Lost, Kate está super sucia y no hace más que llorar. Así que la chica se lo merece. Supongo que si hay justicia ganará la señora Soprano pero mi favorita es Patricia Arquette que está perfecta haga lo que haga.

Yo adoro a Patrick Dempsey, sin él mi adolescencia habría sido muy triste. No puedes comprar mi amor era mi película de referencia y si me apuran lo sigue siendo. Estoy super feliz de que por fin sea guapo. Pero de ahí a aplaudir su nominación al Globo de Oro hay más de un abismo.

Comedia está reñidísimo. Y lo más reseñable aquí es la nominación de Ugly Betty!!!!!!! Allí supongo que la serie está enfocada como una sitcom. Aquí no. Y digo que no porque aunque sea una sitcom porque dura una media hora, no lo es. Hay que diferenciar. Yo soy Bea, Betty la fea y similares son culebrones, graciosos pero culebrones. La diferencia entre un culebrón y una sitcom es que cuando uno ve el primero es consciente de que está viendo una porquería. Además a lo largo del capítulo se suele decir mucho esto "qué mala es... pero cuanto me gusta". A ver esto de mala... no es que sea mala. Yo soy bea es un gran producto, pero tiene un guion para crédulos, para personas que saben a lo que están. Que se dejan llevar por la magia de la pérdida del tiempo, de la tontería más profunda y de la diversión más sana.

Por mi parte no sabría si quedarme con la elegancia de Weeds o con la honestidad de Entourage, ambas me tienen enamorada. Que Me llamo Earl no esté nominada es para darles de cenar a todos un filete con patatas y polonio. Son las tres mejores sitcoms de los últimos años. Para mí Scrubs ha caído en picado, pero voy dos años retrasada, así que esto debería haberlo escrito en un resumen anual anterior.

Las nominaciones a actriz de comedia son de locos. Marcia Cross está nominada por la única temporada en que hace el panoli. Quizás se lo den para recompensarla por el sinfín de humillaciones. Lo recibiremos con gusto pero no olvidamos.

Mary Louise Parker es mi favorita. Ya me acostumbré a sus muecas y no puedo vivir sin ellas. Pero atención, en esta categoría las nuevas pisan fuerte, cuidado con la fea.



Actor: Jason Lee. Siempre.

Secundarios es un batiburrillo. Porque aquí meten a todo el que no saben donde meter. Secundarios de sitcom, de drama, de miniserie... de locos. Mis favoritos son Elisabeth Perkins que es una diosa absoluta en Weeds y el personaje del año, Hiro Nakamura que aunque nos duela a los fans de Jeremy Piven, va a ganar.

Con respecto al cine hay un par de cosas relevantes que están en el apartado de comedia.

Gracias a Dios Meryl Streep está nominada, que sino me muero. Y gracias a Dios, como los Golden Globes separan comedia de drama, está en un apartado diferente a Penélope Cruz que espero que se lo lleve todo porque llora tan bien que sé que verla recoger un Oscar me va a hacer vivir uno de los momentos más emocionantes de la historia de los premios. Además que la vi crecer y me haría muchísima ilusión de verdad. Y que coño, me gusta mucho como actriz, aunque a veces lo haya hecho tan mal. Eso sí odio Volver.



Borat, esa comedia maravillosa e inteligentísima (sí, esto decimos sus fans para no sentirnos tan tontos) está nominada. Yo alucino de verdad. Para mí es una gran película, y no solo porque sea una crítica mordaz a la sociedad americana, que eso es obvio, sino por su extraordinaria manera de hacer ficción a través de una realidad manipulada con descaro e inteligencia. Borat es una película que pasará a la historia, pero no entiendo que se la nomine a los Globos de Oro. Me hace gracia y me gusta, pero en realidad lo que me choca es que esta gente haya sabido apreciarla. Esto suena presuntuoso. Ya. Bueno. Sí. Lo es.

En comedia también están nominadas dos de mis películas favoritas del año, El diablo viste de Prada y Pequeña Miss Sunshine. Y esto es muy interesante porque las 3 se complementan totalmente porque son opuestas, son 3 comedias completamente distintas.

El diablo viste de Prada es una screwball en toda regla. George Cukor o Howard Hawks podrían haberla firmado y no, no se me agarren la cabeza ni empiecen a sacar al cinéfilo rancio que llevan dentro. Es elegante, con situaciones divertidas, con secundarios de esos que ponen la guinda y la hacen más grande. La película se mueve en el género con dignidad, pasando por la comedia romántica sí, pero manteniendo el tipo. El diablo viste de prada no es una peli sobre la moda y mucho menos una cenicienta. Es un Wall Street con trajes de Dolce & Gabbana. Juega con los tópicos para hablar del poder y su capacidad de seducción. Es una película sobre las decisiones, sobre los caminos que no se pueden recuperar. Sobre las mujeres, reales o no, qué mas da. Hay mucho de real en este tipo de caricatura, a veces mucho más que en una peli social. Y sale una ropa absolutamente maravillosa.

Pequeña Miss Sunshine es todo lo contrario. Esto no es elegante. Es el esperpento llevado a la carretera. Es de Sica y Dino Risi. Tiene la garra de la comedia italiana y la frescura de la americana. Tiene un guión perfecto, en el que los personajes cambian sutilmente y todo fluye de manera lógica y simple, y claro, escenas hilarantes, que al fin y al cabo son las que la convierten en una joya. Ah... y aquí tengo que decir que Greg Kinnear está maravilloso. Es uno de los mejores actores que hay.

Y ahora es cuando hago mi lista de las cinco mejores películas del año que es jodido porque me cuesta llegar a una quinta. Y además esta lista es un poco suigeneris porque yo no meto nunca las pelis antes de los Oscars, porque me parecen super antiguas y porque solo pongo las que he visto en el cine. Sé que las de Clint Eastwood estarían ahí, pero como no se estrenaron... Yo es que confío ciegamente en mi Clint. Ah, y con respecto a esto no puedo entender que las dos pelis de Clint Eastwood no estén nominadas a mejor película pero que él lo esté como director por dos veces.

Mis 5 mejores pelis:

Borat
El diablo viste de Prada
Pequeña Miss Sunshine
Hard Candy
MI III

Mejor que no intenten descubrir qué significan las siglas de la última, no vayamos a tener un problema. Eso es todo por ahora. ¡Feliz Navidad a todos! Nos vemos el año que viene.

16 diciembre 2006

No sé de qué hablar

Lo admito, ha pasado después de 8 meses. No tengo ni idea de qué escribir. Así que dedico la entrada a mi amigo David, que dice que me deje de televisión y hable de cosas aún más superficiales. Pero prometo que será solo esta vez.

Pero esta ausencia de ideas se debe a varias cosas. Primero a un viaje a Londres del que no me he repuesto (Sí, yo fui parte de ese colectivo español que hizo que Oxford Street pareciera la Gran Vía en domingo). Y por otro lado porque en medio de la resaca del viaje se me ocurrió grabar un corto para el Notodo y además en mi casa. De terror vamos.

Lo de Londres... a ver. Yo ya lo conocía, esta era la segunda vez, pero estaba precedida por la ansiedad. En mi viaje anterior yo tenía 20 años y un novio marxista. Solo podía ver Harrods desde fuera, comía y cenaba pizzas de buffet, compraba los postres en los supermercados y espiaba a las señoras tomar el té apoyando la nariz contra escaparates helados... como en ese tango que dice "De chiquilín te miraba de afuera, como esas cosas que nunca se alcanzan, la ñata contra el vidrio, en un azul de frío, que solo fue después viviendo igual al mío...".

Ser un personaje de tango no es nada bueno, así que tenía que redimirme. Cambié más euros de lo lógico para obligarme a gastarlos, reservé con tres meses de antelación un Afternoon tea en el Ritz, porque si se hace, se hace bien y planifiqué el viaje para dedicar un día entero a comprar toda la ropa posible.

Harrods y uno de sus escaparates,
e
l tema era Casino Royale


Hay muchas cosas que ver en Londres, pero dos son las más importantes. Fortnum & Mason y Top Shop.

Parte del escaparate de Fortnum & Mason dedicado
a Alicia en el país de las maravillas

Fortnum & Mason es un almacén pero en plan pequeño, exquisito y chic. Tiene una planta entera de comidas, chocolates, galletas, patisserie y un supermercado que riete tú del club del gourmet. Las calabazas parecen de plástico y todo huele a hongo recíen arrancado del jardín trasero del palacio de verano de la reina.

El supermercado de lujo

En una planta superior puedes encontrar un dominó de 500 euros, una mesa para que tu madre juegue al bridge con las amigas de 6000 euros... Es como un Corte Inglés de miniatura que vende solo las cosas caras y estupendas. No hay una planta de cosméticos, los cosméticos están junto a una cama, a sus cojines, a su cómoda... todo colocado. Super lógico y decadente. No sé si hay ropa, mi novio no tuvo tanta paciencia.


Cositas bellas, inservibles e inaccesibles

Y Top Shop es una tienda que está en Oxford Street. Tengo entendido que es la tienda de ropa femenina más grande de Europa. Tiene 4 plantas. Cuando una entra a una tienda así, además sabiendo a lo que va... sabiendo que son las 9 de la mañana y que le esperan unas horas de cansancio que ni en una sesión de step, no se para ni a mirar el directorio del edificio. Ve ropa y se tira de cabeza. Así que después de dos horas, de entrar 10 veces en el probador y de elegir por fin las 5 prendas perfectas, de coger el recadito para mi hermano y de ser completamente feliz... cuando estoy a punto de sacar la cartera para pagar veo el directorio. Hay una planta más. Pone Vintage encima. En ese momento te entra un sudor por el cuerpo y te preguntas ¿Voy a la caja o sigo adelante? Y piensas que si Thelma & Luise siguieron adelante tú también. Una hora después salía con las prendas definitivas, más cansada pero más feliz. Y todo esto lo pude hacer porque había negociado con mi novio que esa mañana él se fuera a ver momias al Museo Británico que yo ya las había visto y con aquella vez había tenido suficiente.


Ir al Ritz fue todo un acontecimiento. El afternoon tea consiste en una bandeja de 3 pisos con sandwiches, scones, patisserie francesa, champagne y té. Claro que nosotros eso lo veíamos de otra manera. Una bandeja llena de exquisiteces que gritan cómeme ya. Así que empezamos a atacar los sandwiches de huevo, de pepino, de salmón que son super típicos allí, luego los scones... luego un pastelito francés con un sorbito de té, el pepino me pega más con champagne... otro scone... y de pronto vemos que el camarero vuelve con más sandwiches para reponer en las bandejas. En ese momento me freno en seco, le digo a mi novio que deje de comer y que observe a su alrededor. Todos los presentes iban aún por los sandwiches. Estaban riendo, y tomando té y charlando... no estaban allí para engullir. Claro que ya era tarde para volver atrás porque nuestra bandeja estaba llena de lagunas.



No sé qué hacen los ingleses pero pueden estar una hora tomando el té sin parar de comer y de beber y manteniendo su bandeja de tres pisos intacta. Es mágico. El camarero realmente nos trataba como a príncipes. Yo aproveché para pedir más scones que son lo mejor de Inglaterra con diferencia. Además como mi abuela me los hacía de pequeña cada vez que comía uno me acordaba de ella. Son blandos por dentro y duros por fuera, los sirven calientes y acompañados de crema de mantequilla y mermelada de fresa. En el hall del Ritz, Ron Wood de los Rolling, se me coló en una foto así que la tarde fue redonda.


un scone

Londres también tiene otras cosas maravillosas como La National Gallery, Candem, la Tate modern (aunque no me gusten sus obras de arte, adoro el edificio), Carnaby Street, Harrods y un Apple Store impresionante en el que puedes usar cualquier ordenador para jugar con todos sus programas, guardar los cambios y hasta chatear y mandar emails. A todas horas, al fondo, hay un seminario de algo... estaban presentando la Canon EOS400 y otro día sesión de Final Cut... vamos, una maravilla total.

El Apple Store más grande de Europa

Ah por cierto, si piensan comprarse una cámara digital compacta. No pueden dejar de tener la Canon Ixus 850. Todas estas fotos están hechas con la cámara y atención, todas sin flash. Tiene un estabilizador óptico de la leche.

De series no compramos nada porque no hay nada con subtítulos al español. Hay series con subtítulos en húngaro, únicamente. Es de locos. Esto es culpa de las distribuidoras españolas no?

Con respecto al idioma, es muy gracioso porque el inglés habla por un tubo. Si tú le preguntas por ejemplo "se va por aquí a Picadilly?" ellos no se limitan a decirte que sí, te sueltan el discurso. Y claro, llegas a dudar. Porque con un sí rotundo seguirías el camino correcto pero si el tío se ha tomado tanto tiempo en explicártelo será porque no es tan sencillo, en alguna parte tienes que girar y no sabes donde, porque te perdiste en el segundo párrafo. Son la leche. Se pasan de amables.

El London eye y yo

Y el tema del corto... a ver... como explicarlo. Nunca pero nunca, pero nunca nunca graben un corto en su propia casa. Al menos no si tienen que hacer una mudanza para convertir un salón en un despacho. No si la mitad de sus muebles son de cristal. Es más, nunca graben un corto. Con lo sencilla que es la vida dedicándose a ver la tele.

30 noviembre 2006

La televisión

Recuerdo haber disfrutado como loca del Show de Dick Van Dyke, aunque no recuerdo ni el show ni mucho menos otro Dick van dyke que no fuera desollinador. Era muy pequeña y seguramente no entendía nada de lo que veía. Pero a mí el tipo me hacía gracia y no me perdía ni un capítulo. Mi padre me cuenta que nunca jamás se había reído tanto viendo la televisión.

Por lo visto Dick Van dyke era el guionista de un programa llamado El show de Alan Brody. En esa época se usaba mucho esto de ponerle a una serie el nombre del actor protagonista, aunque el personaje ni siquiera se llamara como él (era Rob Petrie).


El nombre de este blog es el bonito título en castellano de El show de Mary Tyler Moore donde ella tampoco hacía de sí misma. Esta serie no solo no la recuerdo sino que ni siquiera la he visto. Pero cuando una necesita el nombre de un blog se agarra a cualquier cosa. Y encima luego me enteré de que estaba usado por otro blog además muy famoso sobre televisión. Así que llevo meses intentando encontrar otro nombre pero no doy con el bueno. Si tienen alguna idea ya saben, regálenmela.

En esas series el mundo de la televisión se abría por primera vez al espectador y además lo hacía con unos personajes totalmente nuevos, amas de casa que hasta hacían la comida en pantalones y mujeres que salían a trabajar.

Aquí la televisión podía contarse de cualquier manera porque el público aún seguía anodadado con el hecho de la existencia del medio. Así que se creía cualquier cosa.

Estas formas de egocentrismo televisivo han cambiado de los 80 para acá. Curb your entusiasm está protagonizado por Larry David, pero es que además es el Show de Larry David. Ambos son productores y claro, el Larry David personaje solo muestra una parte del real.

En este momento, en el que todo está inventado y donde cualquier atisbo de originalidad es bien recibido, hacer Curb your entusiasm, un reality ficcionado sobre las neurosis (que no son pocas) de un productor de televisión es una apuesta segura. Claro que aquí el mundo de la tele y del cine se ve de lejos. Lo importante es la estupidez de este hombre y su manera de enfrentarse con la vida.

Yo soy muy fan de una serie que se puso en el plus hace más de 8 años. Se llamaba El show de Jackie Thomas. Y aquí el personaje sí se llamaba Jackie Thomas pero no el actor que era Tom Arnold. Esta serie iba sobre unos guionistas provenientes de varias series famosas (el que venía de Cheers se jactaba de ello a todas horas) que formaban un grupo de trabajo donde tenían que pelear constantemente con el ego de la estrella, que era Jackie, un hombre machista, misógino y paleto que quería acapararlo todo. Recuerdo un capítulo donde pedía que quitaran del guión a un pastor alemán porque le robaba plano. El personaje que hacía Jackie Thomas era el típico personaje de Sitcom entrañable, del estilo de Bill Cosby y claro, era totalmente opuesto a la personalidad real de su protagonista.


Los guionistas pasaban verdaderos calvarios para sacar un capítulo adelante. Esto es lo más parecido que había visto hasta ahora acerca del mundo televisivo real, que al final salía bien parado porque creo recordar que todos acababan ganando a costa de Jackie que siempre la cagaba. Me encantaría recuperarla pero no la encuentro por ningún sitio.

Hay muchas maneras de imaginar el mundo de la televisión. Leyendo un montón de blogs que hay por ahí te encuentras con anécdotas de guionistas realmente duras.

Yo con la televisión no tengo relación, pero la tuve una vez. Yo había escrito algún corto y me llamaron de una tele autonómica para que escribiera un guión de programa de variedades, un sketch del estilo de Noche de fiesta. Me dijeron que era una prueba. La escribí y la mandé. No me contestaron. El programa empezó y pensé que no les había gustado nada. Pero a la semana me llamaron para ver si quería escribir todos los capítulos. Dije que vale pero que cuánto. Me dijeron que muy poco. Yo que era muy chula, dije que por menos de 300 euros no encendía el ordenador. Miren que cantidad más absurda pero bueno. La tele estaba empezando, el tío me lloraba... Me decía que era mi oportunidad de entrar en la televisión y bla bla bla. Yo que quieren que les diga. A mí escribir comedia me estresa mucho y no me pensaba estresar por menos de 300 euros el sketch, que además era de 15 folios. Dije que no y ya.

Unos días después mi capítulo salió al aire ¡Mi prueba! Sin mi permiso. Empecé a llamar por teléfono como loca. Nadie me atendió claro, hasta que una secretaria me comunicó que ya podía pasar a cobrar. El cheque era de 15.000 pesetas. Que dicho en pesetas suena como más humillante.

La serie Studio 60 comienza con un director que le pide al ejecutivo de turno que por favor durante el show que está a punto de empezar le permita poner un sketch. El ejecutivo dice que el sketch no es gracioso. El director le dice que no sólo es gracioso sino que es lo único gracioso del programa. Después de una acalorada discusión el director acepta el trato. No habrá sketch, y todo seguirá como siempre. Pero en cuanto el programa empieza el director irrumpe en el plató y suelta un discurso a lo Peter Finch en Network acerca de la televisión, del mal gusto y de la estupidez general. El discurso dura 53 segundos, el tiempo que tarda un revolucionario realizador en cortar la emisión que encima es en directo. Y en cuanto corta empiezan los créditos.



Cuando esto sucede a una le entra un sudor frío por todo el cuerpo y de pronto se encuentra con los ojos como platos y la boca abierta pensando que le da igual que la serie se acabe para siempre que con eso ya tiene.

Studio 60 es una serie real sobre la televisión real. Supongo que habrá mucho de edulcorante, no lo sé, pero promete sangre y verdades extremas. Es una serie elegantísima con una fuerza visual bestial que ríete de Urgencias y sus steadys. No sé lo que pasará en el futuro. No sé si la cosa va a empeorar. La serie tiene componentes estupendos. Tiene una pareja de ex maridos que siempre da juego. Hay una relación de profunda amistad entre los dos guionistas. Hay una soltera de muy buen ver que seguramente le robará el corazón al divorciado. Hay un tremendo malvado al que seguramente veremos humillarse. Y lo más importante de todo, es muy graciosa. Pero ya les digo que me da igual lo que pase, yo con esos primeros diez minutos tuve de sobra. Supongo que es el mejor principio de la historia de las series.

Studio 60 la echa la NBC y ha perdido muchísimos espectadores desde el comienzo y baja en picado. Sólo tendrá una temporada pero eso sí, acabará.

Y no me extraña esta pérdida de público porque ¿A quién le gusta enfrentarse con la verdad? Si uno ve la tele para evadirse de los problemas ¿Le sentará bien que le digan qué clase de basura ve a diario y que le muestren de esa manera tan cruda el mecanismo interno de su pasatiempos favorito? Hay verdades que es mejor no saber.

23 noviembre 2006

Héroes

No hay más capítulos de Lost hasta febrero, Prison Break dentro de una semana hará un parón enrome... Ja! ¿Y qué? No importa. Porque tenemos Héroes.

Perdónenme la algarabía porque tengo que decirles una cosa. Yo soy una enferma ¿vale? He caído. No hay salida para mí. Pero ustedes están a tiempo. Creanme cuando les digo que no se acerquen a esta serie. Sigan con sus vidas como hasta ahora.




Héroes es una serie de la NBC que va de superhéroes. Y no, no tiene nada que ver con Smallville ni hay ningún Duende verde. El héroe aquí es un elegido que necesita encontrar una misión para reconducir su vida, un mártir que oculta un poder que no controla para que no lo tachen de loco o de asesino y de alguna manera es consciente de que tiene un destino que alcanzar. Y la ciudad es Nueva York donde el horno no está para bollos y mucho menos para ideas románticas de mesías que salvan universos.

Los héroes son muchos. Diría que hay más personajes que en una serie española. Los hay de todas las razas, edades y colores y además, son guapísimos.

Si hay un protagonista ese sería Peter Petrelli que es Milo Ventimiglia (nuestro querido Jess en Las chicas Gilmore y futuro Rocky Balboa), el hermano de un político que hace campaña para llegar al Congreso, y la hace cueste lo que cueste.


Además de haber un montón de caras conocidas, sale Greg Gumberg que parece que paga por actuar en las series. Qué cabrón, no se pierde ni una.



Hay varias cosas que molan en Héroes. Desde luego hay un gran parecido con los Xmen, solo que en este caso los hombres normales no saben de la existencia de los superhéroes. Ésta es una serie de continuidad, nada de episodios independientes, es de las de comerse las uñas y pegar un par de alaridos cuando aparece el Continuará... final.




Los personajes son magníficos, no nos importa lo que piensen, no hay un tratamiento importante de cada uno de ellos, ni siquiera de su pasado. Pero son encantadores. Desde una madre soltera que se dedica al sexo por Internet, un pintor drogadicto, una cheerleader que lo único que quiere es ser una chica normal, un policía que no logra sobresalir... El villano es un gran hijo de puta y un japonés llamado Hiro es de esos personajes que aparecen y cambian la historia de la televisión.



Hay un par de elementos que la relacionan con Perdidos y con Prison Break pero además mejorados. Con Perdidos tiene en común el tratamiento de los personajes que se van encontrando y que se entrelazan los unos con los otros (pero gracias a Dios aquí no hay flashbacks). Y con Prison Break, la excelente motivación que hace que todo esto tenga sentido. El objetivo final concreto y certero. Si Lilcolns Burrows no fuera a morir en la silla eléctrica a qué tanta angustia y tanta tensión. Pero Michael tiene que cumplir su objetivo, tiene que salvar a su hermano en menos de un mes. Lo demás puede esperar, la muerte no.

En Héroes la motivación es espectacular. Perferiría que dejaran de leer porque es mejor no saber nada y descubrirlo en el piloto. Aquí el mundo tal como lo conocemos se va a acabar. Una bomba nuclear va a asolar la ciudad de Nueva York. Pero además de verdad porque lo vemos. Vemos el momento de la explosión. No hay salida, claro, a no ser que los héroes lo solucionen. Tienen un mes. Y en contra la sensatez de quien no se traga eso de viajar en el tiempo y mucho menos de cambiar la historia.


16 noviembre 2006

Empatía

El otro día viendo la fantástica Desperate Housewives (sí amiguitos, la tercera temporada ha subido el nivel como la levadura en agua caliente) me di cuenta de una cosa, hay personajes que son unos verdaderos hijos de puta y que nos caen bien. Y no me refiero a corderos con piel de lobo como House, me refiero a verdaderos monstruos que a lo largo de su vida por lo menos han matado a una persona.

Normalmente el asesino nos cae bien cuando es el prota. Pero cuando por el contrario pone en peligro la vida del protagonista no debería ser así. Yo creo que el actor tiene muchísimo que ver y creo que los productores lo saben y a veces, por miedo a que un personaje nos caiga mal ponen a un actor carismático para que nos entre mejor, es el caso de:

Lynn Mc Gill

En la 5º temporada de 24 (si no la has visto no sigas) llega a la UAT una personita regordeta y simpática. A todos se nos pone una sonrisa en la cara y lo imaginamos con pelucas ridículas y pelos en los pies. Así que cuando unas horas después se pone gilipollas y está a punto de destrozar la misión de Jack no deseamos matarlo ni mucho menos porque nos gusta. Sin Sean Astin, la gran escena de la temporada (la del gas en la UAT) no hubiera sido la misma porque no solo nos daría igual lo que le sucediera al personaje, sino que querríamos verlo retorcerse de dolor.

Orson Hodge

Kyle Maclachlan
aparece al final de la segunda temporada de Mujeres despeseradas (no sigas si no estás al día con la tercera) . Ayuda a Susan Mayer en el cine, mientras Mike Delfino tiene una cita con otra y nos encanta porque le va a dar un poco de aire fresco a una trama que nos importa un bledo. Al final de la temporada, cuando Mike vuelve con Susan, Orson de pronto deja de ser un panoli, y se convierte en un asesino despiadado. Atropella a Mike que se queda en coma y además se enamora de Bree Van de Camp, a quien por lo visto todos los hombres manejan como quieren.
Cuando empezó la tercera temporada yo estaba mosqueada. Bree había pasado de un farmacéutico psicópata a un dentista psicópata. La trama del primero no cuajó tanto como esperábamos porque prometía más sufrimiento y sobre todo más suspense. Pero la cortaron de cuajo, quizás porque ya imaginaban esta otra... no sé.
La cosa es que se parecían. Bree se enamora de dos hombres que han matado a gente y que la tienen engañada. Uno de ellos a su marido y otro a su propia mujer.
Pero claro, ahora la cosa es distinta porque aún sabiendo que ha atropellado a Mike, aún imaginando (no lo sabemos a ciencia cierta) que ha matado a su mujer, que odia a su madre, que ha asesinado a una francesa ¡este tío nos cae bien!
Me encantan las caras de complicidad que le pone al hijo de Bree. Me encanta como la ayuda en la cocina y como se complementan cuando descubren una mancha de vino en el mantel. Están hechos el uno para el otro, y por más asesino que sea, es el asesino que Bree necesitaba en su vida. Además ha valido la pena que Susan cambiara a Mike por Ian, que es un encanto y no se lía a tiros con la gente.
No sé si será cosa del personaje, pero ¿como puede caernos mal el agente Cooper?



T-Bag

Pederasta, psicópata y asesino. Sí, pero nos encanta. Al principio debo reconocer que no me gustaba mucho porque no le dejaba sacar el tornillo a Michael. Pero después la cosa mejoró.
Abruzzi era un tarado y álguien tenía que enfrentarse a él. Cuando se metió en el grupo de trabajo pensamos, mierda, éste la caga. Pero luego se convirtió en el más gracioso.
Es ese tipo de personaje del que no se puede prescindir a pesar de que éste sí que es un verdadero hijo de puta. Y aunque el actor es deconocido y ni siquiera es guapo, ni agradable, cuando sale, el resto del plano desaparece.



15 noviembre 2006

Adivina quien soy

Película para no dormir de Enrique Urbizu con guión de Jorge Arenillas. Voy al grano. Spoilers a tutiplén.

Todo empieza en Centroamérica. Homenaje a El exorcista. Jose María Pou vendría a ser el padre Merrin. Persigue a álguien, lo encuentra y cuando lo va a matar se le escapa.

Época actual. Una niña que adora las películas de terror y en su cuarto en vez de una Barbie tiene un Nosferatu en ocasiones ve monstruos. Pero son sus amigos.




Su padre por lo visto ha muerto y vive con su madre que es enfermera. La madre está muy delgada y no se le entiende cuando habla pero no porque tenga alguna disfunción maxilofacial, sino porque es Goya Toledo.

Los monstruos que se le aparecen a la niña son el garrulo de La mantanza de Texas con su sierra mecánica y un montón de trozos de bacon en la cara y el vampiro Nosferatu.




La niña que parece de 12 años porque tiene un cuerpo enorme y voz de camionero, en realidad debe de tener unos 6 porque está en preescolar. Yo sé que la educación ha cambiado y la verdad es que no tengo ni idea de qué diferencia hay entre cuarto de la Eso y segundo de bachillerato, pero si un niño lleva un baby en cuadros vichy blancos y celestes, ese niño no está en Primaria ni de coña. Además el resto de niños eran pequeñísimos, estaban sentados en mesas enfrentadas y el profe les estaba dictando un texto de lo más ramplón con vacas, flores y conejitos.


Esto a mí me estaba volviendo loca así que solo intentaba recordar qué coño había hecho yo en mis 3 primeros años de primaria ¿cómo eran los dictados? ¿Llevaba uniforme? ¿Rodrigo empezó a ser mi novio en segundo o en tercero? Eso hizo que me desentendiera un poco de la trama. Pero bueno, algo de atención presté.

El hobbie de la niña es el terror, ella está todo el tiempo viendo pelis de miedo. Así que cuando la madre la manda a bajar la basura la niña se mete en un cuarto y ve por primera vez al monstruo de la Matanza de Texas.

Esto es un poco estúpido porque los fans del terror somos los más miedicas, pero bueno. No tenemos por qué generalizar.

La niña habla todo el tiempo con el vampiro, se lo encuentra en la calle, en la playa. El vampiro ve que la madre de la niña habla con el profesor del cole. Esa noche lo mata.

El padre Merrin va a buscar a la madre de la niña para contarle que el padre que creían muerto está vivo. Pero no va y le dice Oye, que el padre de tu hija está vivo. No. Da una de vueltas... primero llama al hospital para preguntar que a qué hora sale ella. Tanto lío para luego no ir. Al día siguiente sí que va pero se sube en el mismo autobús que ella y simplemente la observa. Un día que la mujer está cambiándole el suero a un paciente ahí está él, sentado en una silla. Entonces se lo cuenta.



Aquí tenemos dudas. Un amigo dice que el padre Merrin en realidad no era sacerdote, que era policía y que le contó a la madre que su marido había matado a su hija (la de Merrin) y quería vengarse. Mi novio dice que sí era sacerdote y que qué hija. Y yo, seguramente sumida en aquellos recuerdos del colegio no me enteré de que tuviera una hija, pero tampoco de que fuera cura. Igualmente no pasa nada, lo único importante que necesitan saber es que el padre Merrin perseguía al vampiro.

El vampiro mata al padre Merrin que le dispara varias veces pero las yerra todas. Y esto puede ser porque era muy mal tirador o porque el vampiro era inmortal (Aquí todavía creemos que era un vampiro de verdad).

Una noche la niña que está pasando el tiempo dando vueltas por los sótanos oscuros del edificio ve en el garaje a su madre follando con el conserje.

El conserje luego muere.

Esa noche la niña invita al vampiro a su casa y Goya Toledo se queda petrificada. Pero qué haces aquí? Vengo a comer pizza ¿Te gusta la piña? le pregunta la niña que en principio no sabe que es su padre (Nosotros tampoco lo sabemos a ciencia cierta pero lo intuimos). La conversación en la mesa se pone tensa. El vampiro deja caer que su mujer era una... (o puta o drogadicta, a gusto del espectador). Entonces ella grita ¡No! para que el vampiro no termine la frase y él le da un guantazo.

Aquí la niña ya empieza a estar hasta los cojones de su nuevo amiguito y parece que se arrepiente de haberlo invitado a cenar.

La madre la acuesta en la cama. La madre folla con el vampiro. Aparece el otro monstruo sentado en la cama con la niña, saca la sierra mecánica y va a matar al padre de la niña (que no era un vampiro claro). El padre sale huyendo y aparecen todos los monstruos conocidos, el verdadero Nosferatu, Mr. Hyde... vamos, un montón, todos super bien maquillados y mejor vestidos.

Y nada, que se lo cargan.

La película termina con la familia en el salón, la madre, el padre leyendo el periódico y la niña viendo la película del comienzo, esa en centroamérica con José María Pou.

Créditos.

Yo por mi parte no vuelvo a ver una película para no dormir española. A no ser que me paguen.

13 noviembre 2006

Cuento de Navidad

En esta época del año tan bonita, llena de pompones y brillitos dorados nada mejor que una película para no dormir.

Paco Plaza era mi última esperanza (me encanta El segundo nombre). Y qué les voy a contar que no sepan. Pues que no. Que tampoco.




Yo creo que es un problema general porque casi todas estas películas lo tienen y se solucionaría con una visita a la Fnac. Planta segunda, sección cine, subsección Guiones, autor Syd Field, El libro del guión.

Para aquellos lectores que nunca hayan escrito un guión les voy a dar unas lecciones sencillas que aprendí con el citado libro que me regaló una tía que no sabía qué comprarme casualmente por Navidad. Así que ya saben, después de esto todos podrán escribir su propia TV movie. Y luego hacemos un concurso. Eso sí, que los guiones se los lea otro, que yo después de la de Urbizu me retiro.

Lo primero que tienen que aprender es que hay unos plot points, o lo que es lo mismo puntos de giro, que se van colocando a medida que se escriben las páginas. A las 30 páginas pones uno, a las 45 pones otro y a las 75 otro. Más o menos. Tampoco es una ciencia cierta pero si queremos efectividad mejor que contemos bien.

¿Que qué es un plot point? pues es ese acontecimiento que sirve para que la historia cambie y el espectador siga con los ojos abiertos. ¿A que parece fácil? Pues no lo debe ser tanto porque en todas estas películas los puntos de giro están en el sitio equivocado, si están.

Me dirán los listos las reglas están para romperlas, claro, pero eso si eres David Lynch.




Cuento de Navidad se desarrolla en el año 85. Supongo que para utilizar una serie de referencias que marcaron la infancia del guionista y son, como no, Star wars, el equipo A, Karate Kid...

Los protas son cuatro niños y una niña. Amigos y residentes en una típica ciudad costera. Estamos en invierno, en Navidad, y una tarde encuentran tirada dentro de un pozo, a una mujer vestida de Papá Noel. Van a avisar a la policía y al llegar a la comisaría descubren un fax con la foto de la mujer. Es peligrosa y ha robado dos millones de pesetas. Se largan de la comisaría sin contarselo a nadie e intentan sacar tajada del asunto.

Hasta aquí la sinopsis oficial, a partir de ahora la sinopsis con spoilers.

Todo empieza con una película de zombies ochentera (lo mejor de la peli sin duda). Los niños son fans y se la saben de memoria. Hay un ritual para convertir a un muerto en zombie. Algo con una gallina. La peli cuenta que para matar a un zombie hay que clavarle algo en el ojo y deberia echar un líquido negro y viscoso.

Los niños son muy típicos, hacen gamberradas, tienen conversaciones tontas sobre personajes de películas, y no parecen malas personas. Pero claro, cuando ven a la mujer del pozo se les enciende la lamparita y deciden quedarse con los millones. Eso es llamativo porque no parecían tan desalmados.

Al principio le tiran comida, pero luego descubren que es probable que si la hacen pasar hambre les diga donde está el dinero. Así que dejan de darle de comer.

Los chicos se vuelven sádicos y la niña se desmarca, intenta darle comida a la mujer pero los niños se lo impiden.



Hasta ese momento, a pesar de las tonterías de tanta referencia y tanto guiño cinéfilo que no aporta nada, me está pareciendo una peli estupenda porque son los niños los que toman las riendas. Los niños dominan al coco. Es una mezcla entre los Goonies y Hard Candy. Y pienso esto sobretodo porque estamos en el minuto 45 y nada ha cambiado (la mujer aparece en el minuto 5). Porque en el minuto 45 está todo el pescado vendido. Uno sabe quién es el bueno, quién es el malo, por qué hacen lo que hacen y lo más importante sabe quién quiere que gane.

Pero de pronto sucede algo, dos de los niños hacen un ritual con una gallina. Una mañana la mujer aparece muerta. Van en busca de la policía que cuando llega descubre que la mujer ha desaparecido. Los del ritual confiesan a sus amigos lo que han hecho, la mujer se ha convertido en un zombie. Atención, estamos en el minuto 50 cuando pasamos de Hard Candy a Resident Evil.

Y jode, porque te estaban vendiendo una cosa y pasa a ser algo típico (repetido además en la de Balagueró). La supuesta muerta empieza a perseguir a los chicos y yo en ese momento tiré la toalla y me fui a regar la gardenia. Mientras, escuchaba toda la persecución de fondo. Porque ¿qué podía importarme? Si los niños eran unos cabrones, si la mujer era mala (ahora ya lo era) ¿con quién tenía que identificarme yo? No me importaba ninguno de esos críos insoportables y la mujer, que sí me había importado ¡Había cogido un hacha! ¡Un hacha! por Dios Santo. Y con el hacha y además cojeando, iba haciendo chispitas por la pared ¡Chispitas!

Estas cosas hacen que los espectadores perdamos la paciencia y nos desentendamos de la historia totalmente.

Luego, pues lo de siempre. Matan a la zombie, pero no se lo pierdan, la mata el fan de Karate Kid con la patada de la garza. Miro el reloj y quedan ¡10 minutos más! Que álguien me explique esta estructura porque es de locos.

Después hay un giro final. En realidad la mujer no era una zombie porque no estaba muerta. Pero ahora que sí lo está, sí se convierte en una zombie y los mata a todos (esta escena por suerte es en off). A la niña le perdona la vida porque le había dado de comer.

De la dirección lo único destacable es que Paco Plaza decide no mostrar a ningún adulto, todos salen con las cabezas cortadas, a excepción de la presunta zombie. Yo de él hubiera hecho la peli de zombies que prometía durante los 5 primeros minutos, esa seguro que hubiera sido maravillosa.

Para que vean lo ridículo del tema, en internet casi todas las sinopsis de la película, salidas de la propia web de Filmax, cuentan la peli hasta el momento en el que los niños creen que la mujer está muerta, avisan a la poli, estos llegan y la mujer ha desaparecido. Es decir cuentan los primeros 50 minutos. Cuando es así, o hay un gabinete de prensa muy malo o el guión está escrito como el culo.

El libro cuesta 21 euros más o menos. Tampoco es tanto ¿no?



12 noviembre 2006

por qué

1) ¿Por qué no me gusta Anatomía de Grey?

La competencia es tremenda y hay que diferenciarse. Para eso se toman decisiones creativas arriesgadas o simplemente originales. En el caso de esta serie los creadores decidieron hacer una de hospitales pero con gente que no pareciera que estaba en un hospital. Los personajes van a ser lo más importante, Grey va a tener una jartá de problemas y habrá un montón de secundarios divertidos y por supuesto ingeniosos. Eso sí, que no parezcan médicos, que en general son feos y calvos.
Ningún personaje parece médico, una es una preciosa modelo, la china es una borde y hay un pamplinas que deambula por ahí con aspecto de víctima desahuciada. Y luego está Grey que lo único que la he visto hacer en los pocos pero suficientes capítulos que me he tragado ha sido mirar a los enfermos con cara de obnubilada y dejarlos morir.
Nunca la he visto curar a nadie. En el piloto salva la vida de una chica pero en plan teórico. Luego se les queda mirando y ya. Todos la tratan mal, como si fuera una novata. Pero claro, su aspecto de treinteañera operada no va bien con ese concepto.
Ojo que no estoy criticando a estos personajes (a Grey sí). Son lo que son, están bien, pero para otra serie. No digo que una doctora no pueda ser modelo, digo que esta gente se comporta como si estuviera en una agencia de publicidad, o en un colegio, o en un bar de Boston. Pero no en un hospital. Y esta idea de qué creadores más innovadores me resulta tan caprichosa que me saca de la historia.
Pongo un ejemplo. Se van a la grada a ver las operaciones zampándose una bolsa de palomitas y aplaudiendo a los cirujanos. Verosímil no es. Ridículo, bastante. Y yo me trago las estupideces de Lorelai Gilmore con la cabeza bien alta. Pero es Lorelai Gilmore, un PERSONAJE DE VERDAD en el sentido más profundo de la palabra verdad.

2) ¿Por qué me gusta Los serrano?

No la veo por una cuestión de prioridades pero me gusta. Tiene problemas, como no (¿qué es esa tontería de que los hermanos pequeños también se líen?? eso es un incesto en toda regla) pero sale bien parada de ese formato infernal de 80 minutos y eso se puede decir de pocas. Y para mí ese es su único hándicap.
Los serrano tiene varias vías por las que enganchar y las usa todas. El grupo de los tres chiflados (Fiti, Bonilla y Resines), la historia de amor entre Marcos y su hermana y el colegio y sus niños graciosos. y aquí hay dos vertientes, la de los adolescentes (alejo sauras es lo mejor de la serie) y la de los niños que es más flojita (a mi me gustaba un argentino muy gracioso).
Pero bueno todo esto no serviría de nada si la serie estuviera mal escrita o mal dirigida. Pero no es el caso. No hay profundidad en las historias, pero tampoco se necesita. Solo pasan cosas del estilo de Friends, cosas superficiales que hacen gracia y no creo que les beneficiara ir a más. Todos los actores están bien (excepto los niños que son un coñazo) así que le doy un 5 y la encumbro en la mejor serie española existente.

3) ¿Por qué me gusta Yo soy Bea?

Porque la actriz es fantástica, porque él está bueno aunque sea un ladrillo, porque me descojono, y porque un culebrón siempre es necesario. De cualquier manera es importante aclarar que puedo prescindir de ella, hay días en que no la veo. Eso sí, siempre compruebo si el cambio se acerca. No vaya a ser que me pierda la transformación y entonces tenga que cortarme las venas.
Hay dos cosas que una chica nunca debería perderse: la final de supermodelos y el cambio radical de Bea.

4) ¿Por qué no me gusta Buenafuente?

Me aburre hasta hablar de él. Solo diré que es un programa que todo el mundo dice que ve pero nadie ve. Al revés de lo que pasaba con Crónicas Marcianas, porque este 15% de share es un poquito escaso. Estoy harta de oír que es un programa inteligente. Los programas inteligentes o son divertidos o enganchan, o las dos cosas.
Pero el porqué es lo que importa. Porque es presuntuoso, porque se sabe superior. Y no. No.

5) ¿Por qué no me gusta El comisario?

Porque los personajes son un desastre, porque están siempre preocupados y sueltan parrafadas de explicaciones aburridas y estúpidas. Porque los actores son feos, porque además no se creen lo que dicen, porque nadie se lo puede creer. Porque la gente no habla así. Porque bastante patraña era la serie ya como para encima meterle un CSI de pacotilla. Porque Tito Valverde está para matarlo. Porque parece una parodia de Homozapping.

04 noviembre 2006

Me llamo Earl

Estos días he estado totalmente fuera de juego. Me he ido de viaje por cosas de trabajo, metida dentro de una feria durante 3 días infernales, tanto que un temporal pasó por delante y yo no me enteré.

Además, el estrés y el cansancio me cambiaron el sueño y ahora me quedo dormida en cuanto me acerco a un sofá y esto significa que es imposible que yo pueda ver del tirón un capítulo de más de 20 minutos de una serie en inglés.

Es angustiante porque solo puedo ver cosas cortas y dobladas, así que en este momento, en mi vida solo cabe Me llamo Earl.




Supongo que sabrán que ganó un Emmy por su piloto y se lo merecía, porque es un capítulo divertidísimo y lleno de giros. Earl es Jason Lee, ese ser adorable que nos conquistó al contar aquello del pedo y la felación en Mallrats. Su hermano es Ethan Suplee que también estaba en el centro comercial intentando ver un barco de vela. La ex mujer de Earl es Jamie Pressly que le pone el toque histriónico al asunto.



Hay muchas cosas buenas que decir de esta serie, pero la principal es el argumento. Earl es un ladrón de poca monta, un perdedor, un ser corto de miras, casi sin cerebro que de pronto ve en la tele un programa en el que se habla del karma: Si das cosas buenas recibirás cosas buenas y si das malas ni te cuento. Earl adopta el concepto como estilo de vida y decide escribir en una lista infinita todas las cosas malas que ha hecho en su vida para remendarlas, así que por ejemplo tendrá que pedirle perdón a un amigo que ha ido a la cárcel durante años por un robo que en realidad había cometido él mismo.



La lista es de lo más estrambótica y en cada capítulo se tacha uno de los nombres. Los personajes episódicos son rarísimos, y aunque parezca imposible que haya gente aún más freak que los hermanos protagonistas, siempre nos sorprenden. En uno de los primeros capítulos sale el loco de Prison Break haciendo eso que tan bien sabe hacer (de loco claro) en una de las escenas más desternillantes hasta ahora (la de la Biblia).

La serie es contada a través de la voz en off de Earl y está llena de flashbacks para que veamos qué clase de maldades había llegado a hacer en su oscuro pasado.

Me llamo Earl no es una serie de chistes (no es Friends), es una serie de situaciones de pura comedia que llega al climax con paciencia e inteligencia.

He leído por ahí que es absurda y surrealista, yo creo que no. Lo son los personajes. Son el colmo del esperpento y el colmo de la estupidez.

Si hay algo que no me gusta es el personaje de la chica hispana que trabaja en el hotel, pero supongo que está ahí como contrapunto, álguien tiene que pensar.

Dice mi amigo Thehardmenpath que hay que verla en inglés porque Jason Lee habla con acento sureño y yo le creo.

23 octubre 2006

La culpa

La culpa no es que sea mala, es que es espantosa.

Yo quiero dejar claro que no tengo ninguna necesidad de poner a parir películas por escribir una frase más o menos graciosa. Yo digo lo que veo. ¿Que soy dura? sí, vale, pero no se trata de venganza. Se trata de justicia.

Y no tengo ningún problema en tirar por la borda el esfuerzo de todo un equipo en un par de líneas. Porque vale, yo puedo imaginar a 45 personas levantándose a las 6 de la madrugada para rodar una peli durante 4 semanas, pero la peli sigue siendo un espanto. Y me jode tratándose de quien se trata, que considero que ha hecho el mejor terror de la historia del género en España.

Pero el nivel de las películas para no dormir es cada vez peor y parecía imposible (aunque yo tengo todavía grandes esperanzas en Paco Plaza porque soy así de soñadora).

Se preguntarán como es que sigo con este pack, pues porque es una cuestión de principios. He dicho que las voy a criticar todas y lo voy a hacer aunque me cueste la cordura.




La culpa es una película que se ríe de sí misma pero sin querer. La cosa empieza bien porque estamos en los ochenta, la dirección artística y la fotografía parecen de película de Garci y las actrices son estupendas, nunca mejor dicho. Una doctora lesbiana (Nieve de Medina) contrata a una ayudante (Montse Mostaza) para que se vaya a vivir a su consulta, que también es su casa. Ésta es madre soltera de una niña que nada tiene que envidiar a Dakota Fanning a excepción de su enorme fortuna.

La niña que da mucho miedo porque es rubia y tiene dos trenzas de lo más aterradoras es bastante echada palante, o sea, que si hay una puerta ella la abre y si cree ver algo debajo de la cama ella se agacha (Tuvo suerte de no salir en otra entrega que yo me sé porque se le iba a acabar la tontería).

Entonces estamos en una casa de estas grandes, con patios internos, áticos polvorientos y una consulta médica totalmente equipada, con una lesbiana con ganas de ligar, una madre soltera de muy buen ver y una niña inquieta. Y por si eso fuera poco hay una puerta misteriosa pero con la llave por fuera. Y aquí yo me empiezo a mosquear porque las llaves nunca deberían estar en las cerraduras. A lo sumo en un cajón. La segunda vez que sale la puerta misteriosa, la ayudante, mosqueada claro, ve que se mueve el picaporte.

Como me he lanzado la voy a contar toda así que a partir de aquí cuidado. La ayudante intenta sonsacar a la doctora a ver si hay algo en la casa pero ésta dice que no. O miente o no sabe que tiene gente viviendo en la habitación de al lado.

La tercera vez que sale la dichosa puerta ¿quién pasa por ahí? Efectivamente, la cría. Entonces hace lo que todos los críos en esas situaciones. En cuanto ve moverse el picaporte pues entra, no vaya a ser que el fantasma o el monstruo salga corriendo.

Una vez dentro de la habitación extraña, la niña ve velas como para surtir a una urbanización en caso de apagón, todas en su candelabro. Esto le parece de lo más normal porque sigue adelante. Y entonces se encuentra una cama muy adoselada con una señora bastante mayor dentro. Para más inri aparece por detrás otra persona que toca a la niña. Claro que a nosotros, que hemos visto hace tiempo la cerradura, las velas y la vieja en la cama, esta última aparición no nos produce ni un temblor. Pero bueno, como intención es buena.

Hasta este momento la película nos está encantando pero nos empezamos a preguntar, más que nada porque estamos por el minuto 30 que de qué va.



A partir de este momento empieza a plantearse el tema de los abortos. La doctora parece que ejerce mucha influencia en sus pacientes. Es como si quisiera que las mujeres no tuvieran hijos.
Pero esto, que es bastante interesante, solo se intuye, no hay intención de contar tal cosa.

Hay un personaje misterioso llamado Cristina que por lo visto vivió allí y de la que la doctora estuvo enamorada.

Luego nos enteramos de que las que viven en la habitación misteriosa son las verdaderas dueñas del edificio, así que la mujer que tocó a la niña y la vieja, son simplemente vecinas. Eso no se sabe en su momento, así que la escena de la niña termina con una mano por detrás y hasta varias escenas después no nos cuentan quien la tocó.

La ayudante se queda embarazada y decide abortar básicamente porque lo dice el guión. La doctora la induce y además ella hace una llamada telefónica al supuesto padre que está pasando el fin de semana fuera, así que claro, como no coge el teléfono decide quitarse el niño de encima.
Normal.

Estamos en el minuto 45 y no sabemos de qué va la película. Pero llega el aborto y pasa algo inquietante. El feto desaparece. Pero para este momento ya estamos hartos de preguntarnos qué nos intentan contar y empezamos a ponernos nerviosos.

En este momento la niña sube al ático por primera vez. Y a partir de aquí subirán al ático no dos, ni tres, sino CINCO veces. Carcajadas y lágrimas me salían cada vez que álguien subía una escalera. La niña coge del ático una preciosa lata de galletas y la cuida como si fuera un juguete nuevo. Las dos mujeres mosqueadas por la desaparición del feto, y por las cosas raras que pasan en la casa (la basura por ejemplo aparece tirada en medio de la cocina) empiezan a sospechar que la niña lleva el feto de su hermanito en la lata.

Bueno... vamos a abreviar... la cosa es que muere gente. Una paciente que ha ido a abortar aparece muerta cuando la doctora se va a la cocina a preparar una manzanilla. La doctora no ha sido claro, y en la casa solo está la niña y el presunto feto asesino.

Una noche la doctora va hacia la cocina y se encuentra con el siguiente panorama, el cubo de la basura tirado y al mirar hacia los estantes ve -y vemos- que se mueven algunos recipientes.

En ese momento alguien la mata.

La ayudante ve a la muerta, va hacia el ático y allí está la niña. Y entre lágrimas y gritos, la madre confiesa que es la asesina, en realidad no lo dice, pero se entiende y claro, ni feto ni leches. Así que seguramente los botes de la cocina se habían movido porque algún ratón pasaba por allí.

Y todo, los actores, la dirección artística, la fotografía, la puesta en escena... no tiene ningún valor, cuando la historia no existe.

20 octubre 2006

Empachos de realidad

En otros tiempos la vida era perfecta. Yo me quejaba del verano sí, pero qué jugo dio. Exprimíamos las pocas horas de tele con temporadas enteras y así a lo tonto, en plan vamos a acabar con esta de la funeraria, tocamos el cielo.

Y a pesar de eso nos quejábamos, que a ver cuando llegaba Perdidos y cuando llegaba Verónica Mars... Pero claro ¿quién se iba a imaginar que con el otoño las cadenas se iban a volver locas e iban a hacer la temporada de telerealidad más intensa de la historia de la televisión en este país?

Porque yo me entrego con garra a un Gran Hermano, lo hago con orgullo y sin prejuicio. Y me entrego con garra a un OT, pero ¿a los dos a la vez? No es saludable. Pero eso es solo el principio. Está también Supermodelo 2006. Y yo tengo pesadillas en las que Elisabeth y Javi se van a tomar unas cañas y planean acabar con la humanidad.

Hay tres tipos de Gran Hermano, aquél en el que los malos se hacían pasar por buenos (Ismael y Patricia Ledesma), aquél en el que los buenos resultaron no serlo tanto (Juanjo, Fresita) y aquél en el que los buenos lo eran de verdad (Pepe, Sabrina).




Hay una característica general para los tres, a la vista del votante eran BUENAS PERSONAS. Está claro que en casa cada uno ve lo que quiere ver, se entrega tanto a un concursante que no le ve defectos, pero lo que está pasando en esta edición no tiene parangón, o el público está ciego, o el público es más malo que la peste o está cansado de Gran Hermano y quiere sangre en Guadalix.

El grupo de Javier formado por el sociópata de Dani Rubio, el lerdo de Dani López, la histérica (con trastorno bipolar) de Naiala, la víbora verborreica de Laura y el inclasificable Pulpillo ha demostrado no tener humanidad, ser egoístas, prepotentes, mentirosos, cagarse en sus compañeros... Pero por raro que parezca ganan.




Hablan en voz alta de sus estrategias. No ocultan su maldad, humillan, usan su inteligencia para desprestigiar a los demás, se burlan por detrás y por delante. Javier es tan cínico que seguramente esté desarrollando alguna patología esquizoide. No se puede ser así tantas horas al día y mantener el cerebro en buen estado.

Hay un grupo enorme de gente, capitaneado por Belén Esteban que ha visto algo en Naiala y ha decidido defenderla cueste lo que cueste. Gente que por raro que parezca acepta comportamientos misóginos, racistas, egoístas... ¿por qué? Porque algo ha cambiado. La gente quiere algo diferente. Y esta vez no es por ceguera o ignorancia porque aquí no hay engaño que valga.

Naiala y Laura son malas, pero malas a consciencia. Saben que son odiadas y entonces dan razones. ¿Dónde se ha visto? Ni en un cuento de Andersen. Pero lo de Naiala puede dar un giro. Porque ahora su grupo la desprecia, Javier la trata como el culo, Laura la insulta cada dos por tres y Dani López la está usando en un inusitado -y secreto- plan para ganar dinero. Si estos imbéciles convierten a Naiala en una mártir, nadie la quita del podio.

Pero bueno, queda una esperanza. Como Gema y Kiko eran los más problemáticos del grupo de los buenos, es posible que ahora las aguas vuelvan a su cauce y que empiece el concurso otra vez. ¿Lo bueno? Que los malos han festejado como locos anoche. Y eso solo puede llevar a una cosa: la caída será más dolorosa.

Pero esta tendencia maquiavélica cruza fronteras. En Supermodelo 2006 hay dos grupos clarísimos liderados por Elisabeth y Yasmin. Las dos de Tenerife y las dos jodidas. Yo soy del grupo de Yasmin, que es la más inteligente, la más guapa y la más chic y también soy fan de Mayte que creo que va a ganar. Que por cierto, la vi el otro día por la Gran Vía, iba toda vestida de negro, super gótica, era como una jirafa delgadísima y le llevaba una cabeza al novio ¡Era muy desagradable! Esa tía podía salir perfectamente en una peli de Tod Browning. Pero las top son así, en el mundo de los vivos asustan pero en la pasarela arrasan.

En el grupo de las malas está una despiadada Elisabeth que es tremendamente guapa pero con una Naomi estamos servidos y la cateta de María José que es algo asi como una mala pero sin querer. Es mala por ignorancia. No sabe hacer otra cosa que putear. Buena modelo sí que es, ojo.

Y luego está Malena que es bellísima pero que se metió en el grupo equivocado (¡cómo sale en las fotos esta chica por Dios!) Ella tuvo la culpa de que la buena de Graciela abandonara el concurso.

Lo que nos faltaba es que esto también sucediera en Operación Triunfo que se supone que es la cuna de los cándidos. Hay unas tías malas hasta decir basta que están de morros todo el día y se meten con los jovencitos. Son Encarna la sorda y Mercedes, la Chenoa salsera.
No se puede ir por la vida con esa mala leche. Y más cuando tenemos enfrente a personas sin ninguna maldad.


Porque si hay un santo en la Academia ese es Xavi, que bajó 20 kilos en dos meses y se tiñó de rubio. Un tío que a pesar de tener el sentido del ritmo anquilosado, de no saber ni caminar con gracia y de llevar siempre unos pantalones dos tallas más grandes para ocultar quién sabe cuanta flacidez, es capaz de subirse a un escenario ante millones de personas, se merece el cielo.

Pero bueno... como siempre parece que se quedarán los malos. Y esto no debería preocuparme. Pero me preocupa. Porque ayer un amigo dejó de ver Gran Hermano en el preciso momento en que Mercedes nombró a Kiko. Y eso a mí me jode. Porque me deja sin tertuliano. Y ya solo me queda este blog. Confío en Ra y en Manga, para que me acompañen en estos momentos tan tristes.

17 octubre 2006

Weeds

En otros tiempos existían dos tipos de series, las sitcoms y los dramas. Hasta que en el 97 David E. Kelley inventó la dramedia con la maravillosa Ally McBeal, una serie que en 45 minutos condensaba comedia esperpéntica, musical y encima le sobraba tiempo para atender alguna que otra trama jurídica.

Weeds es algo así como una sitdram. Es una serie de media hora en la que te ríes intensamente pero poco y siempre te emocionas.

Hay muchas razones para ver Weeds, pero sobre todo dos: Mary Louise Parker que renace de las cenizas con el personaje de su vida y la indescriptible Elisabeth Perkins.

Los créditos lo dejan todo claro, es un barrio residencial, con gente conservadora y aburrida donde todo el mundo ejerce su profesión sin molestar a nadie, hay 100 médicos iguales y 100 amas de casa iguales… y entre ellos Nancy (Mary Louise Parker) que se dedica a vender marihuana.



Nancy se ha quedado viuda y tiene dos hijos, uno adolescente y otro de 10 años que tiene problemas en el colegio por cosas como escribir un rap sobre como asesinar a sus compañeros.

Cada uno aguanta su vela como puede e intenta sobrellevar la ausencia de un hombre que los hacía profundamente felices.

Pero como en toda buena sitcom, la sal está en los alrededores. A Nancy la acompaña su vecina Celia (Elisabeth Perkins) que no es precisamente su amiga pero está siempre ahí. Celia es el House de las amas de casa, cínica, desgraciada y cruel... hasta con sus hijas, a la pequeña le cambia el chocolate por laxante porque está demasiado gorda.




La señora de la limpieza es una versión del mayordomo del príncipe de Bel Air pero en latina. Escupe mala leche en castellano y manda más que la propia dueña de casa.

El contable de Nancy es su mejor cliente. Se gasta su sueldo en hierba y forma, junto con el marido de Celia el equipo de fumetas más dicharachero del barrio.

Cuando parecía que estábamos todos, en el capítulo 5 de la primera temporada aparece para quedarse el cuñado de Nancy (Justin Kirk), que se podría decir que reune las características más desagradables (en el buen sentido) de todos esos personajes desagradables de la televisión. Es el típico personaje que llega y lo destroza todo, un descarriado. Pero es guapo y es lo que importa.

La guinda la pone la familia negra que provee a Nancy de la droga. Unas personas encantadoras mientras no se les deba dinero.

La gracia de la serie está en la dicotomía entre los estrambóticos personajes y el lugar donde están. Nancy es la única persona capaz de llegar a los sitios más apartados y oscuros de esa sociedad perfecta en la que cada ama de casa es una Bree Van de Camp y en la que cada marido es recto y fiel.


Hay un cruce -yo es que soy de buscar cruces- entre Doctor en Alaska y Las chicas Gilmore, por las situaciones extravagantes pero vamos, que es una serie de personajes, con diálogos perfectos, sutilmente medidos, con momentos divertidísimos (casi todos en off) y con unos actores fantásticos.

La echan en Canal plus pero no sé qué día. Esta web y yo tenemos serios problemas de entendimiento.

15 octubre 2006

Regreso a Moira

Con este título Mateo Gil pone su granito de arena al pack de películas para no dormir que tantas alegrías nos da.

Cuando nos encontramos con una peli como ésta creo que casi siempre nos hacemos la misma pregunta ¿Qué productor en sus cabales puede leer un guión así y decidir producirlo? Pero no es el caso. Aquí la pregunta es otra ¿Qué productor en sus cabales ha tenido los santos cojones de terminar de leer este guión? Porque miren que hay que tener paciencia ¿eh? Además que no haces otra cosa que pensar en eso durante la peli. Y aquí está el verdadero terror de esta entrega ¡¡¡Imaginas que te llega esto en 90 páginas!!! Y lo pasas mal.

La segunda pregunta que te viene a la cabeza es ¿Por qué Mateo Gil? Aunque en realidad la pregunta es ¿Por qué extraña unanimidad se ha decidido que Mateo Gil es un buen guionista? No creo que ser un coguionista convierta a álguien en buen guionista. Me explico. Cuando este señor escriba un guión cojonudo solito es posible que nos empecemos a plantear que lo es. Pero no ha sucedido.

Que este hombre ha escrito El Método, que es el ejemplo perfecto de como estropear una estupenda obra de teatro quitándole todo lo bueno y cambiándolo caprichosamente por novedades que no van a ninguna parte. Imaginen 12 hombres sin piedad con paradas para ir al baño. Sí, es así, salvando las infinitas distancias.

Que es el autor de Nadie conoce a nadie por Dios Santo.

Pero lo más importante de todo, es el guionista de Allanamiento de morada. Esto a mí me pone excesivamente nerviosa. Yo no entiendo por qué a la gente se le hace el culo pepsicola con este corto. Un amigo me lo recomendó y me quedé de piedra. Le dije a mi amigo "¿Has trabajado de vendedor alguna vez?", lo negó, entonces le conté que yo sí había trabajado de vendedora y que el guión del corto era exactamente igual al guión que nos daban en la editorial que hacía esas enciclopedias médicas valoradas en 200.000 pesetas y que teníamos que encasquetar a familias que no llegaban a fin de mes (yo aguanté 2 días haciéndolo porque aunque no lo parezca, tengo algo de humanidad y por aquella época más).

Pero lo que yo no entendía es donde estaba la propuesta de Mateo Gil. La venta es algo que todo el mundo conoce. Es así, cruel, cruda, despiadada. Mostrar un proceso de venta... tan normal, que la gente ve a diario... yo no entendía la gracia. Hubiera sido más interesante ver que esos vendedores necesitan el dinero tanto como esa mujer, y que tienen que luchar contra sus valores.

Pero bueno, reconozco que es algo personal y que las personas que nunca han vendido nada pueden encontrarlo original.

Al grano que me lío. Regreso a Moira cuenta la historia de Tomás (Jordi Dauder) un hombre de unos 60 años que tras la muerte de su esposa recibe una carta del Tarot que le hace volver a España para enfrentarse con su pasado. Durante el regreso recuerda su juventud en la que conoció a Moira (Natalia Millán) cuando ésta se acababa de mudar al pueblo. Tomás (Juan José Ballesta) tenía 16 años y fue a espiarla junto con sus amigos.




La película empieza con una imagen onírica y aquí el director saca su primera carta terrorífica. Porque claro, si estamos en una peli de terror y encima soñamos ¿como no vamos a sacar a un fantasma? pues eso, que sale el fantasma. Así que la cosa promete.

A partir de este momento pasado y presente se van a dar la mano en varias ocasiones. A veces metiendo el contraplano del yo futuro, y a veces metiendo ambos personajes en el mismo plano como hiciera John Sayles en Lone Star, cosa que queda estupenda cuando la usas siempre y no en una escena suelta.

La cosa es que este cambio de contraplano resulta TAN PESADO que la peli se hace lentísima. Tomás va hacia la casa de Moira, plano de Ballesta, plano de la casa, plano del viejo, plano de la casa, plano de Ballesta... En esta película caminan más que en El señor de los anillos.

Pasamos al tema tópicos que es algo así como interminable. El Tomás viejo se aloja en un hotel, recordemos que tiene una carta del tarot que quizás sea el aviso de la llegada de un espíritu así que sabemos que tiene libertad suficiente para ver todo tipo de apariciones, fantasmas, monstruos, vamos que tiene carta blanca. Entonces es bastante probable que cuando vaya al baño se encuentre con algo en la bañera no? Pues eso es lo que pasa, si es que te das cuenta a los 5 minutos de película de que los tópicos vienen a pares.

Se sube en un coche, y una no puede evitar ruborizarse, por Dios, que no esté el fantasma en el asiento trase... y está. Aquí ya es el desmadre. Y la cosa es que no te partes de risa, no, eso es lo peor. Con Balagueró me lo pasé pipa!!! pero aquí el tedio es tal que no te puedes ni reir!!!!



Estoy siendo dura?? Lo siento pero coño, yo también lo pasé fatal, que en esa hora y veinte (encima!!!) podría haber visto dos capítulos de Nip tuck o cuatro de Scrubs! Es más me lo hubiera pasado mucho mejor rellenando el impreso 130 del IRPF que tengo que entregar el lunes.

Con respecto al tiempo de la película... la segunda imagen terrorífica (la primera es en el minuto 1 recordemos) sale en el minuto 50! Que alguien por favor le explique a este chico lo que es el terror. Chicho podría haber hecho algo más que decidir el color de la portada del DVD que esto de hacer un remake castizo de Verano del 42 es estupendo pero para otro pack.

Con respecto al final... que alguien me lo explique, porque vamos, es la cosa más absurda que se ha visto en años. Piensen en todas las pelis coreanas, chinas, japonesas con tías peludas caminando para atrás, recuerden finales absurdos y seguro que no se acercan.

Pero no dejen de verla!!! Eso sí, con café y algún Termalgin.

10 octubre 2006

Yo sí que estoy perdida

Durante la primera temporada de LOST, cuando mucha gente se quejaba de que no había respuestas sino más y más preguntas yo pensaba... qué idiotas ¿por qué no disfrutan de la serie y se dejan de tonterías? Ahora pienso que esta serie no va a ningún lado y me siento como una paleta dejándose seducir por unos cantos de sirena rancios y artificiales.

La primera temporada era estupenda porque además de los problemas de la isla estaban los flashbacks. Yo estaba sorprendida ¿cómo era posible que unos flashbacks no solo no me sacaran de la trama, sino que me importaran incluso más? Creo que una de las cosas más interesantes de Lost era este tratamiento de los personajes. El personaje en la isla era completamente opuesto al de la "vida real". Y esto también era parte de la trama principal ¿Es posible que esta gente pueda ser tan diferente? ¿Están en esta isla para cambiar? ¿Alguien les está dando una nueva oportunidad? El tema de la fuerza superior que mueve los hilos estaba ahí desde el principio, todo el mundo pensaba en un paraíso donde las personas se encuentran a sí mismas, superan sus traumas y recuperan aquello que habían perdido.

Pero las cosas cambian cuando aparece la dichosa escotilla, los números malditos nos ponen los pelos de punta, quizás el capítulo de Hugo sea el mejor de la primera temporada. Hay una fuerza superior pero parece demoníaca.



La cosa es que la primera termina de puta madre. Hay otras personas en la isla, la francesa tenía razón. Para mí esa era una respuesta cojonuda. Yo la verdad que no necesitaba más. Todo el mundo se quejaba pero yo estaba contenta.

Cuando empieza la segunda temporada pasa algo terrible. Aparecen otros personajes en la isla y se olvidan de nuestros protas. Ana Lucía, el cura... no importa que sean personajes cojonudos, que los hayan creado a las mil maravillas, que sean complejos y sus tramas del pasado nos deslumbren. Yo no quiero saber nada de ellos. Quiero volver a mi Charly, a mi Locke... y ¡A ver cuando coño acaba este puto flashback!.




Era pesada la cosa... pero cuando volvíamos a la isla es decir, a nuestros protas, la cosa tampoco se arreglaba. Porque los flashbacks ya no eran como antes. Por ejemplo, el de los coreanos, ese capítulo en el que cuentan lo del embarazo de la tía... ya no existe ese juego narrativo entre flashback y vida actual. En una historia te cuentan que no puede tener hijos y en la otra que está embarazada. No hay más. Y sí vale, que es importante saber que ella antes no podía tener hijos pero ¿hasta el punto de meterte el flashback pesadísimo entero? En el caso de la negra con cáncer por ejemplo, pues está mejor porque al menos aquel curandero dice cosas interesantes acerca de la isla. No sé si me entienden.

Y cuando me refiero a que los flahbacks antes jugaban narrativamente me refiero a que nos mostraban durante todo el capítulo a los personajes haciendo algo totalmente distinto a lo que hacían en la isla. Si el coreano era un déspota con su mujer, en el flashback era un camarero al servicio de ella... era un juego estupendo en el que siempre nos sorprendían. Cuando el flashback apoya la trama principal aburre.

Para mí la gente de la cola del avión está de más. Lo único interesante era la rubita esa que estaba en el manicomio con Hugo. ¿Ven? es que son un montón de informaciones super interesantes que se olvidan y que seguramente se recuperen en la quinta temporada. Pero joder, es traumático y hace que nos sintamos fuera de juego.

Y luego con tanto personaje y tanta tontería se olvidan de lo que realmente importa. ¿Qué poderes tienen esos niños? Porque vamos... pasan de los niños un kilo. Y el Aaron algo debe tener, que para eso se llama Aaron. Y el negrito tiene poderes que yo lo vi.

Todo el tema de Desmond es muy interesante y gracias a Dios vuelve al final porque se le echaba de menos, porque era nuevo pero aportaba algo, no como los pesados de la cola.

El final de la segunda es fantástico, todo el mundo estará de acuerdo conmigo en que es uno de los finales de temporada más apoteósicos y divertidos de la historia de la televisión. Esa estatua del pie!!! qué miedo!!!

La tercera empezó con un nuevo giro y como no ¡más personajes! El principio es realmente estupendo. Todos reunidos como si fueran Desperate housewives en su particular Wisteria Lane. Nos engañaron a todos. Pensábamos que era el típico flashback de la vida antes de la isla pero no. Fue genial.

Yo no digo que me lo pase mal, ojo. Solo digo que me estoy empezando a mosquear. Durante la primera ponía todo de mi parte y no hacía más que pensar en posibles teorías. Recuerdo cuando las enviaba a mis amigos por sms. Ahora es impensable, no hay teoría posible, ni memoria suficiente en el móvil. Es una ida de olla total. Hay un zoo, el polo norte, un imán gigante, una secta de chiflados, un niño con poderes, algo que cura el cáncer, un cuaderno donde figura la vida de todos los habitantes de la isla con los más íntimos detalles, álguien con seis dedos en el pie, un monstruo transparente de humo negro... en fin... mi cabeza no da para tanto.

Prefiero la claridad de Prison Break. Un hombre pretende huir, otro no quiere.

De todos modos hablo desde el cabreo que da la impotencia y nada de esto significa que vaya a dejar de verla. Estaré ahí hasta el final, que al fin y al cabo es de lo que se trata.