19 noviembre 2010

Dexter y Lumen

Siempre me pasa lo mismo. Por alguna razón que no tengo muy clara, todos los años me voy de vacaciones en septiembre u octubre y me pierdo los comienzos de temporada de las series. Así que cuando vuelvo, tengo acumulados un montón de capítulos que devoro como si no hubiera un mañana. La cosa es que cuando la serie termina (hablo de series de 13 capítulos claro) yo siento que se me pasó en un suspiro.

¡Cómo ha podido terminar Weeds si acababa de empezar!

¡Cómo pueden quedar 4 capítulos de Dexter si ni siquiera he tenido tiempo de escribir una entrada!

Recuerdo que el año pasado escribí sobre la cuarta de Dexter en el capítulo de Acción de gracias, o sea, justo por esta época!!! Así no se puede tener un blog de televisión.

A ver, Dexter. Yo sé que la temporada de Trinity fue la leche. Pero es que ésta... Ay ésta. Hay series que cada vez disfruto más. La primera de Dexter fue maravillosa pero la segunda gloriosa. Sin embargo cuando llegó Jimmy Smith la cosa dejó de hacerme gracia y John Lightow volvió a poner todo en su sitio. Pero esta vez...

Spoilers quinta temporada hasta el 05 x 08

Después del asesinato de Rita las opciones eran pocas. O Dexter se desharía del cadáver para que nadie pudiera relacionarlo con Trinity (esto era demasiado cruel hasta para Dexter) o cambiaría la escena del crimen. Lo que yo no esperaba era que llamara a la policía y mucho menos que lo viéramos en el capítulo. Esperaba que hubieran pasado 6 meses, pero no que volviéramos al punto donde lo habíamos dejado.

El primer capítulo de esta temporada fue una sorpresa. Fue una sorpresa ver que Dexter descubre que puede amar, y maravillosa la manera en que pasamos del silencio del shock a la explosión de emociones. Y lo que más sorprende es que la escena clave del capítulo, la que te pone los pelos de punta y te lleva al alma del personaje sea cómica: Dexter no sabe como decirle a los hijos de Rita que su madre ha sido asesinada. Casualmente los niños están en Disneyworld y Dexter no es capaz de pedirles que vuelvan un día antes, total, mejor que terminen de disfrutar de sus vacaciones. Cuando los niños vuelven del viaje con sus abuelos, Dexter los recibe con una sonrisa y acepta encantado su regalo, un sombrero de Mickey con unas orejas gigantes negras. Así que Dexter sienta a los niños en el sofá y con un sombrero de Mickey Mouse les cuenta que su madre ha sido degollada en la bañera. La leche.

Pero bueno, cuando termina el capítulo el payaso le va dejando sitio al hombre, al padre, al marido fiel que se erige y toma las riendas de su vida.

Maravilloso principio de temporada, pero ... no sabíamos cuál iba a ser el arco argumental. Estaba claro que todo estaría relacionado con la investigación del asesinato de Rita. Yo creía que iba a ser Debra Morgan la que sumaría dos más dos y empezaría a sospechar del hermano pero no. El enfrentamiento de los hermanos por ahora parece que tendrá que esperar porque el que le pisa los talones a Dexter no es otro que Quin el guaperas. Y qué jugada maestra ¡Quin y Debra se lian! Así que en el fondo acabamos por adorarlo (ya tuvimos bastante en la segunda con el negro tocapelotas, no necesitamos otro tarado en la seccional).

Pero es que -caigo en éxtasis solo de escribirlo- Quin contrata a un poli corrupto más eficaz que cien Robocops que tiene el carisma de un Lightow y que nos hace felices porque no podemos odiarlo más. Una serie es tan buena como la calidad del malo. Y Peter Weller es un hijo de puta.


Pero la cosa no acaba ahí, vamos, que ni siquiera empezó. Dexter descubre que hay un tipo muy raro que recoge animales muertos y colecciona mechones de pelo de vírgenes rubias. Así que hace todo el trabajo: lo sigue, se hace su amigo y le revienta el tórax. Y entonces, aparece ella. Detrás de una puerta está Lumen, víctima y testigo. Y no, no es como Jimmy Smith que hizo lo posible por pegarse a Dexter porque le iba la marcha. A Lumen y a Dexter les unen las circunstancias y son tan extremas que no hay manera de que puedan separarse nunca.

Dexter y Lumen son Batman y Robin y nacen como pareja en el mismo sitio donde todo terminó: en el baño en que Rita fue asesinada. Porque Dexter ya no puede vengar la muerte de Rita, pero necesita una venganza y será a través de Lumen y sus violadores. Y no sólo se va a cargar a un asesino en serie, se va a cargar al entrenador de los asesinos en serie: la batalla final del bien contra el mal o... del mal contra el mal... o lo que sea...

Y luego está la trama de Laguerta que gracias a Dios ha dejado de jugar a las muñecas y vuelve a ser una zorra, la extraña niñera que sé que esconde algo y un asesino mejicano cortacabezas. Vamos, lo que viene siendo una fiesta argumental.

Pero lo importante de todo esto es que cada cosa está justificada, cada decisión es correcta y cada giro eficaz. Y vaya si hay giros, es un sinvivir de giros. En la temporada 4, la historia de Trinity tenía algunas lagunas. Teníamos que hacer un esfuerzo para entender la motivación de Dexter "¿Por qué no matas a Trinity ya joder?". Y ellos no podían evitar darnos más y más escenas de conversaciones entre padre e hijo (Aquí casi ni las hay) para que termináramos de comprender. Pero aquí no pasa, todo está bien, todo está en su sitio. La perfección.

La venganza como tema siempre es atractivo. Y sí, Dexter siempre se vengó, de ahí las fotos de las víctimas en el lugar del crimen, pero en realidad lo que hacía cada vez que mataba a un asesino era saciar sus necesidades como monstruo. Pero... ésta es la primera vez que utiliza la venganza como tal. Porque para vengar algo hay que amarlo. Y es el amor por Rita y la necesidad de venganza de Lumen lo que lo motivan. ¿Terminarán enamorados? ¿Es Lumen la que sustituirá a Rita? ¿O seguirán siendo una pareja asexual como Batman y Robin? ¿Ganará Julia Stiles un Emmy? ¿Lleva Michael C. Hall peluca?

08 noviembre 2010

No puedo dejar de ver Dexter

Una vez en Madrid, la cordura y la ficción inteligente han vuelto a mi vida en forma de archivos mkv. Sé que cuesta vivir sin telerealidad, pero lo que es imposible es vivir sin series.

Ahora mismo estoy en ese momento maravilloso en que tienes docenas de capítulos acumulados y que ves uno tras otro como una yonqui que grita, mañana lo dejo, éste es el último. Pero también estoy, como todos los años por esta época, en una disyuntiva jodida: Vi la gala cero de Gran Hermano pero me perdí las 3 galas siguientes por culpa de un viaje. Ahora mismo estoy totalmente en blanco, no sé quién es nadie y cuando veo en la tele un plano de un señor andaluz diciéndole a una morena "Quita que me corro" cambio de canal con los ojor cerrados.

No entiendo nada y por primera vez me siento orgullosa. El año pasado me pasó lo mismo: cuando llegué de Nueva York resulta que había una tal Indhira liada con un descerebrado llamado Arturo. Me hice la fuerte y escribí en este blog que mejor era aprovechar mi ignorancia para no engancharme pero ¿Dónde estaba la gracia? ¿Tenía algo mejor que hacer los jueves por la noche? Perderse Gran Hermano es no tener nada que comentar en los estados de Facebook. No puede una persona que ama la televisión perderse según qué momentos televisivos y 2009 fue uno de los grandes años de Gran Hermano. Pero lo que pasa en 2010 a mí me parece que merece un giro radical.

Puedo dejarlo, es muy sencillo. Por supuesto no hay que ver la gala, pero lo esencial es huír de los resúmenes. Porque como yo me vuelque por ejemplo con las 3 rubias y me ponga en contra de Yago, ya está. O sea, no necesitamos más, estaría vendida y de aquí a la final en un suspiro. Pero no lo haré. Porque lo de este año es un horror. No se puede guionizar algo que viene de serie con la palabra SIMPLE. ¿Qué hay más simple que gente conviviendo? Hay programas de telerealidad que necesitan un restaurante, esposas e hijos que se intercambian, una isla desierta en el caribe, pero esta gente no. El trabajo sucio está hecho en el casting, todos se van a llevar fatal. Un amigo me decía el otro día "Es que después de 12 ediciones hay que cambiar". ¿Por qué? Si al final cuando nos cogemos la cabeza, cuando estamos entregadísimos es cuando se unifican todos, cuando hay una única casa con la segmentación perfecta entre malos y buenos, en dos grupos definitivos, como siempre... Ese Derby final que por desgracia cada año empieza más tarde por culpa de la tontería ésta de las dos casas.

Pero yo venía a hablar de Dexter y su maravillosa quinta temporada. Aunque bueno... mejor me espero a otra entrada que mezclar las dos cosas en el mismo post está muy feo.