Hay cosas que en este país se hacen bien y son los realitys. Gran Hermano, OT, Supervivientes (estos incluso le salen bien a Antena3), no tienen nada que envidiar a los extranjeros. Supongo que esto es, sobre todo, porque nos encanta cotillear.
Pero luego están los realitys con glamour, y es aquí donde nos quedamos cojos, como sin fuerzas... Hablo de los programas cosmo que básicamente consisten en cambiar de forma radical el aspecto de una persona, de una pareja o de una casa para volverlo espectacular.
El programa de Cosmopolitan Queer Eye for the Straight Guy o lo que es lo mismo Operación G, es un programa formado por 5 gays que entran en la casa de un hetero y le reforman la existencia.
Está el encargado de los trapitos, que es el que los viste, el gastronómico que es el que les enseña a cocinar (esto es complicadísimo porque las víctimas no son simples heteros, son lo que se suele llamar despojos humanos que hacen cosas como mear en una botellita para no ir al cuarto de baño en las noches frías o cortarse el pelo en períodos no inferiores a 14 años), el decorador que les deja la casa como los chorros del oro, el estilista, que los lleva a la peluquería y el gay intelectual que no sé lo que hace exactamente, pero que es una monada.
Así que tenemos 5 gays y un día entero de compras, de transformaciones, de encuentros con la familia, de lágrimas, vamos, un fluir de sentimientos.
Normalmente los realitys funcionan porque el casting para elegir a las víctimas, que son los verdaderos protagonistas, está muy currado. Pero en un programa como éste, donde la víctima es una sola persona, que es llevada de aquí para allá durante todo el día y no se la deja meter baza, todo el peso está en los 5 presentadores.
En este caso, la capacidad de improvisación de los cinco presentadores es tremenda. Hay chistes constantes. Se atreven con todo y se complementan de manera ejemplar. Son como las Spice girls masculinas. En resumen, que tienen carisma, que son graciosos, que tienen talento.
Y no solo porque uno sabe mucho de decoración... eso es relativo. Este es un programa grabado, quizás tengan un guión, quizás este hombre no sabe ni quien es Le corbusier y sin embargo hace como que sí. Es lo de menos, es televisión, pueden ser actores y aprenderse el papel. La cuestión es que parece que lo saben todo y que lo hacen divinamente.
Pues bien. A Antena 3 le gustó esta idea tanto como a mí y compró el programa para hacerlo en casa. Entonces hicieron un casting para encontrar a los 5 presentadores y encontraron esto:
Así a simple vista parecen interesantes y algunos se parecen bastante a los originales. Pero solo basta pulirlos un poco para descubrir la réplica. Porque se equivocaron en todo. Estos no eran graciosos. Ni siquiera tenían personalidad propia. Imitaban al personaje original y punto. Pero claro, si esa imitación es mala pues ahí está el problema.
Bueno, de más está decir que el programa no duró ni dos domingos y como comentario al margen, las asocianoes de gays y lesbianas armaron una buena quejándose de lo sexista y machista de la propuesta. En este sentido creo que hay que tener un poquito de sentido del humor que nadie hace estas cosas para molestar a los demás.
El encargado de la sección de decoración, en la versión española, un chico llamado Gonzalo García tiene ahora mismo un programa en Cosmopolitan: Deco. En ese programa una espectadora - por ejemplo - pide que le decoren la casa, así que el presentador va a la casa, le dice qué está mal y juntos se van a comprar muebles y complementos.
Por la cara de la espectadora en su paseo por las tiendas, parece que es ella misma la que va a tener que pagar de su bolsillo todos los caprichos del decorador, así que el paseo resulta muy molesto de ver. Luego van a casa y juntos tienen que decorar, pintar, levantar muebles... dos personas solas, vamos, un aburrimiento.
Pero eso no es nada, que el montaje y lo que sucede sea un aburrimiento ya es jodido, pero es que además el decorador no es gracioso. Ni ingenioso, ni siquiera habla mucho y tiene un tono de voz bastante grave que invita a dormir.
Lo que yo no entiendo es: ¿por qué no lo ponen a él detrás de las cámaras y un actor más divertido hace de decorador? ¿para qué sirve el Final Cut? ¿no deberían montar de otra manera y cortar la parte aburrida?
Y aquí es donde yo quería llegar. Las partes aburridas. Si un presentador se va por ahí todo el día con una víctima, a recorrer tiendas, a hablar de lo que sea, a visitar un museo... habrá que grabar un montón y luego quitar lo malo, digo yo. ¿O es que todo es malo? ¿O es que no hay gente ingeniosa que pueda mantener el interés del público durante un rato? Yo conozco a mucha gente divertida. No entiendo por qué los que hacen estos castings no los encuentran.
Bueno, la versión española de Operación G, llamada El equipo G era un horror. Era aburrida. Que la víctima fuera igual de aburrida y que no tuviera el menor interés que le cambiaran su aspecto (será que en USA hay más despojos humanos que aquí) era otra historia. Pero lo que no puede ser es intenetar hacer un programa de estas características confiando en presentadores mediocres. Nosotros no tenemos tanta paciencia.
Pero luego están los realitys con glamour, y es aquí donde nos quedamos cojos, como sin fuerzas... Hablo de los programas cosmo que básicamente consisten en cambiar de forma radical el aspecto de una persona, de una pareja o de una casa para volverlo espectacular.
El programa de Cosmopolitan Queer Eye for the Straight Guy o lo que es lo mismo Operación G, es un programa formado por 5 gays que entran en la casa de un hetero y le reforman la existencia.
Está el encargado de los trapitos, que es el que los viste, el gastronómico que es el que les enseña a cocinar (esto es complicadísimo porque las víctimas no son simples heteros, son lo que se suele llamar despojos humanos que hacen cosas como mear en una botellita para no ir al cuarto de baño en las noches frías o cortarse el pelo en períodos no inferiores a 14 años), el decorador que les deja la casa como los chorros del oro, el estilista, que los lleva a la peluquería y el gay intelectual que no sé lo que hace exactamente, pero que es una monada.
Así que tenemos 5 gays y un día entero de compras, de transformaciones, de encuentros con la familia, de lágrimas, vamos, un fluir de sentimientos.
Normalmente los realitys funcionan porque el casting para elegir a las víctimas, que son los verdaderos protagonistas, está muy currado. Pero en un programa como éste, donde la víctima es una sola persona, que es llevada de aquí para allá durante todo el día y no se la deja meter baza, todo el peso está en los 5 presentadores.
En este caso, la capacidad de improvisación de los cinco presentadores es tremenda. Hay chistes constantes. Se atreven con todo y se complementan de manera ejemplar. Son como las Spice girls masculinas. En resumen, que tienen carisma, que son graciosos, que tienen talento.
Y no solo porque uno sabe mucho de decoración... eso es relativo. Este es un programa grabado, quizás tengan un guión, quizás este hombre no sabe ni quien es Le corbusier y sin embargo hace como que sí. Es lo de menos, es televisión, pueden ser actores y aprenderse el papel. La cuestión es que parece que lo saben todo y que lo hacen divinamente.
Pues bien. A Antena 3 le gustó esta idea tanto como a mí y compró el programa para hacerlo en casa. Entonces hicieron un casting para encontrar a los 5 presentadores y encontraron esto:
Así a simple vista parecen interesantes y algunos se parecen bastante a los originales. Pero solo basta pulirlos un poco para descubrir la réplica. Porque se equivocaron en todo. Estos no eran graciosos. Ni siquiera tenían personalidad propia. Imitaban al personaje original y punto. Pero claro, si esa imitación es mala pues ahí está el problema.
Bueno, de más está decir que el programa no duró ni dos domingos y como comentario al margen, las asocianoes de gays y lesbianas armaron una buena quejándose de lo sexista y machista de la propuesta. En este sentido creo que hay que tener un poquito de sentido del humor que nadie hace estas cosas para molestar a los demás.
El encargado de la sección de decoración, en la versión española, un chico llamado Gonzalo García tiene ahora mismo un programa en Cosmopolitan: Deco. En ese programa una espectadora - por ejemplo - pide que le decoren la casa, así que el presentador va a la casa, le dice qué está mal y juntos se van a comprar muebles y complementos.
Por la cara de la espectadora en su paseo por las tiendas, parece que es ella misma la que va a tener que pagar de su bolsillo todos los caprichos del decorador, así que el paseo resulta muy molesto de ver. Luego van a casa y juntos tienen que decorar, pintar, levantar muebles... dos personas solas, vamos, un aburrimiento.
Pero eso no es nada, que el montaje y lo que sucede sea un aburrimiento ya es jodido, pero es que además el decorador no es gracioso. Ni ingenioso, ni siquiera habla mucho y tiene un tono de voz bastante grave que invita a dormir.
Lo que yo no entiendo es: ¿por qué no lo ponen a él detrás de las cámaras y un actor más divertido hace de decorador? ¿para qué sirve el Final Cut? ¿no deberían montar de otra manera y cortar la parte aburrida?
Y aquí es donde yo quería llegar. Las partes aburridas. Si un presentador se va por ahí todo el día con una víctima, a recorrer tiendas, a hablar de lo que sea, a visitar un museo... habrá que grabar un montón y luego quitar lo malo, digo yo. ¿O es que todo es malo? ¿O es que no hay gente ingeniosa que pueda mantener el interés del público durante un rato? Yo conozco a mucha gente divertida. No entiendo por qué los que hacen estos castings no los encuentran.
Bueno, la versión española de Operación G, llamada El equipo G era un horror. Era aburrida. Que la víctima fuera igual de aburrida y que no tuviera el menor interés que le cambiaran su aspecto (será que en USA hay más despojos humanos que aquí) era otra historia. Pero lo que no puede ser es intenetar hacer un programa de estas características confiando en presentadores mediocres. Nosotros no tenemos tanta paciencia.
9 comentarios:
Nunca pude apreciera bien Queer eye for straight gay porque la pasaban doblada y era algo atroz sobre todo el doblaje del chico más afeminado
espero que algún día les pongan subtítulos a estas cosas. De todos modos yo la soporto bien. Puedes quitar un rato el doblaje y disfrutar un poco de las voces aunque no te enteres de nada.
Por cierto espero que no te hayas perdido el Intercambio de esposas de la semana pasada (al que por cierto espero que dediques el alguna de las partes del Estados Unidos-Esapaña).
Fue tremendo!!!!
Todos los programas de producción propia de Cosmo dan vergüenza ajena. Esto no impide que el canal sea divertidísimo por productos como éste o el mismo "intercambio de esposas" (versión americana)
La versión cañí de Queer eye etc fue un fiasco absoluto, sí, pero "Préstame tu vida", que venía a ser una interpretación libre de "Intercambio de esposas" superaba a mi entender al original.
Y buenísimo lo que escribe usted, por cierto. Ha cambiado mi vida con los de los finales de Dawson y de Felicity.
Ra gracias! pero cómo que he cambiado su vida? Es que prtendía verlas y la hice cambiar de opinión?
Al contrario, me has dado muchísimas ganas de verlos. Yo Dawson nunca la he seguido mucho, más que nada por el odio que me inspiraba James-cara de zanahoria- Van dercomosellame, y claro, amaba profundamente a Peacy. Pero al contrario que tú el que Joey acabe con Peacy me llena de alegría. Y ese encuentro con Spielberg tengo que verlo.
Y a Felicity la he aborrecido siempre, por eso mismo tengo que ver el final alternativo nº1 en el que Ben la cornea. Para carcajearme de ella.
Y yo en las Gilmore no puedo con Dean. Cuando volvió para convertirse en marido adúltero lo hizo transfromado en un camión trailer, y creo que la quinta temporada ha dejado bien claro que fue un gran primer novio de Rory, sí, pero Nunca Máis.
Jeje... ya, yo tampoco quiero que acabe con Dean. Era una manera de hablar. A mí solo me gusta Dean cuando cortan. Pero cuando vuelven... es que el chico es muy aburrido!!!
Pero no hay nadie interesante para la pobre Rori. El Logan este apunta maneras, pero es demasiado histriónico.
Que tristeza fue le final de "Prestame tu vida", cada viernes era una gran fiesta gracias a Ana García Lozano.
Por otra parte alguien con mucha paciencia debería de explicarme que le veis a "Las chicas Gilmore". Mira que me engancho a todo (hasta a "Beautiful people") y con las gilmorianas es que no puedo.
Eso me pregunto yo cada vez que veo un capítulo.
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