06 mayo 2006

Bree Van de Kamp

Cuando empezó Desperate Housewives enloquecimos. Lo tenía todo. Chistes, drama y un misterio aterrador. La imagen de un arca infantil aparecida en el fondo del lago fue definitiva. No podíamos dejar de verla.

Pero llegaron los premios y algo pasó. Algo ajeno a la serie. Fue como si la vida real se colara en la ficción para destrozarla. Las actrices habían estado nominadas a todo y los premios estuvieron super repartidos pero a Marcia Cross no le tocó ni uno.



Todo el mundo estaba nervioso. Somos muchos los fans. A nosotros no se nos olvida Melrose Place y no cogimos de buen agrado los rumores de enemistad entre ella y Teri Hatcher.

Teri Hatcher ganó un Globo de oro y saltó la polémica... que si lo había llevado al plató... que si Marcia se había vuelto loca. ¿Y quién no? Por Dios ¡qué manera de provocar!

Yo debo reconocer que también he sido fan de Teri, lo fui desde aquella comedia desternillante de David Schwimmer “Desde que os fuisteis” (la única película que fui a ver al cine dos veces en el mismo fin de semana). Ella estaba fantástica. Pero Marcia es Marcia y cuando supe que se habían enemistado me tuve que decantar. Y lo peor fue que todo mi odio hacia Teri repercutió en un odio aún más profundo hacia su personaje.


Y yo creo que los guionistas también se decantaron, porque a partir de la segunda temporada todo cambió.

Porque Teri Hatcher empezó a perder líneas de guión en cantidades directamente proporcionales a los gramos de botox que se inyectaba. Y eso a mí me hacía feliz.

Durante los primeros episodios de la segunda temporada cada vez que salía Susan Mayer yo me dormía.

En este momento su personaje se ha quedado atrás, está perdido y depende de cualquier otro que le preste una trama. Una pena.

Pero bueno, al menos tiene un Globo de oro. Marcia no, pero tiene unos ojos bellísimos y no hay nadie en el mundo al que le siente mejor un vestido verde.



6 comentarios:

Anónimo dijo...

Chica, ha conseguido hacer el blog más gay que he visto jamás.

La-Ruina dijo...

Me encanta Teri Hatcher.

Mer dijo...

Pero más tirando a Boris o a Jorge Javier Vazquez?

Ruina ¿a usted quién no le encanta?

SisterBoy dijo...

Una de las causas por las que no veo Mujeres Desesperadas es por el insoportable doblaje de Teri

Anónimo dijo...

Pues yo no veo series. He vuelto al germen, al origen: el FÚTBOL. Eso sí que es autoconclusivo.
salud

Queer Enquirer dijo...

Oiga, el blog más gay es el mío! La segunda temporada de Desperate no sé porque no la he visto pero Marcia Cross es maravillosa. Siempre será la loca de Kimberly Shawn que se tiraba al doctor Mancini y que puso una bomba en Melrose. Me identifico totalmente con ella, además, creo que llevo una Bree en mi interior. Aunque tampoco me importaría ser la señora Solis, sobre todo si implica tener ese jardinero...