30 Rock (traducida en España como Rockefeller Plaza, porque su público objetivo seguramente no conoce los números en inglés) es una serie de la NBC que muestra el backstage de un programa de variedades del estilo del Saturday night live. La protagonista es Liz Lemon (Tina Fey), jefa de guionistas, una mujer de belleza difusa, tan entregada a su trabajo que no tiene vida social. Su personaje se asemeja al de Holly Hunter en Al filo de la noticia, pero sin el halo melancólico y depresivo. Liz está rodeada de los mejores a la vez que pintorescos guionistas, de Pete (Scott Adsit), el productor del programa, y de su mejor amiga, la actriz principal, Jenna (Jane Krakowsky), una treinteañera superficial de poco talento y menos sex appeal.
La armonía de la cadena se ve interrumpida con la llegada de un nuevo director, Jack Donaghy (Alec Baldwin) que efectuará algunos cambios en el programa como por ejemplo contratar a un actor negro de Hollywood. Una decisión de lo más disparatada si tenemos en cuenta que el programa se llama "The girlie show".
La creadora de la serie es la propia actriz, que interpreta el papel a petición de la cadena. Tina Fey fue guionista y actriz de Saturday nigth live, programa emblemático de la televisión americana del que surgieron genios como Edie Murphy, Ben Stiller o Will Ferrell, cuyo espíritu se nota en cada capítulo de 30 Rock. Por ejemplo, en el uso de sketchs a modo de flashbacks que nos muestran el pasado de los personajes a los que vemos humillarse con peinados extraños y trajes ridículos y sobre todo en el reciclaje de una sola actriz para interpretar todo tipo de personajes episódicos, se trata de la genial Rachel Dratch, una de las presencias más carismáticas de SNL.
30 Rock equilibra la comedia clásica con el humor absurdo. Es la hermana pequeña -corta y divertida- de Studio 60 y aunque muestra la televisión por dentro, no lo hace de una manera real. Quizás el público esto lo lleve mejor, porque a nadie le apetece ver la cocina de su restaurante favorito antes de cenar.
Series de tele dentro de la tele ha habido muchas y también de redacciones llenas de gente con un jefe dando el coñazo, pero esta se desmarca porque todo está tratado desde un profundo amor al medio. Cuando les preguntan qué religión practican te dicen que lo que diga Ophra. No hay personaje representativo de la cultura popular que no se nombre y se aprovecha cada homenaje por pequeño que sea (Liz ve Tootsie pero además se encarga de decir que es uno de los mejores guiones de la historia del cine). No faltan guiños internos, como por ejemplo hacer que Jenna se ponga a cantar cada vez que se encuentra con un micrófono ante las caras de rechazo del resto de compañeros (Jane Krakowsky es una estupenda cantante y ha actuado en más de un musical de Broadway, además claro, de ser una de las secundarias de Ally Mcbeal donde se subía a un escenario cada dos por tres).
Otro de los puntos fuertes es el montaje. Los planos son muy cortos. No hay más que lo necesario, el gesto exacto, la mirada perfecta. Se te queda esa sensación de ¡mierda, quiero más!
Y luego están los personajes, que son todos fantásticos:
-Liz Lemon es un tío con cuerpo de mujer, pero además es una perdedora. Es insegura, Star wars adicta, come comida basura, no tiene más de dos pares de zapatos y los hombres creen que es lesbiana.
-Jack Donaghy es de esos personajes que caen del cielo (o de la cabeza de un gran guionista) una vez en la vida. Es un jefe manipulador que ni siquiera es consciente de los conflictos que va creando a su paso. Una frase le basta para echar abajo la autoestima de la actriz y un mínimo capricho pone patas arriba al equipo de guionistas. Pero a diferencia de otros jefes de sitcoms, Jack es inteligente, es un estupendo directivo, cuyo único defecto es su extravagancia. Le rodea un halo de misterio que lo hace encantador. Y pone esa boquita de piñón que te lo comes. Alec Baldwin ha dado el salto, y pase lo que pase, ya es todo un clásico de la televisión.
-En toda buena sitcom siempre hay un secundario que destaca. Scott McBryer es el botones Kenneth Parcell, un ser humano tan asquerosamente normal que da verdadero pánico. Siempre tiene una sonrisa en la cara, es inmune a cualquier clase de insulto y es capaz de llevar a cabo hasta el más absurdo de los mandados. Su cara de felicidad constante siempre sirve de gag en medio de una escena de tensión. Nadie cree que Kenneth pueda ser tan feliz, ni siquiera los espectadores, así que juegan con nosotros y en un capítulo sobre madres e hijos, en el que Kenneth parece tener una relación estupenda con su madre, nos muestran a Kenneth en su casa hablando con un esqueleto vestido de mujer. Tras un barrido dejamos de ver a Kenneth y el esqueleto sale en primer plano mientras escuchamos la voz de una señora mayor conversando con su hijo. El plano general nos muestra que Kenneth habla por el manos libres con su madre de verdad y comenta que ya le han llegado sus antiguos juguetes de Halloween, entre ellos el esqueleto.
Lo que hace a Kenneth un personaje maravilloso es su devoción por la televisión. En un capítulo está limpiando el camerino de uno de los creativos de la NBC. Todo es un asco, hay calzoncillos tirados y basura por todas partes. Ante la pregunta de por qué soporta tanta humillación Kenneth contesta algo que para mí resume el espíritu de la serie. "Esta gente hace televisión, que es lo que más me gusta en el mundo, crea todos esos programas y para mí es un honor limpiar su porquería".
30 Rock es una sitcom mayúscula y la prueba no es que haya visto 18 capítulos en 3 días. Eso es solo una anécdota. No dejen de verla. La echa Paramount comedy.
La armonía de la cadena se ve interrumpida con la llegada de un nuevo director, Jack Donaghy (Alec Baldwin) que efectuará algunos cambios en el programa como por ejemplo contratar a un actor negro de Hollywood. Una decisión de lo más disparatada si tenemos en cuenta que el programa se llama "The girlie show".
La creadora de la serie es la propia actriz, que interpreta el papel a petición de la cadena. Tina Fey fue guionista y actriz de Saturday nigth live, programa emblemático de la televisión americana del que surgieron genios como Edie Murphy, Ben Stiller o Will Ferrell, cuyo espíritu se nota en cada capítulo de 30 Rock. Por ejemplo, en el uso de sketchs a modo de flashbacks que nos muestran el pasado de los personajes a los que vemos humillarse con peinados extraños y trajes ridículos y sobre todo en el reciclaje de una sola actriz para interpretar todo tipo de personajes episódicos, se trata de la genial Rachel Dratch, una de las presencias más carismáticas de SNL.
30 Rock equilibra la comedia clásica con el humor absurdo. Es la hermana pequeña -corta y divertida- de Studio 60 y aunque muestra la televisión por dentro, no lo hace de una manera real. Quizás el público esto lo lleve mejor, porque a nadie le apetece ver la cocina de su restaurante favorito antes de cenar.
Series de tele dentro de la tele ha habido muchas y también de redacciones llenas de gente con un jefe dando el coñazo, pero esta se desmarca porque todo está tratado desde un profundo amor al medio. Cuando les preguntan qué religión practican te dicen que lo que diga Ophra. No hay personaje representativo de la cultura popular que no se nombre y se aprovecha cada homenaje por pequeño que sea (Liz ve Tootsie pero además se encarga de decir que es uno de los mejores guiones de la historia del cine). No faltan guiños internos, como por ejemplo hacer que Jenna se ponga a cantar cada vez que se encuentra con un micrófono ante las caras de rechazo del resto de compañeros (Jane Krakowsky es una estupenda cantante y ha actuado en más de un musical de Broadway, además claro, de ser una de las secundarias de Ally Mcbeal donde se subía a un escenario cada dos por tres).
Otro de los puntos fuertes es el montaje. Los planos son muy cortos. No hay más que lo necesario, el gesto exacto, la mirada perfecta. Se te queda esa sensación de ¡mierda, quiero más!
Y luego están los personajes, que son todos fantásticos:
-Liz Lemon es un tío con cuerpo de mujer, pero además es una perdedora. Es insegura, Star wars adicta, come comida basura, no tiene más de dos pares de zapatos y los hombres creen que es lesbiana.
-Jack Donaghy es de esos personajes que caen del cielo (o de la cabeza de un gran guionista) una vez en la vida. Es un jefe manipulador que ni siquiera es consciente de los conflictos que va creando a su paso. Una frase le basta para echar abajo la autoestima de la actriz y un mínimo capricho pone patas arriba al equipo de guionistas. Pero a diferencia de otros jefes de sitcoms, Jack es inteligente, es un estupendo directivo, cuyo único defecto es su extravagancia. Le rodea un halo de misterio que lo hace encantador. Y pone esa boquita de piñón que te lo comes. Alec Baldwin ha dado el salto, y pase lo que pase, ya es todo un clásico de la televisión.
-En toda buena sitcom siempre hay un secundario que destaca. Scott McBryer es el botones Kenneth Parcell, un ser humano tan asquerosamente normal que da verdadero pánico. Siempre tiene una sonrisa en la cara, es inmune a cualquier clase de insulto y es capaz de llevar a cabo hasta el más absurdo de los mandados. Su cara de felicidad constante siempre sirve de gag en medio de una escena de tensión. Nadie cree que Kenneth pueda ser tan feliz, ni siquiera los espectadores, así que juegan con nosotros y en un capítulo sobre madres e hijos, en el que Kenneth parece tener una relación estupenda con su madre, nos muestran a Kenneth en su casa hablando con un esqueleto vestido de mujer. Tras un barrido dejamos de ver a Kenneth y el esqueleto sale en primer plano mientras escuchamos la voz de una señora mayor conversando con su hijo. El plano general nos muestra que Kenneth habla por el manos libres con su madre de verdad y comenta que ya le han llegado sus antiguos juguetes de Halloween, entre ellos el esqueleto.
Lo que hace a Kenneth un personaje maravilloso es su devoción por la televisión. En un capítulo está limpiando el camerino de uno de los creativos de la NBC. Todo es un asco, hay calzoncillos tirados y basura por todas partes. Ante la pregunta de por qué soporta tanta humillación Kenneth contesta algo que para mí resume el espíritu de la serie. "Esta gente hace televisión, que es lo que más me gusta en el mundo, crea todos esos programas y para mí es un honor limpiar su porquería".
30 Rock es una sitcom mayúscula y la prueba no es que haya visto 18 capítulos en 3 días. Eso es solo una anécdota. No dejen de verla. La echa Paramount comedy.
9 comentarios:
¡Cuánto celebro este ritmo actualizador!
Pinta muy bien, hoy mismo he visto un anuncio en Paramount, muy buena pinta, sí.
No daré abasto con tus recomendaciones pero tengo que conseguirlo tiene todas tan buena pinta!!!
¿Belleza difusa? Tina Fey quedó la 7ª en la lista de las 100 mujeres mas sexy de la revista AfterEllen. Vale, es una revista para lesbianas, pero ¿quién lo va a saber mejor? Los ignorantes de Maxim la pusieron en el puesto 80...
Nelson, da igual como sea la actriz. En esta serie hace de "fea".
Hay un guiño enorme a Studio 60 en un episodio temprano. Bueno, guiño o burla, a saber:
Están andando Tina y el realizador (creo que era él) mientras hablan, con la cámara por delante y de pronto paran y dicen "oye, ¿a dónde vamos?" "¡yo pensaba que lo sabías tú!"
Ya hablaron de Studio 60 en su momento, en la publicidad, cuando no se había estrenado ninguna. Alec Baldwin se presentaba a Tina Fey (haciendo ambos de sí mismos) y le dice
"¿Dónde está Aaron?"
"¿¡Aaron!?"
"Sí, no estamos en Studio 60? ¿La serie de Aaron Sorkin con Amanda Peet?"
"No, esto es 30 Rock, con Rachel Dracht, Tracy Morgan y conmigo"
"Eh... no. NO."
Oh! Gran serie. Yo vi los 21 capitulos en 2 dias. Claro que estaba de examenes... xDDD
Y el doblaje es uno de los pocos que no da asco, por lo poco que he visto en la Paramount :)
yo me he quedado un poco lejos de tu marca (15 capitulos en 4 dias)
pero estoy totalmente enganchado
y lemmon me parece que se merece algo mas que "belleza difusa" para definirla...
Muy buena explicación sobre lo que trata 30 Rock. Un título bastante "Hip" para la audiencia americana pero creo que igual funciona para ibero y latinoamérica.
Excelente show y concuerdo con lo que dices, te deja la sensación de: "¡mierda, quiero más!".
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