09 agosto 2007

Carrera de obstáculos

Todo el mundo a estas alturas sabe lo que es un cliffhanger, muchos hemos aprendido el término gracias a 24, que creo que fue la serie que nos devolvió a todos la confianza en la televisión.

Hay series que usan este recurso como paradigma y son las que hacen que en una noche podamos ver 8 capítulos seguidos. Son por ejemplo Lost, Héroes, Prison break, 24, Dexter y sin tanto drama, también tenemos a Weeds o The riches. Es decir, siempre que haya una amenaza, persecución o doble vida, habrá un final de capítulo que te deje el corazón en un puño.

Cuando esto pasa y no tienes más capítulos en la recámara, pides que la espera no haya sido en vano y aunque no quieres que el prota muera, deseas que al menos se quede un par de capítulos en coma, porque tú has visto al coche pasarle por encima.

Cuando el héroe generalmente supera las barreras una a una con la facilidad en que uno coge una nintendo, empiezas a cabrearte y dejas de creer. Sabes que tu héroe saldrá inmune, y piensas que ya nada puede sorprenderte y que tus nervios nunca más estarán justificados.

Este es el caso de Jack Bauer, ha sido también el caso de Héroes, a partir de la segunda mitad de la primera temporada y es también el caso de Harry Potter. Y tranquilos que no voy a hablar del séptimo libro.

Cada uno de los libros de Harry Potter tiene la misma estructura. Harry se mete en líos, todos por culpa de un malvado que lo quiere matar y van apareciendo obstáculos: un profesor que hace un conjuro durante el partido de quidditch para que Harry se estampe contra el suelo, un dementor que aparece en un túnel y está a punto de aspirar el alma de su primo, la opinión pública contra Harry, las acusaciones injustas, los juicios en el Ministerio, las persecusiones de mortígafos, los sueños premonitorios en los que Harry vive los asesinatos del malvado Voldemort. Todo eso es un simple relleno. Nada de eso conlleva una acción posterior que desorganice el plan principal. Harry tiene que llegar al punto B en la página 400. Y lo va a hacer, por los cojones de Rowling. No hay nada en las 400 páginas anteriores que provoquen un cambio en el plan. Parece que están, pero no. Si el dementor se aparece en Privet Drive y absorbe el alma de su primo, y por consiguiente Harry es acusado de usar la magia en el mundo muggle, durante el juicio es declarado incocente y vuelta al punto de partida. Y así constantemente. Puede que a los niños esto les parezca divertido pero es el colmo del aburrimiento. Un obstáculo tiene que servir para algo, tiene que provocar un giro. Yo no puedo soportar que una larguísima persecución siempre acabe con un "y entonces giró sobre sí mismo y desapareció tras un destello verde". Es cansino.

Y quien dice Harry Potter dice Jack Bauer. Jack gana. Siempre. Y las barreras las va saltando una a una, sudando mucho eso sí. Pero hay una diferencia con Harry Potter, todos los contratiempos que va encontrando Bauer están ahí para llevarlo hacia el final. Es decir que si hay un obstáculo en la carrera de Jack, le sirve de ayuda para llegar a la meta. El punto B es la hora 20 y todo lo que suceda con anterioridad importa un pimiento.



Por ejemplo, en la 5º temporada de 24 Jack tiene la mala suerte de quedarse encerrado en un aeropuerto en medio de un secuestro, tendrá que ayudar a un chico que casualmente es el hijo de su nueva novia. Por supuesto Jack logra salvar a los rehenes, y durante el proceso reconoce a un sospechoso que será el encargado del transporte de bombonas de gas letal a Rusia. Sigue la pista y descubre el verdadero plan terrorista, que no era el secuestro, sino el robo del gas de un hangar del aeropuerto. Lo que en principio creemos que es un obstáculo se convierte en un escalón para pasar al siguiente nivel. El objetivo de Jack Bauer era como el poema de Machado, se hacía al andar. Los guionistas de 24 escriben la serie para que Jack llegue a la meta. No para que Jack no llegue, que sería lo lógico. No se encuentra con problemas reales. Son fuegos artificales. No importa lo que haga, si tiene que salvar a un rehén o si tiene que robar un chip, sea lo que sea lo hará y pasaremos a otra acción, que también superará.

En Prison Break cada paso de Michael se equilibra con un paso atrás. La primera temporada de la serie tiene verdaderos obstáculos y sus cliffhangers se recuerdan con cariño porque cada uno de ellos fue sincero y eficaz.


Michael tiene un objetivo clarísimo, que es salir de la cárcel con su hermano y no hay más tutía. Tiene un plan claro, sacar el tornillo, hacer un agujero, salir. Pero desde luego no está en su plan quedarse sin dedos en los pies o fabricar una maqueta para el director de la prisión. El plan de Michael sale mal desde el principio y tiene que improvisar. Al final saldrá de la cárcel acompañado de 7 más. Y todo lo que se pone en su contra hace que la historia gire. Él va hacia el punto B sí, pero por un nuevo camino.

El momento cumbre de la serie y uno de los mejores cliffhangers que yo recuerdo de una serie de televisión (y recuerdo también que fue uno de los mayores gritos que pegué en mi vida de teleadicta) fue en aquel capítulo en el que parece que Michael se ha quedado tarumba porque parte de su tatuaje había desaparecido por una quemadura, pero en realidad estaba fingiendo y lo único que quería era que lo encerraran unos días en el manicomio para poder hablar con Patoshik, el autista, que se sabía el plano de memoria.

Weeds y The riches son muy parecidas porque las dos muestran la doble vida de una familia en un barrio residencial. Una de ellas se dedica a la venta de marihuana y la otra a timar a la gente. Y claro, siempre hay un desgraciado que amenaza a la familia con sacar a la luz su verdadera cara.


Weeds es pura comedia, y la verdad que con eso teníamos de sobra, pero a partir de la segunda temporada decidieron que tenían que darle marcha a Agrestic. Y lo que empieza como un irreverente Desperate Housewives se va convirtiendo poco a poco en un Pulp fiction.

Ambas series logran mantenernos en tensión con sus cliffhangers cardíacos, porque todos los problemas en los que se meten sus personajes desembocan siempre en un problema mayor. Pero claro, son seres humanos, no como Jack Bauer y no tienen otro objetivo que la felicidad y eso sí que es complicado.


Me acabo de enterar de que para ver la segunda temporada de la fantástica The Riches, hay que esperar a marzo ¡A MARZO! Eso sí, de febrero a junio a mí que no me busquen.

8 comentarios:

Álex dijo...

He empezado The Richies, confiando en tu opinión y me ha encantado.
Creí que iba a ser una serie mucho más ligera, pero el piloto me ha sorprendido con unos personajes mejor construidos de lo que esperaba (sobre todo Minnie Driver que está genial).

En cuanto a los cliffhangers, hasta hace poco esa palabra me traía a la mente el impresionante final de la segunda temporada de ALIAS (el impacto de esos últimos cinco minutos me duró varios días), pero desde hace poco solo me puedo acordar del de WEEDS, eso sí que es dejar las cosas en el aire en el peor momento.

Anónimo dijo...

¿para cuándo la 2ª temporada de Weeds para los que no tenemos satelite ni cable? porque ese final Corleone ha sido maravilloso...por cierto, ¿de dónde has sacado esa foto de Weeds?

Mer dijo...

No me acuerdo de donde la cogí, pero seguro que estará en la web de showtime. Son las fotos de promoción de la tercera temporada. Ha habido una campaña conjunta con weeds y Californication, la serie nueva de David Mulder Duchovny, que empieza el miercoles en USA.

Ni idea de cuando echan la segunda temporada. sé que la primera la ha puesto digital plus. Y no sé si cuatro sigue con ella.

Anónimo dijo...

lo de Cuatro con Weeds no tuvo nombre, fue una verguenza: empezó en prime time los viernes con un capítulo semanal, a cuando llevaban 3 o 4 lo pasaron a la 1 de la madrugada los sábados (según ellos no tenía audiencia) y a partir de ahí cada vez lo ponían más tarde y ya de dos en dos capítulos...a lo mejor les "escocía" el argumento y no querían que se viese a las 10 de la noche

Anónimo dijo...

Por fin unas palabras sensatas sobre Harry Potter entre tanto babeo de adolescente treintaañero.

Anónimo dijo...

Sí, en PB de tanto abusar de los cliffhangers para mi perdieron efecto, no así en 24 que tampoco hay tantos, lo q pasa es que al tener estructura de tiempo real si dicen q una bomba va a explotar en 1/2hora pues sabes cuando lo vas a ver. Ademas a veces explotan y a veces muere gente importante. Y ni mucho menos tiene un final feliz para Bauer, joder, si desde que mataron a Terry Jack está deseando morir, y ya lleva unos cuantos intentos de suicidio

Mer dijo...

No me refiero a final feliz. Me refiero al objetivo final de jack. evitar masacre en los angeles o lo que sea.
Te voy a poner un ejemplo, en prison break a michael le queman la espalda, se le borra medio plano se hace el loco y va a patoshik para que se lea. En 24 es así: a jack nunca se le quemaría la espalda.

Anónimo dijo...

si te refieres a que nunca la caga, hombre, Jack es un maquinón pero ha tenido algunas, como confiar ciegamente en Nina (con consecuencias terrible, no como la quemadura de Michael), y elecciones imposibles como cargarse a Curtis para proteger a un pseudoBinladen, y las victorias son parciales (van a destrozar USA y al final "solo" explota una bomba nuclear y derriban el Air Force One dejando al presi en coma)o........pero si su expresión característica es Damn it!.
No, yo creo que es una serie muchísimo más oscura, compleja y bien hecha que PB o Harry Potter para que la pongas en el mismo saco. (dios, parezco un fanático pero es q es así:D)