16 octubre 2008

Guante Blanco

Las pelis de robos a no ser que las dirija Soderbergh tienen pocos diálogos. Lo más importante del robo es el engaño, no solo a la víctima sino al espectador, y por supuesto el festín de manos, máscaras, maletines y pelucas.

El robo tiene que ser INGENIOSO. Si no, no hay peli. Hay dos tipos de pelis de robos, aquellas en las que conocemos el plan al dedillo y nos vamos encontrando con un montón de obstáculos y aquellas en las que vamos descubriendo el plan poco a poco. Hay tensión en ambos casos, pero los obstáculos que aparecen en el segundo tipo no son tales, sino que estaban premeditados desde un principio. Si no conocemos el plan, es imposible que nos demos cuenta de lo que realmente está fallando. El segundo tipo necesita de mucho más ingenio y el principal problema que tiene es que cuando termina, y nosotros los espectadores analizamos todo el proceso desde la distancia, la historia debe seguir funcionando.

El problema de Guante Blanco es que no es ingeniosa. El primer robo, el que debe presentar a esos ladrones tan listos es simplísimo. Pero eso no es lo peor. Lo peor es que al principio del capítulo nos ponen en antecedentes. Este es el típico fallo de la ficción española, si no hablaran de más, si no lo textualizaran todo, no habría tantos problemas.

En la primera escena, Carlos Hipólito está siendo interrogado por la policía. Él también fue policía pero se ha jubilado. El interrogatorio es acerca de un ladrón al que están buscando y mientras habla del tipo y recuerda cómo era, Carlos Hipólito ríe. El poli le pregunta que por qué se ríe, entonces Carlos Hipólito lo dice: "Usted no conocía a Mario Pastor ¿no?". Y pasamos directamente al flashback del susodicho.

Si Carlos Hipólito se estaba riendo de Mario Pastor en una escena que abre la serie, yo ya me hago a la idea de que con ese ladrón me voy a divertir. Y no, nada más lejos de la realidad. Mario Pastor es un coñazo. Se está colocando una barba en el baño. Su compañero parece ser más dicharachero pero Pastor le echa una bronca porque no se ha puesto peluca. ¿Este ladrón carroza es el que maneja el cotarro? La cosa es que si Carlos Hipólito no hubiera dicho nada, pues tan tranquilos que estaríamos viendo ese tostón de escena.


El plan por supuesto no se explica. Pero todo está lleno de lugares comunes y más o menos nos imaginamos todo lo que va a pasar. El problema no es imaginárselo, todos vemos mucha ficción y esto es normal, el problema viene cuando las expectativas son mayores que la realidad. Van a robar unos sellos pero atención al método.

-Pilar Punzano va al hotel de la víctima, choca con él y le quita la cartera.

-La víctima se dirige a recepción a pagar la cuenta. Lleva una tarjeta de crédito. ¿De dónde la ha sacado? ¿A lo mejor los ladrones sabían que tenía además de cartera, un tarjetero?. ¿Y si el hombre pretendía pagar en efectivo?

-La víctima sale del hotel y coge un taxi, que conduce claro Eloy Azorín, el gamberro del grupo. El chico le tiene media hora dando vueltas en el taxi haciendo como que no encuentra la calle.

-Pilar Punzano mira en la cartera que robó y encuentra un pin escrito en un papel. Se trata de la clave del banco para acceder a los sellos (Hotel y sellos ¡a estas alturas!).

-Mario Pastor con su barba de quita y pon va al banco con la clave y pide que le den sus cositas.

-La víctima, mosqueada de tanta vuelta, llama al banco y dice que lo esperen, que va para allá.

-El banquero que está con Pastor se mosquea ¿quién diablos es ese tío que tiene enfrente?

-Un poli entra en el banco, dice que va a detener a Pastor, pero que lo tiene que coger con las manos en la masa, que le den los sellos.

-El banquero le da los sellos a Pastor.

-Pastor se va, el poli lo pilla en la puerta y se lo lleva.

-El poli y Pastor estaban compinchados, claro.


Bien, antes que nada les cuento. Esto que les acabo de enumerar se hace interminable viéndolo en pantalla. Un robo tiene que tener un poquito más de ritmo. Como ven el plan es bastante simple. La cosa es que esto no importaría pero la primera escena de la serie nos promete que ese tío es muy listo. Y no solo no lo es, ni siquiera es un tío gracioso, divertido, inteligente. Y si lo es no lo hemos notado. Pero Carlos Hipólito se reía al recordarlo.

Además de eso ¡es el primer robo! la toma de contacto con el público. Pilar Punzano debería hacer algo más que chocar y robar una cartera.

Y ahora vamos con el plan. Que la víctima tuviera un pin que le da acceso a dos millones de euros en la cartera es de locos. No hay por donde cogerlo. El poli de pega no debería ni siquiera aparecer por el Banco. ¡Si ya le iban a dar los sellos a Pastor! pero no olvidemos que el poli aparece porque la víctima llamó al banco. Entonces ¿en vez de cubrirse las espaldas y quitarle el móvil a la víctima para que no llame, van y meten a un poli para que aparezca por si la víctima llamaba? El guionista no puede diseñar el plan como le convenga. Los ladrones tienen que hacerlo. Se notan tanto las decisiones que le convienen al guionista que convierten a sus personajes en tarados.

Desaparecida estaba bien, pero se trataba de una niña desaparecida y de una pareja de la guardia civil al que todo el asunto le venía grande. El ritmo era desde luego otro muy distinto al que necesita un grupo de ladrones que tiene loca a la policía. Y al espectador hay que engancharlo porque si no cambia de canal, cosa que ni los guionistas ni los productores parecen tener muy en cuenta. Todo esto que les cuento es antes de créditos, lo demás puede ser interesante pero con estos 10 minutos tenías que ganarte a la gente y no lo supiste hacer.

La mayoría de tramas de las series españolas de polis, abogados, forenses son bastante tontas. No son ingeniosas, se resuelven de una manera simplona y nunca sorprenden. Esta vez sin embargo esas tramas tenían que ser ingeniosas, porque los ladrones lo son. Ayer dos mujeres intentaron quitarme la cartera en una tienda de Goya, y les aseguro que su plan era muchísimo más extravagante que el de Pastor y su equipo. Suerte que he visto muchas pelis de robos, porque si no ahora mismo estaría en la cola para sacarme el DNI.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Cuenta lo de las ladronas de la calle Goya, que seguro que es muchísimo más divertido!

molinos dijo...

Yo la estuve viendo 15 o 20 minutos..pero me cansé de esperar que pasara algo. Daban ganas de darles unas collejas y decirles.." espabila coño algo de acción"·

Mer dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mer dijo...

Pues era en Oysho, ya sabes, la tienda de lencería barata (me compré un pijama de Hello Kitty más mono!), bueno, al caso. La tienda vacía, de pronto estoy cogiendo una camiseta cuando noto que me empujan hacia el perchero. Hablaban todo el rato. Me mosquée porque eran mujeres de más de 35 años y todos sabemos que Oysho es una tienda para gente muy joven y las tallas son absurdas (dios, tengo argumentos de "Legally Blonde"). Yo no es que sea muy delgada pero soy bajita, ellas no eran ni una cosa ni otra. Esas mujeres no podían comprar ropa allí pero además hablaban mucho. Sobre una talla que no aparecía y cogían perchas de aquí y de allí y seguían hablando y explicando por qué cogían cada cosa. Era una conversación que pasaría desapercibida para cualquiera. Pero me di cuenta de que me habían querido robar porque me fui de ese rincón y empecé a observarlas. Dejaron unas perchas y cogieron otras, las volvieron a dejar y salieron de la tienda ¡nadie coge una percha si no va a ir al probador! Qué cabronas, qué listas eran.

Pero la prueba irrefutable es que cuando salieron de la tienda, ya en la calle, al pasar por uno de los escaparates, una de ellas miró hacia el interior y ahí es cuando lo aseguré porque nos miramos fijamente.

Anónimo dijo...

¿Qué carajo hacía Marcial de Médico de Familia disbrazado de sub inspector de policía?¿Será algún día Jorge Roelas capaz de superar ese papel?

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo con tu crítica, yo no pude llegar ni a los créditos... Me gusta mucho tu blog. Un saludo.

Álex dijo...

A mi me gustó bastante y me dejó con ganas de más. Es cierto que en los robos hay algunas cosas cogidas por los pelos, pero eso también sucede en las americanas (véase ALIAS). Quizás le faltó ritmo al primer robo y le sobraba que todo fuese un flashback.

Aún así no me resultó para nada pesado, y sus casi dos horas se me pasaron volando.

Mar Toscano dijo...

Yo estoy con Alx. Me perdí el principio, pero cuando me incorporé me quedé hasta el final. Vale que el robo del Museo no fuera complicado de la hostia, pero estuvo bien. Muy entretenida, a mí también me dejó con ganas de más :)

SisterBoy dijo...

Mer corres el peligro de que el blog se especialize en estrenos de series de tv españolas lo cual sería malo al menos para mí ya que no veo nada de esas series :)

Ángel Rodríguez dijo...

a mí lo que me aburrió tremendamente fue esa cabecera!

Mer dijo...

es normal que en un piloto haya 10 minutos de introducción antes de créditos? Normalmente no hay créditos ¿no?

SisterBoy dijo...

JO en Generation Kill no hay ni un solo jodido crédito. Pero no la veras mer, es una serie para machos

Anónimo dijo...

Me ha encantado lo de los argumentos de Legally Blonde. Seguro que alguien piensa lo mismo de mí cuando entro en Uterque (por cierto, qué ropa más fea).

El Malvado Ming dijo...

José Luis García Pérez me superencanta pero después de "Topkapi" nadie debería de involucrarse en una trama de robos, y mucho menos en España.


Y por supuesto, "Legally blonde" da claves detectivescas irrefutables.

eduardoritos dijo...

Yo me ahorro muchos disgustos y tiempo perdido no viendo casi la tele desde que no tengo la digital.

Sinceramente, si Mer (y otros de su "calaña") son capaces de detectar todos estos errores en las series españolas, llego a la siguiente conclusión:
1- Los guionistas de Guante Blanco no se dan cuenta de sus errores, luego no deberían estar en ese puesto.
2- Los guionistas se dan cuenta, pero los que hacen la serie (productor/director) no se dan cuenta, luego no deberían estar en ese puesto.

No sé cuál de las dos me preocuparía más.
A mí, personalmente, me da igual que la ficción española sea mala, puesto que no estoy en ese negocio. Mientras haya ficción extranjera buena, me vale (me gusta mucho lo francés, además de lo americano), pero digo yo que las productoras que palman dinero con todo esto deberían pensar en ello.
¿O es que no palman pasta? No lo entiendo.

En todo caso, de nuevo, gracias Mer, me compraré los videos de "Atrapa a un ladrón" y "The Thomas Crown affair" (parece que habrá 2ª parte) "The Score" y "La Pantera Rosa"
Estas sí que son divertidas (las podrían ver también estos chicos del guión de la serie).