28 agosto 2007

Supermodelo gala1

Quizás esto se repita y cada martes haga un post, no sé, veremos.

La gala ha sido un poco caótica, pero eso le ha dado un aire esperpéntico muy divertido. Como por ejemplo cuando Judith Mascó presentó a Custo Barcelona y apareció, en medio de la pasarela, un gordo con una steady.

Pero la gala en realidad tampoco tiene ni ha tenido nunca el suficiente interés, lo importante era todo lo anterior. Los videos en los que las chicas se ponen a caldo, las humillantes sesiones de fotos y los desafíos sobre pasarelas deslizantes.

Este año hay una cenicienta que además venía con antagonista. Raquel y Dabryna eran las auténticas estrellas del concurso. Y debían seguir juntas hasta el final. Hasta arrancarse los ojos con el rizador de pestañas. Pero la historia terminó antes de empezar, porque Dabryna fue una de las cuatro expulsadas ¿Como han sido capaces? Esa mujer era una verdadera bruja. ¡Hasta el nombre tenía!


Les cuento. Raquel es a la moda lo que Leonardo Dantés a la danza. No sabe desfilar ni tiene ritmo. Es pelota, enterada y resabida, habla 6 idiomas y además canta. En sus ratos libres conversa sobre los percances de algunos matemáticos y se sabe por orden alfabético los nombres de los diseñadores españoles. Dibuja, pinta al oleo y a la acuarela. Diseña ropa, presentaciones de Power Point y escribe poesía, novela y seguramente más de un blog. Raquel no es guapa, más bien es horrorosa. Pero la adoramos. Es nuestra cenicienta, y a partir de ahora no será más Raquel, sino Raquel de España.

El infierno se desató en los casting. Raquel en uno de sus estrafalarios desfiles, vestida de ninfa del bosque, decidió regalar al jurado una camiseta creada y dibujada por ella, con los rostros impresos de cada miembro del programa. Por si eso fuera poco además soltó un discurso almibarado acerca de las virtudes del jurado, delante de todas sus compañeras que veían la escena con la boca abierta. Dabryna se burló de la chica, metiéndose los dedos en la boca como si fuera a vomitar. Yo en mi casa estaba haciendo lo mismo, pero a mí no me veía nadie. A Dabryna le echaron una bronca monumental y a partir de ese momento se convirtió en la oveja negra del programa.

Era la mayor, tenía un hijo de 5 años, acento canario, manía persecutoria y mucha mala leche. Se peleó con todas y claro, se fue. Y se llevó el conflicto y nuestras esperanzas.

Las chicas en general muchas luces no tienen. Paulita B. habla como si su logopeda fuera Tamara Falcó. No dice una frase coherente.

Jessica es mi favorita. No porque sea lesbiana, sino porque es la única que no parece tonta. Se lo estará pasando pipa ¿no?

Paula Hidalgo es una monada, pero ayer se puso a llorar a lágrima viva porque se enteró de que mide 1,69 y no 1,71 como creía.

Paloma es la pija californiana, se ríe de cualquier cosa y tiene tanto sex appeal como una ciruela pasa.

Irene es fea con avaricia. Está nominada y saldrá, porque la audiencia no tiene piedad.

Magdalena es la otra nominada. Es preciosa.

Alba es poeta.

Noelia es un clon de la prota de Hoy no me puedo levantar y Amar en tiempos revueltos, y a su vez de Anne Hathaway. Y no tengo nada más interesante que decir sobre ella.

Marta es la única que tiene una cara especial.

Espero que les corten el pelo de una vez porque parecen clones. Dentro de una semana seguramente diré algo completamente distinto y Jessica ya no será mi favorita. Por ahora me declaro fan de Cristina Rodríguez, y me gustaría que Valerio y el fotógrafo recuperaran la mala leche del año pasado. Pero lo que espero más que nada en el mundo, es encontrar cuanto antes alguien a quien odiar. Sino esto va a ser muy aburrido.

Se pueden ver los videos en la web.

24 agosto 2007

Ya casi están aquí

El verano se acaba, gracias a Dios. Ya no se podrá aparcar en Madrid pero volverán los comentarios al blog y el BitTorrent echará humo.

Pero antes de que se termine el verano, antes del 16 de septiembre, todos los que vivan en Madrid tienen que pasarse por el Museo Thyssen para ver la exposición de Richard Estes.

Si han ido al museo seguro que han visto el cuadro de las cabinas telefónicas que ha estado durante mucho tiempo en el vestíbulo de la planta baja al alcance de todos. Se trata de pinturas hiperrealistas que hacen un recorrido por las ciudades más emblemáticas, sobre todo Nueva York, y que se muestran a través de sus reflejos en escaparates, autobuses o coches. El artista cuestiona el concepto de realidad y juega a esconder y replantear los espacios conocidos. Es una verdadera maravilla. Este es mi favorito. Y no porque arriba a la derecha haya un enorme cartel de Las chicas Gilmore y otro de Buscando a Nemo, jijiji.

(también hay una temporal de Van Gogh, que queda como fatal nombrar una y otra no).

Bueno, a lo que vamos! Que llegan nuestras series, por fin. Las autoras de Bytheway, que sienten debilidad por las promos y nos la contagian, nos ha regalado esto:



y esto:



Y una se pregunta ¿Por qué emociona tanto? Ya sé que es porque la serie es estupenda, y llevas meses sin ver a tus personajes, pero estas promos están hechas con verdadera pasión. Saben qué hilos tocar para mostrarnos el espíritu de su serie y dejarnos del revés. Para ver más espíritu no se pierdan el making off.



Atención! Éste es el calendario de series, saquen la agenda:

13 agosto: Weeds
17 septiembre: Prison Break
24 septiembre: Héroes
24 septiembre: Como conocí a vuestra madre
25 septiembre: House
27 septiembre: Ugly Betty
27 septiembre: The office
30 septiembre: Dexter
30 septiembre: Mujeres desesperadas
4 octubre: 30 Rock
23 octubre: Nip/tuck



Y éstas son algunas de las nuevas a las que pienso engancharme:

13 ago: Californication
19 sept: The Gossip girl
03 oct: Pushing daisies

Una foto promocional de la cuarta de The office:

¿Se puede no amar a Dwight?

21 agosto 2007

C.L.A. No somos ángeles

No entiendo esto de programar una telenovela a las 6 de la tarde. Me voy a poner en la piel de una maruja ¿vale? sin ofender. Es decir de una señora que hace su trabajo en casa, que hace la compra, que limpia, que cocina y que atiende a los niños o adolescentes:

Me levanto muy temprano para ir al mercado antes de que empiece el corrillo de Ana Rosa. Durante el programa plancho y me río con las salidas de Belén Esteban. Empiezo a preparar la comida, pero pongo la tele de la cocina para no perderme la receta de Arguiñano. Llegan los primeros niños y mi marido. Empieza el telediario. Comemos todos juntos y cuando empieza el Tomate cada uno se va a su cuarto. Recojo todo ¿Esta niña no ayuda nunca? Mi marido se despide. Vuelve a la oficina, gracias a Dios. Me siento en el salón con media barra de chocolate Nestlé de la que prometo coger solamente 2 cuadraditos. Bueno tres. Pero ni uno más. Empieza Bea. Los niños se levantan de la siesta. La mayor me pide que la acompañe al Corte Inglés a comprarse unos vaqueros que los demás le están pequeños. No me has ayudado con el lavavajillas y encima pretendes que... como habla Bea me callo y le digo que se vaya vistiendo. En el último anuncio del culebrón me pongo mi conjunto de Yera color salmón, un poco de colorete y voy preparando el bolso. Vuelvo al salón y la niña se sienta conmigo, nos reímos con las ocurrencias de Bárbara y nos acabamos la barra de chocolate del todo. Nos vamos al Corte Inglés a comprar vaqueros, yogures y calzoncillos Abanderado de la talla XL.



¡¡¡¡No se ve la tele a las 6 de la tarde!!!! Está puesta pero no se ve, se escucha.

Por eso creo que el equipo de No somos ángeles ha jugado bien en la elección de los actores porque son jóvenes y guapísimos, o sea carne de fan. Y las jovencitas son capaces de no ir a comprar vaqueros con tal de ver su serie favorita.

Por eso no entiendo que las tramas sean taaaaaan melodramáticas.

No me voy a poner a criticar una serie diaria con los mismos baremos que uso habitualmente porque no viene a cuento. Es cruel y no se lo merece. Todos sabemos que no es lo mismo hacer algo semanal que diario y esto es un culebrón, aunque lo intenten camuflar. Pero tiene muchas virtudes.

Hay un intento por crear personajes, y eso es bueno, aunque no acabe de cuajar. No se ven muy claras las diferencias entre todas esas enfermeras bonitas que hablan igual y actúan igual. Pero todos esos personajes tienen algo que engancha y que pocas veces se da en la ficción española. Y llevo diciendo esto desde que abrí este blog: Los personajes españoles no tienen por qué ser antipáticos. La gente no suele serlo en la vida real. En España no todo el mundo es tan borde como todos los personajes de ficción que salen en la tele. Aquí las enfermeras son un encanto, los chicos también, hay feeling, hay buenas vibraciones y con eso la mitad del camino está hecho. Con muy poco más tienes al espectador cogido por los huevos de aquí a 3 temporadas. Es malo el horario sí, pero el producto es digno.



Lo que sí me gustaría criticar es algo que clama al cielo y que ni siquiera un culebrón se merece. Algunos problemas tremendos con algunos personajes y las lagunas de guión.

Los que salen perdiendo son los personajes de más de 30 años. Hay un médico llamado Muñiz, que es como House pero después de una lobotomía que le volatiliza las virtudes. Es más malo que la peste. Y lo peor es que todos lo dicen constantemente. Es más, el personaje está haciendo una cola en el aeropuerto, se va a pasar el fin de semana con su amante. Recibe una llamada que contesta muy borde, le dice a su interlocutor que ha dejado clarísimo que no puede ser molestado hasta el lunes ¡que está de viaje!. Cuelga y justo detrás de él una chica, que no es personaje ni es nada, es una extra haciendo de relleno, gesticula que "QUÉ CABRÓN". Por si nos quedaba alguna duda.

El tipo es tan desgraciado, pero tanto, que yo le dije a mi novio (que estaba leyendo a mi lado esperando que esa cosa acabase de una vez) ¡A este tío lo matan! Es demasiado malo incluso para una serie española. Es un personaje sin matices, es un ogro. Un ogro a punto de ser asesinado. Morirá, creeme. Y la sorpresa hubiera sido que no muriera. Pero lo hizo, se resbaló con una pastilla de jabón en la ducha.

Para que vean lo malo que era, mejor dicho la pésima caricatura que era de un malo, un ejemplo. Una anciana encantadora está a punto de morir. El doctor se lo comunica pero de una manera muy bruta. La señora le pregunta si cree en la vida más allá de la muerte y el la mira y le dice, muy despreciativo "Nah...".

Fijense en lo borde que era, que durante una operación varios médicos y enfermeras lo criticaban comparándolo con House!!! Eso para cuidarse las espaldas por si acaso en los blogs hablábamos de plagio. En este caso hablar de plagio es impensable. Ya quisieran ellos que se pareciera a House.

La amante del tipo es otra doctora o enfermera del hospital y tiene problemas con el marido. Problemas como que el marido le compre una batidora en vez de un viaje a París. Tremendo ¿eh?

Y luego están las tramas. Una de ellas para agarrarse la cabeza, pero que podía haberse solucionado con un poco de lógica. Resulta que roban un coche con un bebé dentro. Cuidaba del niño la nana. El ladrón no se da cuenta de que hay un bebé y cuando lo ve, se asusta y tienen un accidente. Los heridos llegan a la clínica Los Ángeles donde son atendidos. El hombre está inconsciente.

Casualmente la madre del bebé robado está en la misma clínica, porque tiene una rara enfermedad que necesita ser tratada de vez en cuando. Para no asustar al marido, no le cuenta que ha ido al hospital. El marido cree que está en una comida de chicas. La nana le cuenta al padre lo que ha sucedido, así que él llama a la policía y decide no contarle nada a su mujer para no preocuparla. El ladrón llama a un amigo para que lo vaya a buscar al hospital y cuando logran escaparse, seguramente por culpa del shock, el hombre se vuelve loco y le pega una paliza mortal a su amigo, dejándolo inconsciente en el aparcamiento.
Un par de horas después, la poli todavía no sabe nada del bebé desaparecido. El marido sigue en casa preocupado y la madre no sabe que su bebé está muy cerca.
El niño, que también está enfermo comienza a ponerse malo. Necesitan que el supuesto padre (el ladrón) firme el alta del bebé. Cuando lo van a buscar ven que no está. Descubren que el niño es adicto a la morfina así que, suponiendo que hay problemas de drogas en la familia, llaman a la policía.

Yo digo una cosa... han pasado más de 3 horas desde el accidente. Casi las mismas horas de la denuncia que hace el padre de la criatura. ¿No hubiera sido lo lógico que la policía supiera que un coche de matrícula tal tuvo un accidente? ¿La misma matrícula del coche robado? Cuando hay un accidente de tráfico ¿La policía no interviene? ¿Es normal que en el aparcamiento de un hospital haya un muerto tirado sin que nadie lo encuentre durante más de una hora?

¿Es que no hay nadie que lea esto y se de cuenta de que se puede arreglar? ¿De que puede ser verosímil con un poco de ingenio? Si no hay tiempo, si no se pueden solucionar las cagadas por falta de presupuesto ¿por qué no dejan de lado las tramas detectivescas y se centran en la relación de los personajes, que para eso es un culebrón y en las enfermedades de los pacientes? que son menos complicadas.

Otra cosa que no entiendo, y que creo que puede ser un problema a la hora de que esta serie siga en antena, es la idea de poner los dos primeros episodios en Prime time. Y justo compitiendo con CSI. Los que tengan tiempo por la tarde de ver la tele pero no por la noche ¿Qué harán hoy para seguirla?

En una escena de narración pésima, sabemos que Pilar Punzano (guapísima y estupenda como siempre) ha ganado la lotería, pero ella no lo sabe porque justo en ese momento deja de mirar la tele donde salen los resultados. Y yo necesito saber si hoy se enterará. Esta tarde iba a ir a comprarme unos vaqueros pero me da que lo voy a dejar para otro día.


Actualización: He visto en streaming el capítulo 4 y las enfermeras han dado un giro. Ya no son encantadoras. Una ha llamado a la otra hipócrita y ya se ha convertido en la típica serie española donde cada frase de diálogo podría ser de cualquiera y donde parece que todos lleven un palo metido en el culo.

19 agosto 2007

Supermodelo 2007

Nosotros no tenemos un Saturday Night live, no tenemos a Will Ferrell ni a Ben Stiller, no tenemos sitcoms de 23 minutos, ni Late shows brillantes, pero nada de eso importa, porque todas las noches a las 9 y media tenemos nuestro propio Zoolander.



Supermodelo 2007 empieza con otro aire. No con la cabecita asomada detrás del marco de la puerta, sino con la seguridad de los que lo han conseguido. Como casi todos los concursos de este tipo, el programa empieza mucho antes de empezar aprovechándose de los diversos castings que han tenido lugar durante todo el verano por varias ciudades españolas. Las madres acompañan a las hijas y el escenario es nada menos que la planta joven de El corte inglés, donde la vulgaridad se codea con el glamour y las clases sociales se disipan.

A estas alturas está clarísimo que los castings son lo mejor de todo, los que dan que hablar, que criticar y por supuesto, son mucho más divertidos que las estudiadas, sosas y coreografiadas galas.

Los casting hay que verlos en el momento, a los diez días son historia. Si alguien te habla de la jugadora de baloncesto que lleva un 45 de pie tienes que saber de qué te está hablando o te vas a perder en todas las tertulias. Si hablan de la marroquí borde, mejor que sepas que se refieren a esta chica o te quedarás sin nada que decir.



Supermodelo es un programa de telerealidad que pone como excusa la elección de la modelo perfecta pero que su verdadera intención se esconde en el backstage. Lo que engancha no es otra cosa que los encontronazos, las mentiras, las zancadillas y las críticas de cualquiera de estas brujas de la pasarela hacia cualquiera de sus compañeras.

La controversia viene por la actitud de los miembros del jurado en el proceso de casting. ¿Que muchas de las chicas que se presentan a este programa son super tontas?. Sí. No es que nos lo imaginemos, es que las hacen hablar y el micrófono lo recoge todo. Sobran las excusas. ¿Que en este tipo de procesos el jurado debe adoptar una actitud feroz? Por supuesto. Lo sabemos desde lo de Risto Mejide. Cuando en FactorX nos mostraban intercalados los planos de la chica del cinturón con las caras de estupefacción de Eva Perales nos reíamos. Lo que jamás hubieramos podido imaginar es que esta vez, el jurado de Supermodelo 2007 fuera el centro de todas las burlas y que, sin proponérselo, nos regalase una visión del mundo de la moda tan exagerada, despejada y sincera, que ni siquiera podamos distinguir entre la más inteligente de las parodias.

El trío cómico consta de tres personas: Cristina Rodríguez, la estilista que no sabe vestir, Daniel El Kum, el que les enseña a desfilar, un hombre de poca y titubeante labia, gesto aburrido y fealdad desconcertante y Fiona Ferrer, una ex modelo de sosez cándida y ganas de ser rebelde.

Los 3 reprimen a las chicas. ¿Crees que se puede venir a un casting en chancletas? ¿Tu madre no te enseña a vestir? ¿Por qué te pones extensiones? ¿Qué haces vestida de fallera? Y entre tanto rif y raf viene lo bueno:

-Daniel el Kum: ¿Eres consciente de lo mucho que te pareces a Esther Cañadas?

- modelo alemana: Esto... no sé quién es.

- Cristina Rodríguez: ¿Que... Cómo? ¿Que no sabes quien es Esther Cañadas?

- modelo alemana: no.

- Fiona Ferrer: No puedes pretender ser una modelo y no mostrar cierto interés en... eh... las modelos.

- Cristina Rodríguez: Si quieres ser modelo tendrás que buscar en (pensando) revistas. Revistas de moda.

-modelo alemana: compraré revistas.

-Daniel el Kum: Además de tener un cuerpo y una cara bonita, una modelo tiene que tener (pensando)... ¡SABIDURÍA!

Bien. Pongamos que la chica logra conseguir la sabiduría que según el diccionario de la Real Academia es el Conocimiento profundo en ciencias, letras o artes ¿Dónde metemos a Esther Cañadas?

La alemana llevaba solo 8 años viviendo en España y Esther Cañadas lleva siglos sin salir en una revista, gracias a Dios.


Mugatu al lado de estos era un erudito.

16 agosto 2007

Dirt

"Esto es Hollywood, álguien está jodido y hay otro ahí fuera que no puede esperar para contarlo", dice a sus empleados Lucy Spiller, jefa de contenidos de la revista de cotilleos Dirt Now cuando estos le aseguran que no encuentran la noticia para la portada.

Esto no es Entourage. Aquí Hollywood se revela ficticio, exagerado, coloreado con una paleta de rojos y negros, como en una película de vampiros. Ya desde los créditos aparecen los ojos de Lucy encima de la ciudad y su primera escena será un baile de curvas, seda y melena negra que dejará embelesados a los que la observen caminar.


Lucy es la reina de un Hollywood dantesco donde las jovencitas coquetean con el caballo y los héroes de acción si no son cobardes son unos pervertidos. A su lado está Don Konkey (Ian Hart), un fotógrafo esquizofrénico, ex compañero de instituto y su único amigo en el mundo. Una pareja de actores jóvenes y guapos representan el lado conocido de la maquinaria, él es Holt Mclaren (Josh Stewart) y ella Julia Mallory (Laura Allen). El resto del equipo lo forman el jefe de publicidad Brent Barrow (Jeffrey Nordling) y la aprendiz de periodista Willa MacPherson (Alexandra Beckenfrige) que por ser nueva, pone la nota cándida al asunto.


Willa, la redactora

No se sabe qué fue primero si el huevo o la gallina, quién hizo esa llamada, quién contó ese secreto e hizo público el video o quién entregó su alma a cambio de una portada. Cada error se paga y cada intento de redención desemboca en tragedia.

Dirt es una serie de FX, la productora de The Riches, The Shield y Nip/Tuck, series en las que la diferencia entre el bien y el mal es bastante difusa.

Esta es la vuelta a la tele de Courtney Cox, que también es productora ejecutiva y por eso se cuida de salir guapísima. Sorprende el nuevo registro, pero si miramos atrás un poco, nos encontramos con la periodista de Scream que era bastante hija de puta.



Aquí los personajes están llenos de matices, y nunca estamos demasiado identificados con ninguno. Parece increíble que estos actores sean capaces de hacer una serie sobre los actores. Sobre sus inseguridades y sus fraudes. Porque vale, todo esto está exagerado, pero a nadie se le escapa que de una u otra manera, lo que pasa en la serie es real. Todos esos rumores que salen en las revistas, están ahí porque álguien muy cercano al actor lo filtró. Lucy es una verdadera hija de puta, pero en el fondo la adoras y quieres que arruine la vida de ese actor y que consiga su portada. Los periodistas salen mal parados, pero no más que los actores.

Sólo trece son los capítulos de la primera temporada de Dirt (única hasta ahora), y cada uno tiene una estructura de serie de detectives. Hay un rumor y hay que encontrar pruebas. Investigar, fotos, entrevistas... y como en CSI suele haber dos tramas.

Hay un arco argumental a lo largo de la primera temporada que es la historia de la pareja de jóvenes estrellas que se ve metida en el juego. La relación de ambos con Lucy, los devaneos de la actriz con las drogas y con su camello lesbiana, las constantes rupturas y reconciliaciones, irán siempre en paralelo a las tramas principales.

Julia Mallory, la actriz

Pero a partir del capítulo 7 de la primera temporada hay un giro y comienza un arco argumental de misterio. En este sentido la serie es muy parecida a Nip Tuck, pero aquí toda la investigación del misterio por parte de la policía es en Off. Lo que interesa no es el misterio en sí, sino la reacción de Lucy ante esta nueva situación.

Me encanta la serie sobre todo por dos cosas, porque me lo paso pipa buscando nombres reales para los personajes de famosos que van apareciendo (Paris Hilton y Nicole Richie se reconocen enseguida, claro) y la decisión de hacer al personaje del fotógrafo un esquizofrénico. Él es el alma de la serie y por eso es el que nos cuenta en el "previously" lo que ha pasado anteriormente (esto es estupendo, porque nos lo cuenta a su manera, a veces linealmente, otras no, y en ocasiones solo dice blablabla). Su enfermedad es su cruz y su refugio, sería incapaz de hacer su trabajo si no estuviera completamente loco. Y la verdad, que no se sabe todavía qué es lo que lo mueve a seguir haciéndolo. Quizás su lealtad hacia Lucy. Pero creo que va más por una desmedida necesidad de llegar al fondo de las cosas, de mostrar la verdad, incluso a costa de su propia vida.

Don, el fotógrafo pirado

Dirt es una serie sobre la traición, el interés y la mentira. Traición tiene su propia estrella en el paseo de la fama, se recuerdan entre ellos, por si acaso.

12 agosto 2007

Top five colágeno caducado

A veces me cuesta entender los motivos por los que una mujer hermosa se convierte en esto. Se puede ser bellísima a los 65 y además tener unas bonitas arrugas.

Este tipo de cambio me inquieta sí, pero hay algo que me produce un rechazo mayor. Me pone de los nervios ver a una actriz a la que se le nota mucho que ha pasado por el quirófano, pero uno no sabe exactamente donde está el retoque. Y no me refiero a lo que pueda hacerse en la nariz Jennifer Aniston, o al sutil cambio de Catherine Z. Jones. Me refiero a cambios radicales, me refiero a masacres.

Las siguientes mujeres, a las que he visto alguna vez en la televisión me sacan de quicio. Cada vez que aparecen me como la cabeza intentando averiguar donde está el retoque ¿es la nariz? ¿es el colágeno? ¿un lifting? ¿Botox? Y no puedo prestar atención a lo que dicen, solamente a su cara.

1) Kathryn Morris o el fantasma de Caso abierto:

Esta serie no la veo, pero he visto un montón de finales de capítulo esperando a que empiece House. Durante esos minutos no hago más que repetir el pánico que me da su sola presencia. Y no sé si se ha retocado, pero es muy rara. No encontré fotos que muestren su estado real. Es blanca como mi wáter y encima le pintan los labios de rojo, pero es que además los tiene super delgados y no hace más que estirar la boca hacia los lados como si tuviera miedo de que el pintalabios se le fuera a salir del límite. Esto debe ser un complejo de ella, algún trauma infantil con el sol, porque no creo que ningún director de fotografía pueda iluminar eso en condiciones.



2) Ashley Scott, Jericho

Solo he visto el piloto de Jericho, y tuve suficiente. La serie me pareció bastante floja y sobre todo muy cursi, pero lo que me echó para atrás fue la cara de esta chica que es la protagonista. No sé qué tiene ¿notan eso? ¿lo notan? ¿en los labios?. Es la típica boca de pato que provoca el lifting, pero es demasiado joven para eso, así que tiene que ser colágeno. Con la de actrices que hay, si dejaran de contratar a estas chicas seguramente dejarían de destrozarse la cara cada dos por tres. Hay fotos más bonitas en la red pero creanme, esa no es la que sale en la serie, y no me la quiero imaginar sin maquillaje.



3) Calista Flockhart, Cinco hermanos.

Desde que la vi por primera vez en Ally McBeal supe que algo escondía. Pero no sabía qué era y todavía no lo sé. Está clarísimo que se ha tocado la nariz, pero ¿qué más? porque es un mapa. Marea mirarla porque no logras que su cara nunca esté lo suficientemente equilibrada. También influye la extrema delgadez. Yo adoraba su personaje de Ally McBeal, ella era muy graciosa, pero ahora no la soporto, porque antes sus poses grandilocuentes estaban justificadas pero ya no. Quizás es una de las razones por las que no puedo con Cinco hermanos.


4) Mujeres desesperadas

Tanto Felicity Huffman como Teri Hatcher tienen retoques para aburrir. Pero esta vez no me importa porque me ganan con su talento y hacen que me olvide de los problemas de sus caras. Aquí hay un lifting seguro, aunque se nota más en las fotos de perfil.



Y aquí no sé lo que hay, pero el Botox no le deja abrir el ojo en condiciones.


5) Ellen Pompeo, Anatomía de Grey.

Solo tuve que ver cinco minutos de Anatomía de Grey para darme cuenta de que esa serie no era para mí. Y no porque me impotara un bledo lo que hicieran esos médicos, o porque no me creyera una palabra de lo que hablaban entre ellos, sino porque supe que no iba a poder soportar la tensión de enfrentarme a la cara de la protagonista, capítulo a capítulo. Es guapa, sí, pero no es ella. Seguro que debajo de ese clon de Renné Zelwegger alguna vez hubo una chica bonita. Me pone enferma ver la manera en que no se puede reir, y la manera en que no puede abrir los ojos.


Y para terminar, un regalo para fans de Melissa Gilbert, que en nuestro corazón siempre será Laura Ingalls. Esto sí que es un cambio radical.

09 agosto 2007

Carrera de obstáculos

Todo el mundo a estas alturas sabe lo que es un cliffhanger, muchos hemos aprendido el término gracias a 24, que creo que fue la serie que nos devolvió a todos la confianza en la televisión.

Hay series que usan este recurso como paradigma y son las que hacen que en una noche podamos ver 8 capítulos seguidos. Son por ejemplo Lost, Héroes, Prison break, 24, Dexter y sin tanto drama, también tenemos a Weeds o The riches. Es decir, siempre que haya una amenaza, persecución o doble vida, habrá un final de capítulo que te deje el corazón en un puño.

Cuando esto pasa y no tienes más capítulos en la recámara, pides que la espera no haya sido en vano y aunque no quieres que el prota muera, deseas que al menos se quede un par de capítulos en coma, porque tú has visto al coche pasarle por encima.

Cuando el héroe generalmente supera las barreras una a una con la facilidad en que uno coge una nintendo, empiezas a cabrearte y dejas de creer. Sabes que tu héroe saldrá inmune, y piensas que ya nada puede sorprenderte y que tus nervios nunca más estarán justificados.

Este es el caso de Jack Bauer, ha sido también el caso de Héroes, a partir de la segunda mitad de la primera temporada y es también el caso de Harry Potter. Y tranquilos que no voy a hablar del séptimo libro.

Cada uno de los libros de Harry Potter tiene la misma estructura. Harry se mete en líos, todos por culpa de un malvado que lo quiere matar y van apareciendo obstáculos: un profesor que hace un conjuro durante el partido de quidditch para que Harry se estampe contra el suelo, un dementor que aparece en un túnel y está a punto de aspirar el alma de su primo, la opinión pública contra Harry, las acusaciones injustas, los juicios en el Ministerio, las persecusiones de mortígafos, los sueños premonitorios en los que Harry vive los asesinatos del malvado Voldemort. Todo eso es un simple relleno. Nada de eso conlleva una acción posterior que desorganice el plan principal. Harry tiene que llegar al punto B en la página 400. Y lo va a hacer, por los cojones de Rowling. No hay nada en las 400 páginas anteriores que provoquen un cambio en el plan. Parece que están, pero no. Si el dementor se aparece en Privet Drive y absorbe el alma de su primo, y por consiguiente Harry es acusado de usar la magia en el mundo muggle, durante el juicio es declarado incocente y vuelta al punto de partida. Y así constantemente. Puede que a los niños esto les parezca divertido pero es el colmo del aburrimiento. Un obstáculo tiene que servir para algo, tiene que provocar un giro. Yo no puedo soportar que una larguísima persecución siempre acabe con un "y entonces giró sobre sí mismo y desapareció tras un destello verde". Es cansino.

Y quien dice Harry Potter dice Jack Bauer. Jack gana. Siempre. Y las barreras las va saltando una a una, sudando mucho eso sí. Pero hay una diferencia con Harry Potter, todos los contratiempos que va encontrando Bauer están ahí para llevarlo hacia el final. Es decir que si hay un obstáculo en la carrera de Jack, le sirve de ayuda para llegar a la meta. El punto B es la hora 20 y todo lo que suceda con anterioridad importa un pimiento.



Por ejemplo, en la 5º temporada de 24 Jack tiene la mala suerte de quedarse encerrado en un aeropuerto en medio de un secuestro, tendrá que ayudar a un chico que casualmente es el hijo de su nueva novia. Por supuesto Jack logra salvar a los rehenes, y durante el proceso reconoce a un sospechoso que será el encargado del transporte de bombonas de gas letal a Rusia. Sigue la pista y descubre el verdadero plan terrorista, que no era el secuestro, sino el robo del gas de un hangar del aeropuerto. Lo que en principio creemos que es un obstáculo se convierte en un escalón para pasar al siguiente nivel. El objetivo de Jack Bauer era como el poema de Machado, se hacía al andar. Los guionistas de 24 escriben la serie para que Jack llegue a la meta. No para que Jack no llegue, que sería lo lógico. No se encuentra con problemas reales. Son fuegos artificales. No importa lo que haga, si tiene que salvar a un rehén o si tiene que robar un chip, sea lo que sea lo hará y pasaremos a otra acción, que también superará.

En Prison Break cada paso de Michael se equilibra con un paso atrás. La primera temporada de la serie tiene verdaderos obstáculos y sus cliffhangers se recuerdan con cariño porque cada uno de ellos fue sincero y eficaz.


Michael tiene un objetivo clarísimo, que es salir de la cárcel con su hermano y no hay más tutía. Tiene un plan claro, sacar el tornillo, hacer un agujero, salir. Pero desde luego no está en su plan quedarse sin dedos en los pies o fabricar una maqueta para el director de la prisión. El plan de Michael sale mal desde el principio y tiene que improvisar. Al final saldrá de la cárcel acompañado de 7 más. Y todo lo que se pone en su contra hace que la historia gire. Él va hacia el punto B sí, pero por un nuevo camino.

El momento cumbre de la serie y uno de los mejores cliffhangers que yo recuerdo de una serie de televisión (y recuerdo también que fue uno de los mayores gritos que pegué en mi vida de teleadicta) fue en aquel capítulo en el que parece que Michael se ha quedado tarumba porque parte de su tatuaje había desaparecido por una quemadura, pero en realidad estaba fingiendo y lo único que quería era que lo encerraran unos días en el manicomio para poder hablar con Patoshik, el autista, que se sabía el plano de memoria.

Weeds y The riches son muy parecidas porque las dos muestran la doble vida de una familia en un barrio residencial. Una de ellas se dedica a la venta de marihuana y la otra a timar a la gente. Y claro, siempre hay un desgraciado que amenaza a la familia con sacar a la luz su verdadera cara.


Weeds es pura comedia, y la verdad que con eso teníamos de sobra, pero a partir de la segunda temporada decidieron que tenían que darle marcha a Agrestic. Y lo que empieza como un irreverente Desperate Housewives se va convirtiendo poco a poco en un Pulp fiction.

Ambas series logran mantenernos en tensión con sus cliffhangers cardíacos, porque todos los problemas en los que se meten sus personajes desembocan siempre en un problema mayor. Pero claro, son seres humanos, no como Jack Bauer y no tienen otro objetivo que la felicidad y eso sí que es complicado.


Me acabo de enterar de que para ver la segunda temporada de la fantástica The Riches, hay que esperar a marzo ¡A MARZO! Eso sí, de febrero a junio a mí que no me busquen.

05 agosto 2007

¿Por qué detesto Life on Mars?

Hola, me llamo Mer y soy una adicta a las series americanas. Esto es lo que mi novio me aconsejó que dijera cuando le conté sobre qué iba a escribir. Pero no es cierto, y no lo es porque me gusta Extras y The office, y todas las miniseries de la BBC que tengo grabadas en video, mis capítulos sueltos de Zafiro y Acero y seguro que alguna cosa más que ahora mismo no recuerdo.

Vale, me gustan las series americanas, y creo que David E. Kelly va a hacer un gran remake de Life on Mars. Supongo que es muy fácil decir que es una cuestión de gustos, pero la verdad es que creo que en general las americanas son mejores y no pienso explicar por qué. Lo que intentaré explicar es qué me pasa con esta serie.

La propuesta es fantástica. Un inspector de policía, Sam Tyler, tiene un aparatoso accidente en la autopista, un coche le pasa por encima y se queda un rato inconsciente, al despertar ya no está en el año 2006 sino en 1973. Su coche es como el de Starsky y Hutch, el Ipod ha pasado a ser un cassette de tamaño exagerado, su móvil ha desaparecido y ya no es el jefe de policía sino un simple detective.

Turbado por la nueva situación, por el aspecto de la ciudad, de los coches y de su propia vestimenta, va hacia la jefatura y se encuentra un sindios. Un montón de polis que fuman, no respetan las reglas, pegan a sus testigos y encima no tienen las herramientas técnicas suficientes para solucionar los casos.

Cuando te cuentan algo así dices "Guau!" y te imaginas un montón de posibilidades. Y claro, de imaginarte tantas luego la decepción es brutal. Porque Life on mars las desaprovecha casi todas.




Para hacer una serie así, me parece que una de las cosas imprescindibles es mostrar las virtudes del personaje en su habitat natural. Es importante resaltar esos elementos que luego no tendrá, como el E-mail, el móvil, las pruebas de ADN, el banco de datos informatizado. Así podemos comparar después del cambio. Yo creo que Sam debería mostrarnos su astucia para resolver un crimen con la ayuda de todos estos gadgets del futuro. Y esto podía haber sido en la primera escena de la serie. No importa que no se tratara del caso principal.

La cuestión es que no es así. La trama empieza directamente en casa del supuesto asesino. Tyler toca la puerta y éste sale corriendo. Hay una persecución y Tyler usa una porra, le da un par de hostias y lo detiene. Luego, en el interrogatorio los abogados del sospechoso presentan una coartada perfecta. Tyler está en pelotas, no sabe como seguir.

Durante el interrogatorio hay un plano detalle de una cinta de cassette que me sorprendió, porque no sabía que existían y un portátil abierto con un retrato robot del asesino. La única prueba es el diario del acusado en el que dice que mató a la chica.

Así que lo que sabemos del protagonista es que corre mucho, que cuando tiene que hacerlo, usa la porra y sabe buscar diarios personales en las habitaciones de sus sospechosos. Un lince vamos.

La novia de Tyler piensa que el acusado de comisaría no es el verdadero asesino, pero que lo conoce. Esto se lo comunica a través de una conversación telefónica y en ese momento es secuestrada y supuestamente asesinada. Tyler sale en su busca y ahí es cuando tiene el accidente que le hará viajar al pasado.

Una vez que pasamos al año 73, lo que más nos choca es que todos los polis fumen en la comisaría, hace años que no veíamos a álguien fumar en la televisión. Tyler llega a la sucursal y no ve ordenadores y los teléfonos tienen ruedas en las que hay que meter los dedos. Coge el teléfono y al intentar marcar aparece en la línea la voz de una operadora. Él le pide que le pase con un número de móvil, "Virgin móvil" dice. Y la chica cree que la está insultando. Había maneras más inteligentes de hacer chistes sobre algo tan impactante como plantearse una vida sin móvil, pero nos tenemos que conformar con eso y no habrá más comentarios al respecto.

La gran diferencia entre las dos épocas según los guionistas de la serie será: la brutalidad de la policía de Manchester, su capacidad para saltarse las reglas establecidas, deshacerse de evidencias o encasquetar alguna que otra incriminatoria y la chapuza con la que manipulan las pruebas.

A Tyler esto le preocupa mucho, insiste en que se pongan guantes o no se coman un bocata encima del pelo de la víctima.

En el pasado también hay una trama de asesinato. Una mujer ha muerto así que interrogan a una testigo. La testigo es super borde, trata a la policía fatal y claro, estos le dan una paliza. Y con esta escena nos muestran una de las diferencias clave entre las dos épocas. Ahora la poli da palizas, en el futuro no. ¿Sirve de algo que la testigo sea borde? ¿Su actuación desencadenará en otra acción posterior, algo que haga avanzar la historia? No, claro que no, es borde para que la poli le pueda dar una paliza y nos demos cuenta de la diferencia entre pasado y presente.

Y a partir de aquí yo ya me desentiendo, porque siento que este viaje hubiera sido exactamente igual si por ejemplo Sam Tyler se va de Manchester a Ecuador.

Detesto estas deficiencias en el guión, detesto más que nada en el mundo su falta de sentido del humor y su desquiciante uso de la música. Y me voy a centrar en esto a partir de aquí.

Estos ingleses se creen con derecho a hacer con sus canciones lo que les de la gana. Pues no. Hay que tener un poco de respeto y un poco de buen gusto. Aunque la serie se llame Life on Mars, no puedes meter la canción entera porque queda fatal, le resta importancia a todo lo que cuentas, a la canción en sí y a las imágenes.

Y no puedes bajo ningún concepto hacer que dos personajes HABLEN ENCIMA del "Baba o`Riley"!!!!!!!! y no solo porque sea un sacrilegio, sino porque queda como el culo. Es una canción llena de cambios de ritmo, o los aprovechas o usas otra canción. Hay una regla no escrita que dice que si quieres que tus personajes hablen lo hagan en la parte instrumental, que para eso está.

Les dejo aquí 3 videos, 2 de ellos del piloto de la serie.

1) Cómo debe usarse una canción (la canción termina cuando el jefe que entra en el despacho pone Stop)



2) Cómo no debe usarse nunca una canción (a partir del minuto 1):



3) Y aquí la escena del accidente de coche y el uso desmedido de Life on Mars, una joya de David Bowie utilizada para fardar de un recurso tan hortera como el travelling circular.


03 agosto 2007

30 Rock

30 Rock (traducida en España como Rockefeller Plaza, porque su público objetivo seguramente no conoce los números en inglés) es una serie de la NBC que muestra el backstage de un programa de variedades del estilo del Saturday night live. La protagonista es Liz Lemon (Tina Fey), jefa de guionistas, una mujer de belleza difusa, tan entregada a su trabajo que no tiene vida social. Su personaje se asemeja al de Holly Hunter en Al filo de la noticia, pero sin el halo melancólico y depresivo. Liz está rodeada de los mejores a la vez que pintorescos guionistas, de Pete (Scott Adsit), el productor del programa, y de su mejor amiga, la actriz principal, Jenna (Jane Krakowsky), una treinteañera superficial de poco talento y menos sex appeal.

La armonía de la cadena se ve interrumpida con la llegada de un nuevo director, Jack Donaghy (Alec Baldwin) que efectuará algunos cambios en el programa como por ejemplo contratar a un actor negro de Hollywood. Una decisión de lo más disparatada si tenemos en cuenta que el programa se llama "The girlie show".



La creadora de la serie es la propia actriz, que interpreta el papel a petición de la cadena. Tina Fey fue guionista y actriz de Saturday nigth live, programa emblemático de la televisión americana del que surgieron genios como Edie Murphy, Ben Stiller o Will Ferrell, cuyo espíritu se nota en cada capítulo de 30 Rock. Por ejemplo, en el uso de sketchs a modo de flashbacks que nos muestran el pasado de los personajes a los que vemos humillarse con peinados extraños y trajes ridículos y sobre todo en el reciclaje de una sola actriz para interpretar todo tipo de personajes episódicos, se trata de la genial Rachel Dratch, una de las presencias más carismáticas de SNL.

30 Rock equilibra la comedia clásica con el humor absurdo. Es la hermana pequeña -corta y divertida- de Studio 60 y aunque muestra la televisión por dentro, no lo hace de una manera real. Quizás el público esto lo lleve mejor, porque a nadie le apetece ver la cocina de su restaurante favorito antes de cenar.


Series de tele dentro de la tele ha habido muchas y también de redacciones llenas de gente con un jefe dando el coñazo, pero esta se desmarca porque todo está tratado desde un profundo amor al medio. Cuando les preguntan qué religión practican te dicen que lo que diga Ophra. No hay personaje representativo de la cultura popular que no se nombre y se aprovecha cada homenaje por pequeño que sea (Liz ve Tootsie pero además se encarga de decir que es uno de los mejores guiones de la historia del cine). No faltan guiños internos, como por ejemplo hacer que Jenna se ponga a cantar cada vez que se encuentra con un micrófono ante las caras de rechazo del resto de compañeros (Jane Krakowsky es una estupenda cantante y ha actuado en más de un musical de Broadway, además claro, de ser una de las secundarias de Ally Mcbeal donde se subía a un escenario cada dos por tres).

Otro de los puntos fuertes es el montaje. Los planos son muy cortos. No hay más que lo necesario, el gesto exacto, la mirada perfecta. Se te queda esa sensación de ¡mierda, quiero más!

Y luego están los personajes, que son todos fantásticos:

-Liz Lemon es un tío con cuerpo de mujer, pero además es una perdedora. Es insegura, Star wars adicta, come comida basura, no tiene más de dos pares de zapatos y los hombres creen que es lesbiana.

-Jack Donaghy es de esos personajes que caen del cielo (o de la cabeza de un gran guionista) una vez en la vida. Es un jefe manipulador que ni siquiera es consciente de los conflictos que va creando a su paso. Una frase le basta para echar abajo la autoestima de la actriz y un mínimo capricho pone patas arriba al equipo de guionistas. Pero a diferencia de otros jefes de sitcoms, Jack es inteligente, es un estupendo directivo, cuyo único defecto es su extravagancia. Le rodea un halo de misterio que lo hace encantador. Y pone esa boquita de piñón que te lo comes. Alec Baldwin ha dado el salto, y pase lo que pase, ya es todo un clásico de la televisión.

-En toda buena sitcom siempre hay un secundario que destaca. Scott McBryer es el botones Kenneth Parcell, un ser humano tan asquerosamente normal que da verdadero pánico. Siempre tiene una sonrisa en la cara, es inmune a cualquier clase de insulto y es capaz de llevar a cabo hasta el más absurdo de los mandados. Su cara de felicidad constante siempre sirve de gag en medio de una escena de tensión. Nadie cree que Kenneth pueda ser tan feliz, ni siquiera los espectadores, así que juegan con nosotros y en un capítulo sobre madres e hijos, en el que Kenneth parece tener una relación estupenda con su madre, nos muestran a Kenneth en su casa hablando con un esqueleto vestido de mujer. Tras un barrido dejamos de ver a Kenneth y el esqueleto sale en primer plano mientras escuchamos la voz de una señora mayor conversando con su hijo. El plano general nos muestra que Kenneth habla por el manos libres con su madre de verdad y comenta que ya le han llegado sus antiguos juguetes de Halloween, entre ellos el esqueleto.


Lo que hace a Kenneth un personaje maravilloso es su devoción por la televisión. En un capítulo está limpiando el camerino de uno de los creativos de la NBC. Todo es un asco, hay calzoncillos tirados y basura por todas partes. Ante la pregunta de por qué soporta tanta humillación Kenneth contesta algo que para mí resume el espíritu de la serie. "Esta gente hace televisión, que es lo que más me gusta en el mundo, crea todos esos programas y para mí es un honor limpiar su porquería".

30 Rock es una sitcom mayúscula y la prueba no es que haya visto 18 capítulos en 3 días. Eso es solo una anécdota. No dejen de verla. La echa Paramount comedy.

02 agosto 2007

Y hablando de sitcoms

Dije que el siguiente post iría sobre una sitcom que me vuelve loca y en eso estoy. Pero es que acabo de ver una noticia que me ha dejado petrificada (No, no se ha muerto un tercer director de cine histórico). Resulta que van a hacer una obra de teatro de Sexo en Nueva York en España. Y va a estar protagonizada por Marta Valverde (la hermana de Loreto, la del musical "Mamma Mía") y -agárrense- Leticia Sabater.

Esto ya es tremendo de por sí. Y lo primero que se te ocurre es que Marta Valverde será Samantha, pero no. Samantha, la comehombres, será Leticia Sabater y Marta Valverde Carrie Bradshow.

Esto es España señores y no nos salva ni un milagro.