03 diciembre 2007

Nancy, el Flequi y Mary Jane

Acabo de leer que han pillado al "Flequi" de Gran Hermano con un alijo de marihuana como para llenar un camión. Pero la gracia está en cómo llega la policía a su casa. Resulta que un día el hermano del Flequi está en un autobús y hay una trifulca entre un par de argentinos con cuchilladas, sangre y huídas. Pero este chico aprovecha y en medio de la pelea, pilla un maletín lleno de cocaína. Mientras está declarando como testigo, llama a su hermano, el Flequi, y le pide que se lleve el maletín a casa, pero lo que no saben los dos hermanos es que en el siglo XXI todo está lleno de cámaras de seguridad.

Hay que ser muy listo y tener mucha clase para ser un traficante de drogas. Hay que tener los cojones bien puestos, y saber con quién ir y de quién pasar. Hay que tener perseverancia y algo de locura, mucho de locura. Quitarse el lastre, saber que los amigos no son necesarios y que lo único importante es la familia. Hay que tener valor para empezar de cero, cuando haga falta.




Esta tercera temporada de Weeds ha sido fabulosa, pero ya prometía grandes cosas desde la segunda. Ese giro de Coppola a Tarantino, no podía traer más que alegrías. Y así fue. Giros hasta aburrir, cualquier personaje era un obstáculo para Nancy, que se veía en cada capítulo más hundida que en el anterior. Y ese último giro de Shane Botwin, en el capítulo 11, qué inquietante y qué inteligente.

Gracias a Dios, la Celia de la primera temporada renació hacia el final, mostrándonos lo mejor del personaje (la escena en la que rediseña la oficina de Mathew Modine es brillante) y por fin, encontrando su lugar.




La season finale que, sin duda, serviría también para series finale (aunque las últimas dos palabras de Celia lo dejen todo abierto) plantea un sinfín de posibilidades. Ese plano final es tan portentoso, que no nos quejaríamos si la serie no tuviera más temporadas. Claro que si tenemos que elegir, queremos ver a Nancy Botwin año tras año, bebiéndose su frapuccino, mientras cierra tratos con la soltura con que un ama de casa compra tela para las cortinas. No sé qué será lo siguiente ¿Una cicatriz en la cara? Seguro que le queda perfecta. Nancy puede hacer lo que le de la gana.

No quiero terminar esta entrada sin comentar que ayer vi un buen trozo de Aída y aunque no la soporto por los personajes, el griterío y la grandilocuencia, me pareció un guión cojonudo ¿Tengo que felicitar a los guionistas o al productor ejecutivo? Me huelo que esta vez, tendrá que ser a los primeros.


3 comentarios:

André le Petit dijo...

Yo pagaría para que la season finale fuese la series finale. No imagino un cierre más perfecto.

Ra está en la aldea dijo...

¡Ay, todavía me quedan cuatro capítulos para terminar, no adelantes nada!
Yo odio a Nancy Botwin y pienso que realmente es una madre horrible, pero la serie me encanta. La segunda temporada es un no parar de emociones trepidantes, y esta tercera es, vamos, la "putalokura".
¡También he visto lo del Flequi en Channel nº4 -ejem- mientras limpiaba en produndidad la cocina! Estoy deseando que llegue el jueves para ver qué dice Mercedes de todo esto.

Anónimo dijo...

Lo del hermano del Flequi es todavía mejor. El Flequi interviene en la pelea para detener a un tipo que había acuchillado a otro. No conocía a ninguno, así que su heroicidad es manifiesta. El héroe anónimo va a declarar a la comisaría, pero antes de que la poli llegara había cogido el maletín con la droga de los mafiosos a los que había reducido. ¡¡Menudo crac!!
PD. Los héroes ya no son lo que eran: son mejores!!