18 septiembre 2007

La familia mata

Ayer iba a escribir sobre los Emmy pero me aburría solo de pensarlo. Qué sosez ¿no? Odio que se den premios sin poner un cacho de la serie premiada, como hacen en los Oscar. Y odio tantos premios a miniseries y Tvmovies, qué cansinos. Y lo de la publicidad cada dos por tres y encima a esas horas, que el zapping incluso es peor. Lo único resaltable es la tremenda alegría que he sentido por el premio a 30 Rock, a Ricky Gervais (merecidísimo por actor, por guionista y por genio), a Jeremy Piven, a mi Betty, a mi adorada Sally Field y a Katherine Heigl, que me parece una tía encantadora, bellísima y me encanta como actriz aunque jamás haya visto su serie. Me molestó el premio a Jaime Pressly, porque creo que otras se lo merecían mucho más. Y no tengo nada más que decir sobre estos premios salvo que detesto cuando todas las actrices llevan el mismo vestido pero en diferente color. Qué feos esos escotes.

Bueno, vamos a la serie de Antena3. Me pasa una cosa con las sitcoms españolas (sí, vamos a llamarla sitcom aunque dure como un doble capítulo de teleserie estándar), y es que me ponen muy nerviosa. En todas las sitcoms conocidas el conflicto nace a partir de situaciones extremas, complicadas, a veces trágicas. Hay excepciones claro, como en The office, en la que no pasa nada, porque su paradigma es la rutina, pero pensemos por ejemplo en Friends, Rachel, la amiga pija a la que nadie ve desde el instituto decide no casarse y encima se viene a vivir con su amiga. En Me llamo Earl, un ladrón tiene un accidente y se da cuenta en el hospital de que es posible que te sucedan cosas buenas si haces el bien así que decide hacer una lista para arreglar sus malas acciones. En 30 Rock un nuevo jefe llega a la cadena de televisión desestabilizando el estilo del programa y a la gente que trabaja en él. En Cheers una chica que está a punto de casarse anula la boda y al verse sola y sin dinero, comienza a trabajar como camarera en un bar. En Arrested development una familia entera, que se lleva como el culo, tiene que vivir en una casa piloto porque el patriarca es encarcelado.


Todos los conflictos nacen de ideas trágicas, accidentes e incluso muertes. Y cada uno de los pilotos anteriores presentan a los personajes haciendo cosas que nada tienen que ver con lo que sucederá después. Por eso casi nunca se sabe de qué irá la serie hasta el segundo capítulo. Los pilotos en general son más aburridos que el resto (digamos que algunos más que otros, el de Earl es maravilloso) porque se toman su tiempo en presentar a los personajes, que es algo trascendetal para que al cuarto capítulo no podamos vivir sin ellos.

El giro final del piloto es el que define de qué irá la serie. Earl ayudará a sus antiguas víctimas para tachar su nombre de la lista, Diana tendrá que trabajar de camarera a pesar de ser muy lista, Rachel vivirá sin la tarjeta de crédito de papá y compartirá piso con sus amigos en Nueva York, Michael tendrá que soportar a su familia y ayudarlos a salir del agujero en que los metió su padre, Liz Lemon tendrá que salvar el programa a pesar del nuevo jefe.

¿Qué pasa cuando no es así? ¿Qué pasa si durante el piloto sabemos qué va a pasar? ¿De qué va a ir la serie? Desde el minuto 5 además. Desde los créditos para ser más exactos. En los créditos además nos lo explican y nos lo subrayan. Pues pasa que te aburres y lo peor, que esperas un giro. Y cuando el giro no llega, sientes que has perdido el tiempo. Y esto es La familia mata.

Pero el problema principal que yo le veo a esta serie, es el mismo que tuvo la segunda temporada de Aquí no hay quien viva y la primera de La que se avecina (y también las series de Sabroso y Ayaso) . Que nace como culebrón. Una sitcom no puede ir siempre de lo mismo, en el piloto presentamos el conflicto. Y luego adiós muy buenas, pasamos de eso y vamos al meollo. Ya está, ya viven juntos. ¿Y ahora qué? La idea de qué putada viven juntos no hay ni que tocarla, se sobreentiende. Si seguimos con eso entonces no es una sitcom, es un culebrón. Todo gira en torno a lo mismo y nos aburrimos como ostras. Si en Cheers en el segundo capítulo Diana intenta irse del bar para conseguir un trabajo normal, pero termina volviendo, menudo tostón. Ya está, ya es camarera ¿y ahora qué? Pues ahora llegan clientes y los protas hacen cosas y todo fluye de manera natural.

En La familia mata la pareja protagonista es timada en el minuto uno por el padre. La cosa empieza así. Elena Ballesteros vive con una familia esperpéntica, recuerda mucho a Arrested development y eso, se mire como se mire, es fantástico. Hay mucho humor negro. Los personajes están escritos con ingenio y los actores están bien. Los protas jóvenes tienen química, son estupendos y de los adultos algunos están mejor que otros. Anabel Alonso mola pero a veces molestan sus vicios de 7 vidas. La madre me encanta. Dechent es de mis actores españoles favoritos, pero aquí le falta algo, tira mucho a la caricatura.

Bueno, sigo con el argumento. Resulta que por la mañana Guzmán grita que por fin ha llegado el día. En casa de sus padres, Elena Ballesteros hace lo mismo. Por fin se independizan y se van a vivir juntos. La alegría de ambos es palpable, dan un grito, así que lo que viene después te deja un poco a cuadros, porque lo peor de este piloto es el cambio de actitud en el personaje de Ballesteros que de pronto defiende a su familia poniéndola por encima de su novio. Cuando pasa esto yo me desentiendo, lo paso fatal porque ya no puedo creerme nada de lo que pasa. Y no me emociona ni que se suba al coche, ni que vuelva, ni que se vaya. Ya no puedo entrar.

¿Maneras de solucionarlo? pues con una escena estupenda de Ballesteros con su familia que te permita creer que la adora por encima de su novio. No la hay, y todo lo que hemos visto hasta el momento te hace creer lo contrario. Esta no es una familia real, es una familia esperpéntica, y no sigue las pautas de comedias románticas como El padre de la novia. Así que cuando empieza el pasteleo, todo se desmorona.

Yo creo que esto es lo peor de La familia mata, el punto de partida no es el correcto y espero que no sigan por ahí, que se olviden de la premisa y que pasen a las situaciones cotidianas sin subrayar la idea de "me voy, no aguanto a tu familia".

Lo mejor de la serie sin duda son muchas de las situaciones cómicas. Hay momentos desternillantes. La escena de la cocina con Alonso y Guzmán hablando de las magdalenas, la escena del colegio de los niños con el padre y la directora. Hay muchas buenas intenciones, pero falla el problema principal, y es que aburre porque no va a ningún lado.

Lo del trabajo de la chica no me hace gracia. Lo de Guzmán y Margarita más pero no era una trama para un piloto. Claro que los pobres guionistas tienen que rellenar y rellenar folios cuando las historias se agotan a las 20 páginas.

Espero de corazón que les vaya bien y que se pongan las pilas, que vean capítulos de Arrested development y que los copien que para eso están, total, no los ha visto ni Dios.

5 comentarios:

Álex dijo...

Intenté verla, pero al final solo aguanté 20 minutos y me pasé a ver el piloto de Ugly Betty. El principal problema que le encontré fueron los dos protagonistas, actúan fatal, acercándose peligrosamente al nivel de Dani Martin en Cuenta Atrás. Una pena, porque eso desluce el conjunto.
Aunque también me resultó un tanto aburrida. Quizás si la serie se convierte en un éxito le de otra oportunidad.

PD: Por cierto, siguiendo tus comentarios positivos sobre The Office USA, la he visto y me ha encantado. Es impresionante.

Mer dijo...

Y ugly betty qué???

TioVania dijo...

El premio a Ricky Gervais es de juzgado de guardia estando Alec Baldwin nominado. "It's past 6. What am I, a farmer?".

Por Dios.

Mer dijo...

Esa es mi frase favorita!!! pero usted se me lava la boca ahora mismo!!!! juzgado de queeee???

Mírese The office, míresela. Y después Extras. Ese hombre es el rey de la comedia mundial ¿me escuchó? MUNDIAL.

Anónimo dijo...

A mí me gustó bastante "la familia mata", espero que dure y vaya mejorando, hay personajes buenísimos como el del hermano o el padre.

Un abrazo