Siento repetirme, pero tengo que escribir esta entrada. Creo que en España jamás se había dado un caso como éste. Yo, al menos, nunca había estado enganchada de la manera en que lo estoy, a una serie que me parece horripilante.
El internado es mala con esmero y las razones se ven, cualquiera con dos dedos de frente puede enumerar sus fallos. Está mal escrita, mal pensada, mal diseñada. Pero es hipnótica. No puedes dejar de verla. No puedes cambiar de canal sin antes poner a grabar. Y si durara 3 horas ahí estarías tú con los ojos abiertos como platos. Y esto lo creo porque después de 4 semanas, me he dado cuenta de que no solo me pasa a mí, sino a mucha gente. En este momento soy incapaz de afirmar si todo ese 23% de share que ve la serie lo hace de la misma manera en que la veo yo. Vamos, estoy segura de que no. Habrá gente que la disfrute de verdad. Pero si fuera así, si al menos un pequeño porcentaje de los espectadores la estuvieran siguiendo como si fuera una comedia, estaríamos siendo partícipes de la creación de un nuevo concepto de serie, válido como cualquier otro:
La sitcom involuntaria.

Cuando la serie empieza, suponemos que a principio de curso, en septiembre, y los alumnos se despiden de sus padres para meterse dentro del Internado, oímos todo el rato sentencias amenazantes desde un altavoz que nos avisan que si algún alumno intenta salir, que si no hace los deberes, que si no mantiene limpia su habitación, será castigado limpiando las cuadras. Los alumnos repiten divertidos las palabras del altavoz lo que nos hace pensar que efectivamente en ese internado lo de la cuadra es una constante, que hay mano dura y que no será fácil escaparse. Pero qué va. Es super sencillo. El portal siempre está abierto. Las crías de párbulos salen del internado de tarde o de madrugada. Es tan escandaloso este punto que a partir de aquí la veda de lo ridículo está completamente levantada.
Otra de las infamias de la serie es el número de estudiantes. Entiendo que hay poco presupuesto. Pero no pueden salir solamente 6 adolescentes y 2 crías. Es totalmente necesario, para la credibilidad de algo como esto, que salga algún alumno entre los 6 y los 16 años. Aunque sea uno distintno cada día, que pase por allí y que diga algo. ¿Cuánto será? ¿200 euros más por semana? ¿300? ¿600?
Pero lo que hace que todo esto sea tan absurdo, lo que hace que nos riamos, y que no podamos quitar los ojos de la pantalla ni para ir a hacer pis, es el asunto de la investigación del misterio. Les pongo un ejemplo para que entiendan por qué estamos tan enganchados.
Resulta que el gallego encuentra una libreta con dibujos que lleva 30 años escondida debajo de unas tejas en el techo del ático (no creo que jamás expliquen qué hacían ahí, porque seguro que no sabrían como hacerlo). Que los papeles estén blancos como la nieve, tampoco importa mucho, nos lo creemos. En esos dibujos sale un pozo y una inscripción: "La puerta".
Estos chicos quieren investigar la desaparición de 5 niños, ex alumnos del internado. No hay nada, ningún lazo familiar, ningún lazo de amistad, nada, que justifique que quieran meterse en ese berengenal a investigar, pero vamos a creérnoslo también. Se aburren, son aventureros y quieren investigar un misterio. Sin motivación alguna, perfecto. El hecho de que un profesor haya desaparecido tampoco es suficiente, que hubiera una amistad entre éste y una de las alumnas está tan cogido por los pelos que no es motivación ni es nada.
La cubana se mete en el pozo con el gallego para entrar por "la puerta" e investigar. Una vez que están dentro del pozo ven la dichosa puerta, empiezan a darle patadas para abrirla, en ese momento un desconocido se asoma y tira la cuerda que les permitirá salir. Los deja en el pozo abandonados. Los chicos gritan pidiendo auxilio. En ese momento les entra el pánico y se sientan en el agua fría, empiezan a tiritar y a quejarse del frío. Hablan de morir congelados. Hablan de temblar, de no haber traído el abrigo suficiente, del frío que les está carcomiendo los huesos (la chica lleva la minifalda del uniforme), hablan de todo eso y se olvidan de que allí hay una puerta que empujar. Ya no intentan abrir ninguna puerta y no hacen más que quejarse y tiritar. Luego se besan claro.

En el momento del beso el novio de la chica, Iván, se asoma. Aún así los ayuda a salir. La cubana se va a su cuarto, ya es de noche, son las 11. Nada más entrar en su cuarto ve un email. El periodista que investiga el misterio le dice "a las 11 en el cementerio". La chica mira el reloj y sale pitando. Sí, la misma que se quejaba de morir congelada y que acababa de salir del pozo, se va corriendo al cementerio. Sola.
En el cementerio, un hombre manco de pupilas inquietas, primero le tapa la boca con el brazo metálico y después la saluda, por aquello de asustar. Luego le pide pruebas del asesinato de los 5 niños. Pruebas para demostrar que en ese internado suceden cosas realmente terribles.
Al día siguiente la cubana decide volver al pozo. Ahora parece que sí que empujará la puerta. La acompaña Iván. El gallego que dijo que se apeaba, que ya no investigaría más, aparece también. Los dos chicos, juntos, empujan la puerta, pero entonces Iván se hace una herida, se enfada y se pira. Luego se va a que la Torné, que es su madre, aunque él no lo sabe, lo cure.
Mientras, el gallego y la cubana siguen intentando abrir la puerta. Logran pasar a través de ella. Musiquita de terror, caras asustadas, álguien los sigue. ¡sorpresa! es Iván con sus amigos. La cubana le pregunta "Y tú que haces aquí?" (pero si acababa de estar ahí ayudándola ¿de qué se sorprende?). Siguen andando por los oscuros pasadizos cuando vuelven a notar que álguien los sigue. Música de terror, caras asustadas, travellings y sorpresa, es la hija de Lolita. ¿Creíais que os iba a dejar solos en esto? Abrazos y besos.
Siguen andando como los Goonies y entran en una habitación en la que hay, atención, un proyector de cine que está pasando una película de los 5 niños desaparecidos. Los niños grabados están en esa misma habitación. Se ve como álguien los mata. Los jóvenes comprueban que los niños han muerto en ese preciso lugar, donde se encuentran ellos en ese momento. Justo entonces la puerta de detrás se cierra ¡¡¡Álguien los ha encerrado!!! Gritos. Pocos segundos después el gallego abre la puerta, ya no está cerrada. Dice "no hay nadie" y salen de allí pitando. En cuanto llegan a la puerta del pozo, el gallego dice "yo no salgo, voy a volver a por la película, que es la prueba que necesitamos".
Al gallego le va la marcha. Los chicos salen del pozo y en ese momento aparece por allí el manco, que para mí que lo hicieron manco para que no pudiera bajar al pozo a hacer el trabajo sucio él mismo. La cubana le cuenta todo lo que acaban de ver abajo y el manco pide la prueba, que donde está. En ese momento el gallego sube con la cinta. Se la da. Es un héroe. Los chicos son felices. Se van a dormir que se lo merecen. Al manco lo matan.
No me digan que no es una comedia en toda regla. Todo lo que pasa, todas las situaciones son tan absurdas, que te hacen reir. Y nada de esto sería tan eficaz si no estuviera planteado de una manera tan seria.
A la niña la abdujeron, yo creo que unos extraterrestres. Habrá que esperar. Esto es más divertido que ver Lost.
No se pierdan este
blog, que me ha prometido una entrada del Internado. Sino está hoy estará mañana. Él les ampliará el tema centrándose en la niña que es uno de los personajes más divertidos de la historia de la comedia española.