27 mayo 2011

El amor en los tiempos de Hispania

Hispania empieza con una boda y eso está bien porque lo que mueve al mundo real y ficcionado siempre es EL AMOR. Ballesta se casa con Ana de Armas y en medio de la boda aparecen los romanos y se lía la de dios. A él le dan de hostias, a ella la secuestran para convertirla en esclava y eso hace que durante toda la temporada Ballesta vaya al campamento romano día sí, día también a intentar salvarla. Cuando termina la temporada, un giro lo complicará todo: ¡Ana de Armas es trasladada a Roma! Viriato y Ballesta deciden dejar el pueblo e irse nada menos que a la capital del Imperio para rescatarla.

En la segunda temporada, después de un largo invierno, los hispanos que han vencido a los romanos, están reunidos tramando nuevas estrategias. De pronto, se acerca una carreta. ¡En ella viene Ana de Armas! ¡Pero conducen los romanos! ¿Qué? ¡Ah no! que era broma ¡No son romanos! Son Viriato y Ballesta que han logrado su objetivo, han salvado a Ana de Armas. Sí, no me he tomado un anís, en serio, esto ha pasado así. El rescate de Ana de Armas es en Off. ¡Es brillante! ¿Por qué no se les ocurren estas cosas a los americanos? Nos ahorraríamos un montón de horas y horas de ficción. Jack cierra el ojo ¡ya está! La reina de todas las elipsis ¿para qué complicarlo?

Pensarán "Es que construir Roma...". No, si ya, si ya me chocó a mí al final de la primera. Pero que no hay dinero para construir Roma se sabe desde la Biblia. No te la lleves allí y santas pascuas.



Lo de la elipsis en realidad no era lo que yo venía a contar (aunque entenderán que tenía que contarlo), yo venía a hablar del amor. Porque el amor es la gasolina de la ficción. Sin una historia de amor sin resolver no tenemos serie ni tenemos nada.

Ballesta se casa con Ana de Armas pero no hay una escena de amor entre ellos, ni siquiera un momento de intimidad. Nada. Sólo una boda. Que la intente salvar del campamento romano la verdad que nos importa una mierda porque no hemos sido testigos de su relación, ni sabemos si se quieren o no, si se miran con amor o no o qué hacen en su tiempo libre cuando no están casándose. Pero es que encima, cuando por fin la rescata y la chica vuelve a casa, la tira en el granero y le da besos en el cuello ¡EN EL CUELLO! ¡Hasta los protas de Juego de Tronos tratan a las putas con más cariño!

El otro día la serie hizo un 14% y yo creo que España les dio la espalda porque las historias de amor merecen un respeto. Y en este país la base de las series es un infierno, parece que sus creadores nunca hayan visto un Dawson crece, un Cheers, un X files. Es que toda la ficción está apoyada en el AMOR. Hay amor hasta en Espartaco, que es una serie super sangrienta y super violenta. Es más, se gastan un piloto de mierda para que nos quede claro. Lost fue puro amor.

Ayer vimos "Prom Queen", uno de los últimos capítulos de Glee de esta horrorosa segunda temporada. Lo estamos haciendo por inercia, claro, porque nos aburre muchísimo. La cosa es que el capítulo de pronto nos reconcilió un poquito con la serie. Simplemente porque volvió el culebrón. Con todos los personajes despendolados sin historias de amor, sin parejas, sin un objetivo claro, todo se va a la mierda. Glee funciona cuando el triángulo Finn-Quinn-Rachel funciona. Ahí empieza lo bueno, empieza el drama.



En Física o Química se trata de un amor prohibido, alumno y profesora. Pero es todo tan soso que al alumno lo tienen que matar un par de temporadas después porque ya no saben qué hacer con el personaje.

En El internado otro tanto. Se lían Marta Torné y Merlo en la primera temporada y como no hay química, a tomar por saco la historia de amor. ¿Total? Tenemos niñas y con ellas tiramos.

Es verdad que a veces la cosa cala, pero hay que comprometerse con las historias de amor. Porque ¿por qué arriesgarse? Al Internado le salió bien, había chicos monos que eso siempre tira, pero ¿por qué jugársela? Ten una buena historia de amor, una buena base, actores con química y da igual lo que hagas, la gente estará ahí día tras día esperando el beso. Y el beso, por dios, no en el piloto, ni en el segundo, hasta el capítulo 10 ningún beso.

Y si los esclavos han secuestrado a la chica puedes cargártela, no la queremos, preferimos la venganza. No necesitamos un matrimonio jugando a las pelis porno en el granero, ya te has cargado la historia, no sirve, no emociona.

En Juego de Tronos no hay amor, es verdad. Por ahora no. Hay amor incestuoso, amor fraternal, pero no hay una clara historia de amor. Sin embargo, Juego de Tronos se erige sobre el amor al trono. Todos y cada uno de ellos daría a su madre para recuperar su patria. Es más, no solo daría a su madre, le haría cometer las peores atrocidades, la haría humillarse, vejarse, sufrir salvajadas extremas con tal de recuperar el trono.


En realidad el amor es sólo una meta, pero es clara, no tiene pérdida. Es reconocible y todos la entendemos y la asumimos. Cuando tienes amor lo tienes todo y cuando pierdes el amor, pierdes 10 puntos de share.

10 comentarios:

NiAmigosNiJuguetes dijo...

En The Wire no hay mucho amor, si acaso amor propio. Gran entrada, Mer.

Anónimo dijo...

en The Wire hay amor para parar un carro (hay mucho amor no correspondido y algo de amor loco, esa McNulty...)

Arual dijo...

Mer pensaba que nunca hablarías de Juego de Tronos xddd!!! Es mi serie del momento... aissss cómo me gusta!!

NiAmigosNiJuguetes dijo...

No exageres Anónimo, que no es para tanto. El motor de The Wire no es el amor, al menos no como en los ejemplos que pone Mer. El amor se trata de una forma visceral y tangencial si me apuras. El amor propio es el que mueve a los polis a pillar a los malos y a crear estrategias locas con tal de que no se salgan con la suya, siempre rozando la ilegalidad. ¿Pero el amor como motor? No,no.

Mer dijo...

Hombre, hay series que no, claro. The wire es muy seria, por eso me duermo.

SisterBoy dijo...

The wire no trata sobre personas sino sobre ciudades.

NiAmigosNiJuguetes dijo...

Lo que hay que oir. :)

Kelzor dijo...

En The Wire hay infidelidades, embarazos, amantes despechados, amantes en busca de venganza... en The Wire hay mucho, mucho amor; eso sí, diluído. En The Wire el amor es el azucar de un café: quita algo de amargura, pero sigue siendo un café bien cargado.

Fernando dijo...

¿Que ocurre con este blog? No se actualiza desde hace tiempo.

Mer dijo...

Nada!! en estos días actualizaré. Gracias por la paciencia.