Reaper

Esta semana ha sido demasiado triste ¿no? La muerte de Heath Ledger nos dejó a todos en shock. Los últimos rumores apuntan a que su muerte se debió a causas naturales, que posiblemente no había tóxicos en sangre y que el corazón se le paró de golpe. De cualquier manera, que un chico con 28 años tenga un infarto no es nada tranquilizador. Pobre Michelle, pobre familia, qué guapo que era y qué pedazo de actor.

Mientras, en España, la Sexta estrenaba Reaper, la serie dirigida por Kevin Smith, ese hombre que alguna vez hizo películas divertidísimas y que sorprendía por su frescura y su ingenio. Sí, en serio ¡lo hacía! Hay gente que se desencantó incluso con Persiguiendo a Amy, pero reconozcamos que sus tres primeras películas fueron fantásticas. Un buen día alguien le lobotomizó el cerebro y el colmo llegó con esa basura en que Ben Affleck tenía una hija en New Jersey, y entonces todos pensamos que ya no se podía caer más bajo, que lo siguiente tenía que ser mejor por cojones.


Y no. Reaper es una basura. Es tan aburrida, está tan mal dirigida, los actores están tan estáticos, tan perdidos, que no hay posibilidad de arreglarla ni siquiera con un guión mejor. La historia no parece tener solución por varias cosas. Primero porque existe un precedente mil veces mejor llamado Tan muertos como yo, que por desgracia tenía el mismo defecto, el punto de partida no era lo suficientemente atractivo como para hacer la serie evolucionar. Tan muertos como yo, que tenía bastante de comedia, pero en realidad era un dramón, contaba la historia de una adolescente que un día moría tragicamente pero no se iba al cielo, sino que era utilizada como una especie de ángel para ayudar a otros muertos a encontrar el camino hacia el más allá. Esta chica no soportaba trabajar, tenía 16 años, así que todo esto le venía bastante grande. A priori suena interesante pero la serie era demasido monótona.

En Reaper el prota no se muere, pero su alma pertenece a Satanás. Así que cuando cumple 21 años el diablo se le aparece para decirle que o trabaja para él o matará a su madre.

El chico, que se llama Sam, tendrá que buscar a aquellos seres que alguna vez se escaparon del infierno para devolverlos a él. El problema es que todos esos fugitivos son malvados y tiene poderes como soltar fuego por la boca. Así que esto es una especie de Buffy de segunda división. Con unos personajes que hemos visto mil veces y sobre todo uno que resulta insufrible (Tyler Labine) y que reúne los peores defectos de los guiones de Kevin Smith: El comic relief metido con calzador. ¿Por qué todos tenemos que tener un amigo "gracioso"? ¿Por qué tiene que haber un gordo con barba siempre? ¿Por qué cuando Kevin Smith logra crear un personaje realmente eficaz como Silent Bob, luego lo hace hablar? Detesto los secundarios "cómicos" que luchan contra todos los elementos intentando resultar graciosos. El personaje es malo y lo peor es que el actor lo sabe.

El punto de partida es bastante fuerte. Se trata de un chico que ha dejado la universidad porque ni tiene cabeza ni ganas para estudiar, un perdedor que trabaja en un Media Markt y que de pronto tiene un poder diabólico. La cuestión es ¿da para más? ¿Qué más da que el chico trabajara en una tienda o fuera un estudiante modelo? La serie va a ser Buffy + Tan muertos como yo. ¿Podía haber sido distinta? Sí. Si haces un Clerks con demonios, desde luego esos demonios no deberían sacar fuego por la boca. Deberían ser freaks que pasaran desapercibidos. Ahí quizás habría algo gracioso.

Les prometo que voy a escribir mucho más seguido. Estas últimas semanas han sido moviditas pero todo vuelve a la normalidad. Mañana Tienes talento versus Tú sí que vales.