15 marzo 2011

Mad Men, esperando la quinta


Spoilers de todo lo emitido hasta ahora.


Por razones ajenas a la lógica no hemos podido llevar esta serie al día. Pero por fin, ayer, terminamos de ver la cuarta temporada.

Mad Men tiene muchísimas virtudes pero yo me quedo con una: es una serie que jamás pierde el tiempo en explicar qué les pasa a sus personajes. Podemos imaginarnos qué es lo que lleva a Betty a actuar de la manera en que actúa, pero gracias a Dios ellos nunca lo verbalizan, porque Mad Men es, más que ninguna otra cosa, una serie que explota el concepto de elegancia.

Mad Men habla de la búsqueda de la perfección y de la pérdida de la inocencia. Habla de los cambios, del poder, de las mujeres y de los sueños. Y no se me ocurre mejor manera de explicarlo que resumiéndolo en tres partes.


El abrigo azul.


El trabajo de dirección artística y vestuario de la serie es fascinante: la disposición de los colores en el plano, la tonalidad de cada personaje, de cada espacio, de cada época.

Un ejemplo perfecto es el del abrigo azul de Betty, que lleva puesto siempre en los momentos determinantes. Digamos que es la melodía de su historia de amor con Don.

Va vestida con él cuando se entera de que Don la engaña en uno de los grandes capítulos de la serie, el 01x13 "The Wheel". Su amiga Francine le cuenta desesperada que ha revisado la factura telefónica de su marido y al llamar a uno de los números repetidos comprueba que le es infiel. Y Betty, como no, hace lo mismo. Sólo que al llamar, quien descuelga es su psicólogo. Es el colmo del engaño, su marido no sólo le pone los cuernos sino que le roba su intimidad.


Lo lleva puesto también cuando descubre la verdadera identidad de Don y toma la decisión de abandonarlo en el gran capítulo de la tercera "The gypsy and the Hobo".


Y como no, cuando descubre que su marido se ha enamorado y comprende que ese es realmente el final de su historia de amor.


Es lógico pensar que a partir de ahora no lo llevará, aunque yo tengo esperanzas de soñadora compulsiva. No puedo vivir sin Betty, aunque a veces quiera matarla.

Y todo termina en la cocina, claro. El lugar en el que empezó la tristeza, donde siempre lo esperaba, fumando y decidiendo qué decir esta vez. O mejor, qué no decir.


Quizás sea su necesidad de conseguir el marido perfecto, la hija perfecta, la vida perfecta. La cosa es que es imposible que Betty Draper encuentre la felicidad.


La espera:

"The gypsy and the Hobo" es el capítulo en que Betty por fin descubre la caja secreta de Don. Allí está toda la información sobre la suplantación de identidad de su marido y la verdadera historia de la familia. Ella ha ido a pasar el fin de semana fuera, pero decide volver antes, estropeando así el viaje que había planeado Don con su nueva amante. Don llega a casa y tiene que hacer frente a Betty, que le pide explicaciones y le obliga a contar, por primera vez, toda la verdad.

Todo esto ya de por sí es bastante amargo, pero además, la situación se vuelve inquietante, porque la amiga de Don está todo el tiempo en el coche, esperando. Y esto le da a toda la secuencia una sensación de incertidumbre inusitada. No hay comportamiento de Don que no resuene a todos los niveles. Si hace feliz a alguien, automáticamente, hace daño a otro.



Peggy:

Nunca un personaje nos había dado tanto. ¿Quién recuerda a la Peggy de la primera temporada? Ese flequillo ridículo, esa inocencia.



Peggy consigue poco a poco llegar donde quiere y donde merece. Y el momento cumbre es en el mejor capítulo de la serie: el 04x07 "The suitcase".

Es su cumpleaños, su novio ha planeado una cena sorpresa con toda su familia. Pero Don la necesita, hay que buscar ideas para la nueva campaña de Samsonite, una maleta a prueba de golpes. El concepto es "la fortaleza". Esto la lleva a discutir con su novio y a mandarlo a freir espárragos. Ya no la ata ni él, ni su familia ni la cena. Así que trabaja con su jefe toda la noche. Incluso deciden salir de allí, van a cenar, a beber y Don se derrumba. Al volver a la empresa está completamente borracho. Consigue sostenerse gracias a Peggy que lo acompaña hasta el baño.

Y entonces aparece el plano que quizás defina la serie. Peggy duda, no sabe qué hacer, durante un segundo piensa dónde entrar ¿Mujeres u hombres? Y juntos entran en el baño de los hombres. Es la pérdida absoluta de la "virginidad" de Peggy. En ese momento se convierte en un "Mad Men".



Este momento del ascensor, que sucede al final de la cuarta temporada lo resume todo. En él conviven los 3 tipos de mujeres que todo este tiempo nos han mostrado. La secretaria eficiente, la ejecutiva media y la mujer triunfadora.

Las tres sufrieron lo suyo para llegar dónde están. Las tres lo dejaron todo, perdieron oportunidades, hijos, maridos. Pero son libres. Eso sí, como dijo la doctora hay algo que siempre se repite, época tras época, aunque todo cambie, todas en el fondo quieren formar una familia y encontrar el amor.


Es posible que Don haya conseguido la felicidad con su secretaria. La escena del desayuno en Tomorrowland es la clave: Es sólo un batido. A veces las cosas deberían ser así de simples. Otra cosa es que Don Draper sepa lidiar con tanta paz.


17 comentarios:

Ra está en la aldea dijo...

¡Viva! ¡Qué gran entrada! Ni siquiera había reparado en ese abrigo azul de los momentos trascendentales que lleva la siempre estatua de sal Betty.
Supongo que la secretaria canadiense no durará mucho porque no concebimos ver a Don en un matrimonio feliz. De todos modos se ganó mi admiración en uno de los primeros capítulos de esta temporada, puede que fuera el mismo "The Suitcase", esa maravilla de emoción, diversión y verdad. La escena es la siguiente: Es el cumpleaños de Peggy (sí, era el capítulo de la maleta) y coincide en el baño de la oficina con Trudy, la mujer de Pete, que está embarazada. Trudy la felicita y le pregunta por su edad, y cuando Peggy le contesta hace un gestito de perdonavidas y se toca la barriga diciendo algo así como "No te preocupes, aún te queda mucho tiempo" (para encontrar un hombre y tener hijos, se entiende. Cuántos significados tiene esa frase si pensamos en que Peggy tuvo, precisamente, un hijo de Pete. Todo en Mad Men tiene triples y cuádruples sentidos).
Después (me estoy alargando mucho, lo sé), Peggy coincide con la secretaria canadiense, que también la felicita y le pregunta cuántos años cumple. Peggy le contesta y la secre le dice: "Vaya, mírate. ¿Lo estás haciendo bien, verdad?". Maravilla.

Mer dijo...

Odio a Trudy!!!! Pero la amé cuando estando embarazada llevó ese camisón rosa que parecía un cupcake de fresa.

Qué fue del hijo de Peggy? Lo tiene su hermana?

Arual dijo...

Desde luego ya esperaba yo un post tuyo sobre Mad Men, la mejor serie en antena en este momento sin duda. Yo voy por la cuarta temporada empezando, voy lentísima porque dispongo de poco tiempo, pero no me importa porque como hasta el verano no empieza la quinta pues no tengo prisa. Me encanta tu análisis de los detalles, desde luego yo no me había fijado, pero estoy de acuerdo en que esta serie explota el concepto de la elegancia hasta limites insospechados. Adoro Mad Men!!

Arual dijo...

Por cierto lo he soñado yo o hablaste en algún post de DOWNTOWN ABBEY es que anoche la vi en A3 y me gustó bastante.

El Malvado Ming dijo...

Maravilloso comentario, yo tampoco había reparado en el abrigo.
Creo que de las series que sigo Mad Men es la que tiene más personajes odiosos, hasta la niña Draper y su vecino raruno que son peor que la lepra.

Ra está en la aldea dijo...

Lo del hijo de Peggy es un misterio. Yo estaba convencida de que lo había adoptado su hermana hasta que en un libro sobre Mad Men que me regalaron estas navidades (y que recomiendo mucho, mucho, editado por Capitán Swing) leí que lo había dado en adopción y que el bebé que ella ve en la segunda temporada en casa de su hermana es hijo biológico de su hermana, pero me parece que no.
Downton es entretenidísima y preciosa de ver, y tiene frases y momentos geniales y muy reveladores.

Mer dijo...

si!! lo del hijo es un misterio. elijo la adopción, lo otro es muy tremendo.
arual!!! que tenia spoilers!!!
ming, sally draper es lo más y desde luego bastante cuerda es con la madre que tiene!Necesito ese libro!!!

Ra está en la aldea dijo...

Este es, lo recomiendo mucho, y eso que solo hay resumen capítulo por capítulo de las dos primeras temporadas y los "artículos" finales no llegan al final de la cuarta:
http://www.capitanswinglibros.com/catalogo.php/mad-men-reyes-de-la-avda-madison

Arual dijo...

Lo sé Mer, jeje, no te preocupes, que me gusta tanto la serie que no me preocupa saber spoilers previamente.
Yo también me pido ese libro para mi cumple xddd!!!

Kelzor dijo...

Gran artículo para una serie perfecta. Ni me había fijado en lo del abrigo.

Mer dijo...

Gracias!

He estado mirando en internet y hay un debate tocho sobre si el bebé de Peggy se dio o no en adopción. Por lo visto no tenía edad suficiente para hacerlo en el estado de NY, así que la encargarla de criarlo es su madre.

Si no a cuento de qué vemos un bebé cuando empieza la segunda?

Además es malgastar una gran oportunidad. Pete tiene que saberlo!!!

Ra está en la aldea dijo...

Pero si Pete ya lo sabe, que se lo dijo la misma Peggy. Claro que le dijo que lo había dado en adopción, cosa que no ha hecho, ¿o sí? ¡Todo es tan críptico en esta serie!

Mer dijo...

Pete no puede saberlo. Solo lo sabe Don! Me vais a hacer que la vea otra vez?

SisterBoy dijo...

En el capítul en el que el Departamento de Defensa está investigando a Draper es de un suspense que ríete tú de 24, que angustia, yo pensaba que terminaba la serie allí mismo.

Por cierto la serie tiene que terminar más pronto que tarde, han conseguido una transición correcta entre los 50 y los 60 pero seguir avanzando en la década prodigiosa puede suponer un cataclismo estético, la próxima temporada debe ser esa en la que DD por fin se tire por la ventana.

Mer dijo...

Calla! pero cómo dices esas cosas.

A mí también se me hace super raro ver a las mujeres en pantalones y que empiecen a hablar de cancer de pulmón! Y la pintora heroinómana, cuantos cambios! No creo que haya más de dos temporadas. Que no sea un Cuéntame por Dios.

El capítulo del Ministerio fue la hostia! Y pensar que la culpable fue su secretaria.

Me encantó el momento en el que Don y Pete hacen las paces en el capítulo final. Cuando le cuentan que Don pagó su parte. Esas miradas, cada uno en una punta de la oficina. Y ese asentimiento de Pete ¡los pelos de punta!

Ra está en la aldea dijo...

Volviendo al tema del hijo de Peggy (soy pesada, sí), hay una escena en uno de los últimos capítulos de la tercera temporada, creo, en el que ella le dice a Pete, que acaba de declararle su amor "pude tenerte y no quise; me quedé embarazada, tuve un hijo tuyo y lo di en adopción. Ahí te quedas, pableras". Él lo sabe, claro que lo sabe, de ahí la fuerza de esa escena que antes mencionabas en la que Trudy preñadísima y con un deshabillé rosa abraza a Pete mientras él dice, refiriéndose a Don, que qué terrible es la gente sin moral que te implica en sus malos actos, cuando él sabe que ya tiene un hijo por el mundo danzando, y no solo al que está en la barriga de su santa.

Arual dijo...

Claro que lo sabe Pete, bueno Ra te ha referenciado perfectamente la escena, agggggg y no habléis del final de MAD MEN que todavía no ha pasado un año desde que perdimos LOST, un poquito de por favor.