03 septiembre 2009

Crónica de un verano

No se crean que voy a contar anécdotas estivales. No tengo ninguna. Yo en verano hiberno, me quedo en casa a 25º y el mundo deja de existir. Odio el verano pero también odio irme de Madrid en esos meses. En realidad creo que lo que odio es rodearme de gente que está de vacaciones, no puedo con esa mezcla de hawaian tropic, salitre y sudor. No concibo las vacaciones en la playa, aunque cuando por fin voy a la playa siempre pienso "coño, ¿por qué no vendré más?". Por eso desde hace muchos años nuestras vacaciones son a partir de septiembre. Y este año toca Nueva York. Prometo crónica y la prometo en partes, llena de colores, olores y sabores. Google se ha quedado sin chinchetas porque mi mapa las tiene todas.

Lo más importante de este verano ha sido:

1) LA MUERTE DEL CINE.

No es que hayamos ido mucho al cine, pero hemos ido. Hemos visto UP, Harry Potter, Perlham 123... y en todas ha sucedido algo especial. Lo bueno es que hemos ido gratis, hemos pagado y después nos han devuelto nuestro dinero. Ir al cine es una aventura. Si vas a cualquier cine de Madrid (el Kinépolis se salva) durante los trailers vas intuyendo que en esa sala el Dolby Sorround no lo va a poner ni Dios. Pero la espera y la incertidumbre crean burbujitas divertidas en tu estómago. Cuando empieza la peli y el sonido parece salir de una lata de coca cola, miras un poco a tu alrededor, ves que nadie va a salir corriendo (a no ser que estés con tu amigo Cristóbal que tiene el record de los 100 metros lisos para que pongan el Dolby) y sales a pasarlo mal, a sudar y a perderte los primeros 5 minutos de peli. Con suerte si encuentras a alguien, un buen rato después la peli se escucha como es debido.

Decía que el Kinépolis se salva, pero solo del problema del Dolby. Los demás los tiene todos y cada día un problema nuevo. Cuando fuimos a ver Perham 123 la pantalla estaba llena de pelusas. Había una pelusa en la esquina inferior izquierda que ocupaba dos metros de pantalla. Salí corriendo de la sala antes de que empezara la película porque intuí que nadie se iba a poner a limpiar el proyector en los siguientes 2 minutos. Tuve que recorrer 200 metros hasta encontrar a alguien (200 metros corriendo, con mis tacones y después de haberme comido un Longchicken). Claro, con las prisas y el sofoco, cuando por fin encuentras a alguien la explicación no te sale muy bien, creo que grité "Pelos, sala 25, que quiten los pelos" y me volví corriendo. No estaba dispuesta a perderme los créditos de una peli de Tony Scott. Empezó la película y todo el lado derecho tenía una ristra de pelitos que se notaban menos. Pero el de la izquierda no podías dejar de verlo. John Travolta hablaba y tus ojos se iban a la pelusa gigante. De pronto la imagen se descolocó, lo de arriba pasó abajo y todo empezó a temblar, así que mi amigo Pablo salió de la sala a recorrer otra vez los 200 metros y justo en ese momento la peli se paró. Últimamente siempre se paran. Le echan la culpa a la tensión o a las tormentas, depende de si el día está despejado o no. Más o menos a la media hora de película alguien sopló y las pelusas gigantes desaparecieron para siempre. Reclamamos y nos dieron 3 invitaciones.

Con Harry Potter, también en Kinépolis, pasó algo surrealista. Cuando quedaban 20 minutos la peli se paró. Esperamos un ratito y continuó la proyección. Cuando llegaron los créditos aparecieron al revés. Como en un espejo. Los últimos 20 minutos los habíamos visto invertidos. Hubo un par de momentos extraños como que a Harry la cicatriz le cambiara de lado o el cartel de una tienda escrito al revés, pero claro no le dimos importancia porque pensamos que sería cosa de algún hechizo. Nos devolvieron el dinero y además nos dieron invitaciones.

Se preguntarán ¿por qué seguís yendo a Kinépolis? porque no van muchos energúmenos. Y porque ir al cine es una mierda en toda la puta ciudad.

2) LA MUERTE DE LA TELE

¿No les parece ridículo que en España la televisión desaparezca durante todo el verano? Dan por hecho que nadie ve la tele así que la programación es un sinvivir y todo está lleno de repeticiones o de sustitutos feos. ¿La oferta es nefasta porque nadie ve la tele en verano? ¿O nadie ve la tele en verano porque la oferta es nefasta? Es lo mismo que lo de las tiendas en agosto. ¿Las tiendas cierran porque no hay clientes? ¿O no hay clientes porque las tiendas están cerradas? No puedo entender como puede dejar de producir un país entero todo un mes. Y con la tontería Sálvame se ha ganado a España. Si es que lo único que hay que tener es un poco de cabeza.

3) SIN SERIES NO HAY PARAÍSO

Nurse Jackie, Weeds, 10 razones para odiarte y True Blood en otro post, lo prometo antes de irme a NY.

¿Qué tal Risto ayer? Alguien lo vio?

10 comentarios:

Ra está en la aldea dijo...

Me parece un sistema perfecto el de reclamar y que os den invitaciones. Si estuviésemos en otro lugar uno pensaría que los de Kinépolis acabarían por tomar cartas en el asunto y harían bien su trabajo, pero a este paso podéis estar yendo gratis al cine hasta el estreno de Showgirls 2.
Yo estoy agradecidísima por Sálvame.
Y disfruta muchísimo de Nueva York. A ver si tenéis valor de probar esas extrañas bebidas isotónicas con todo el pantone de colores que venden en los puestos callejeros (nadie bebe agua en Nueva York, lo cual es fantástico porque te la ponen gratis en todas partes). Yo no tuve valor.

Arual dijo...

Suerte tú que puedes pillar vacaciones a partir de septiembre, para mí eso es algo imposible. Mi jefe no quiere ni hablar de vacaciones a partir del 1 de septiembre y si alguien las marca en la propuesta de calendario así directamente lo mira con cara de odio o en el peor de los casos lo "asesina". Aunque también te digo que ahora con un niño de por medio lo de las vacaciones a partir de septiembre es algo más bien poco práctico.
Y cambiando de tercio en NY están ahora mismo mis papás "on holidays", no veas qué envidias me dan ellos y tú que en breve andarás por allí. Espero tu crónica con ansia. Tomaré nota para cuando algún día yo logre viajar a la gran manzana... jeje!!
Yo para no pillar demasiada depre este fin de semana próximo me hago una escapadita con mis dos chicos a la Costa Brava, será una pequeña ayudita para entrar mejor en la rutina esta tan terrible que invade mi propio septiembre.

Mery dijo...

Las veo todas menos nurse Jackie, espero ansiosa tu próxima entrada!

satrian dijo...

Uuuuuf que mala leche se me hubiera puesto si me pasa eso en el cine, con lo que me gusta ir, porque para mí sigue teniendo magia, ya me fastidia que hablen, los móviles o los comedores de cosas crujientes con la boca abierta, no me imagino que casi en el climax de la película se invierta la pantalla, los mato.

danihd dijo...

Sí que debían de ser grandes las pelusas. Tanto como para cambiarle el nombre a "Pelham 123". Con cariño.

Veamos si a base de reclamar se empiezan a hacer las cosas medianamente bien en éste, nuestro país.

quitus dijo...

hombre, si cada vez que fuera al cine, me regalasén dos entradas de cine, no dejaría de ir nunca. ¿que es lo peor que puede pasar? ver una buena peli, bien proyectada con una entrada gratis?
tema Risto. yo no lo aguanto. no soy imparcial (no creo que nadie lo sea, pero bueno eso es otro tema). a mí me aburre, me parece un mal programa, mal presentado y mal "formateado". Risto va de humorista del club de la comedia y eso es muy surrealista. creo que a eso (en los ambientes de la stand up comedy) lo llaman "morirse". el público es otra odissea. muy pasado de vueltas. demasiado. y quizás lo peor es que parece que Risto se muere de ganas de que meterse con "colaboradores" del Sálvame, provoque una "gran conmoción" (cosa que de momento no pasa). si quiere lío, que llame borracho y maricón al J.J y entonces (quizás) sí se liaría......

Unknown dijo...

CINE Yo estoy empezando a coger cinefobia, no por el producto sino por el acto social de ir al cine. En serio que llego a temer el momento de entrar en la sala preguntándome si hoy tendré una buena sesión. Esta dejando de merecer la pena.

TV. Siempre he pensado que lo de los refritos y sustitutos medianeros (también extensible a la radio por cierto) es un pacto entre todas las cadenas porque de otro modo no se entiende que ninguna de ellas prepare por sorpresa un asalto veraniego y decida atacar con una programación estrella que le daría el liderato quien sabe por cuanto tiempo.

RISTO. Nervioso, torpe y con una voz sorprendentemente afeminada que nunca le había notado antes. El concepto del programa me gusta aunque habrá que ver si van rebajando el tono como hacen esas series que prometen en el piloto algo que luego no cumplen.

Esperamos impacientes la crónica Neoyorquina ¿iras a la pizzeria de los Soprano?

Mer dijo...

cual pizzería de los Soprano??? denme direcciones!

SisterBoy dijo...

Caray pues no se pero seguro que alguna de las muchas páginas webs de fanaticos deben venir las direcciones, puede que incluso haya ruta turistica como sucede con Sexo en Nueva York

Mer dijo...

sí que hay, pero son lugares que no me interesan mucho. Desde luego me interesa bastante la cafetería del capítulo final, pero no la encuentro.