20 diciembre 2010

Rastrillo navideño


Lomana:


Ayer Lomana hizo un 8,4 de share así que dudo mucho que Telecinco mantenga el programa, pero yo fui feliz. Cuando hace unos meses escribí mi post sobre Las joyas de la Corona, dije: "A mí no me interesan estas chonis, yo quiero ver a la Lomana de compras". Y miren, me lo han dado, en bandeja de plata.

Me emocionó verla en Lhardy donde yo compro el roscón todos los eneros. Claro que yo no voy a cenar al salón de arriba, pero iré antes de morir. Tampoco tengo esos abrigos de piel, pero quiero tenerlos y eso debería bastar. Desde ayer me siento muy Lomana y miren que detesto los relojes pero sueño que algún día elegiré uno muy caro en una habitación privada mientras me bebo una copa de champagne. Bueno, no, en una pública así me ven, que si no ¿dónde está la gracia?.



Michael C. Hall:

Claro que hay que hablar del final de la quinta, pero es más apremiante hablar del reciente divorcio entre Michael C. Hall y Jennifer Carpenter. Una de las cosas que más me gustaba de ver Dexter era imaginármelos en los descansos preguntándose quién pondría la lavadora al llegar a casa. Además me hacía ilusión ver como dos personas que se amaban tenían que interpretar a dos hermanos que jamás podrían tener esos sentimientos. Adoraba ver escenas entre Debra y Dexter. Eso sí, no digo que en la sexta el morbo no sea mejor.




Lo primero que pensé cuando me enteré del divorcio fue en el cáncer. Porque si después de tanta lucha, hay un divorcio, no hay que ser muy listo para sumar dos más dos. Si nada más casarse a tu marido le diagnostican un cáncer no es nada extraño que todo se venga abajo. Las personas cambian, para bien o para mal y el infierno o termina de unir o termina de destrozarlo todo. Pero hoy he leído un montón de declaraciones de Jennifer, después de la enfermedad, que dicen que todo aquello los había hecho más fuertes como pareja.

Así que solo quedaba otra ecuación, una ecuación clara y que viene apoyada por un suceso anterior. Michael estaba casado cuando se enamoró de Jennifer, por lo tanto no es extraño que repitiera su comportamiento. No es extraño que dejara a Jennifer por una nueva compañera de reparto... y sí, sí, y mil veces sí, es lo que están pensando... ¿Quién ha estado toda esta temporada al lado de nuestro Dex? Pues sí, ella, Julia Stiles. Ellos lo han desmentido pero cuando el río suena hay cuernos.

Dicen que Michael C. Hall estaba muy feliz durante el rodaje. Acababa de separarse de su mujer y estaba de lo más contento. Blanco y en botella.

El final de la quinta de Dexter:

Esta temporada me ha parecido maravillosa pero debo reconocer que hubo un par de momentos del capítulo final que me dejaron descolocada.

Spoilers temporada 5 de Dexter

Me pareció muy precipitada la manera en que desaparece Peter Weller. Era demasiado bonito para que terminara de esa manera. Sirvió para jugar con el tema de la sangre en la zapatilla pero no, la muerte de Peter Weller no puede ser un mero instrumento. Yo creo que necesitábamos un capítulo más para terminar de atar las cosas antes del clímax final.

El clímax final... también me pareció muy rápido. Necesitaba algo más, un plan mayor y más exquisito de Chase. ¿¿Qué es esto de juntar a dos personas en una cabaña para matarlos?? No joder. Algo más integrado con la historia. Algo más preparado e inteligente, por Dios. Y lo mejor era su fobia a tocar a las mujeres. Pero se cura, milagrosamente. No, no, esto no.



Por otro lado, tampoco queda muy claro qué era lo que llevaba a Chase a crear todo ese universo de maldad. No digo que sea necesario pero dan ganas de saber por qué la primera víctima que al final acaba siendo su secuaz, no es asesinada. ¿Por qué ella es indultada? ¿Por qué una amiga como primera gran víctima? ¿No tuvieron ganas de saber algo más de todo este ritual de iniciación?

Pero lo más importante de todo esto y que ahora que sabemos este asunto del divorcio cobra un cariz turbador, es la decisión de Debra de perdonar la vida de Lumen (y de su ayudante!!!!). Realmente no me creo que Debra actúe de esa manera. Estaba justificado, sí, porque se encargaron de recordárnoslo toda la temporada pero... es Debra. Y es la mejor poli que ha pasado por el Miami Metro. Debra no puede actuar así, ojo, no sin antes mirar a la cara a la asesina vengadora. Debra debía hacerlo, tenía que haber un encuentro entre las dos.

Dice mi novio que entonces todo se iría al garete porque Debra conocía a Lumen. Pues nada, que no la hubiera conocido nunca. Pero luego me explica otra cosa que más o menos me convence: La cortina traslúcida le sirve a Debra para dejarlo pasar. Ella no los ve, los intuye y eso hace que tome la decisión de cerrar página y dejarlos ir. Ojos que no ven... Debra aprovecha ese anonimato para desatender a su sentido común y sacar a la justiciera que lleva dentro (de alguna manera es la hermana de Dexter). Esto es muy lógico y me gusta. Sin embargo, yo creo que Debra, mi Debra, habría actuado de otra manera.

El final como siempre: La soledad del superhéroe que ve como se recompone la vida de la gente mientras es consciente de que tanta responsabilidad no lo va a dejar encontrar el amor.


Balada triste de Trompeta:

Ayer tuve la mala suerte de decidir ir a ver la última peli de Alex de la Iglesia. Lo que opino, prácticamente está escrito aquí. No hablo nunca de cine, pero ahorrarles las náuseas es mi regalo para esta Navidad.

14 diciembre 2010

The walking dead


He venido corriendo a escribir esta entrada cuando me he enterado de las nominaciones a los Globos de Oro. Indignada estoy de que ésta y no Breaking Bad opte al premio a mejor serie dramática, vergüenza debería darles, pero bueno, tampoco vamos a rasgarnos las vestiduras que son los Globos de Oro y hay que darles la importancia justa, o sea, ninguna.

Cuando se estrenó, The Walking Dead causó sensación. No sé muy bien por qué, si por la mano de Darabont o por todo el ruido que hacen los fans ante una serie de género y más si está basada en un famoso comic americano. El piloto de The Walking Dead nos gustó. A pesar de sus primeros minutos, que levantaron una polémica merecida.

La historia original comienza por el principio, Rick es policía y está en coma en el hospital por culpa de una herida de bala. Se despierta y se encuentra con un escenario infernal. Todo está destrozado y no queda nadie con vida. Sólo muertos vivientes.

Pero la serie empieza por un flashforward. Rick, vestido de policía, baja de su coche y recorre sigilosamente un descampado lleno de coches abandonados y cuerpos sin vida. De pronto oye un ruido. Es una niña que parece abandonada, sin embargo vemos que se trata de una zombie. Rick le dispara en la cabeza.

Una vez que vemos el verdadero comienzo: el del hospital, nos preguntamos que por qué ese capricho tonto de empezar por un flashforward que en realidad no nos sirve para nada. ¿No es más eficaz la sorpresa después del coma? No se ha acabado el mundo ¡se trata de zombies!. ¿Por qué necesitamos saberlo desde antes? Bueno, el comic es muy conocido, démosle importancia. Demos por hecho que el espectador de esta serie lo ha leído, es un guiño para ellos: "sabéis de qué va esto, vamos al meollo". Y por otro lado sienta las bases de todo lo que vendrá luego "Aquí va a haber muertes, ojo, pero además es que matamos niños". ¡Guau! estos van a por todas.

Ahora que ha terminado la primera temporada y sabemos lo que nos ha dado la serie hay que echar la vista atrás y analizar esa primera escena.

La atmósfera de esos primeros cinco minutos de serie prácticamente no se vuelve a repetir. Los zombies en ningún momento tienen esa importancia. Están ahí, son una amenaza pero muy llevadera, con un par de pistolas estos se los cargan. Los zombies son secundarios. El suspense brilla por su ausencia. No me funciona esa escena como escena de presentación. Además, tampoco hemos visto algo mucho más fuerte que la muerte de esa primera niña.



Hay un tema sobre esta serie que creo que está poco aprovechado. El mundo se ha terminado, no hay reglas ni estamentos pero uno de los supervivientes es poli. Una se imagina que tendrá que ganarse su título a base de trabajo y de lucha. Lo lógico no es que llegue y sea el líder. Digo yo. La gracia era el conflicto entre lo que es y lo que le toca ser en el nuevo universo.

Pero a pesar del principio (que no vi mal en su momento, ahora sí), los primeros capítulos me parecieron estupendos. Y más que nada la escena en la que el negro que vive en casa de Rick tiene a su mujer zombie en el punto de mira y está dispuesto a liberarla con un tiro en la cabeza. Yo no soy una experta en pelis de zombies pero nunca había visto un tratamiento igual. Hasta ahora habían sido inertes y anónimos.

Los siguientes capítulos tenían el punto perfecto de suspense. El tercer capítulo, en el que tienen que volver a la ciudad por las armas fue realmente apoteósico, narrativamente bonito, intenso y angustiante. El problema vino después... en realidad el problema vino EN EL CAMPAMENTO.

El campamento se podría decir que era como la isla. Estaban todos, el señor mayor, la rubia que ponía morritos, la morena de brazos tonificados, el chino... Cuando tienes tantos personajes, dios mío, úsalos en serio o cárgatelos pero no nos marees. No, porque no estamos para esto. Vimos una primera escena de suspense con un poli y una niña zombie ¡Danos eso! No nos metas en un LOST, ya pasamos esta etapa, ya lloramos lo que teníamos que llorar. Vimos a los coreanos decirse lo mucho que se querían. No es el momento, no lo queremos, gracias. Queremos tripas, sangre, Atlanta. De verdad.

Yo ya me mosquée en el capítulo dos cuando la rubia empezó a hablar de su hermana. También me mosquée durante el piloto cuando vi a la mujer de Rick liarse con su mejor amigo. Primero, no entendía por qué teníamos que saber que la esposa y el hijo habían sobrevivido, pero bueno, esa es cosa mía, en el comic el campamento está desde el principio y la mujer está ahí. Y segundo, que esté liada con el amigo y que eso quede claro en el piloto me parece un error. Era como si Darabont nos pusiera un cartel enorme: "¿Ven todos estos zombies? ¿Esta mandíbula sobresaliendo de la cara? ¿Estos intestinos asomando? Pues la serie no va de esto, en realidad va de las personas que luchan contra esto, ESA ES LA VIOLENCIA QUE NOS IMPORTA". Qué pereza.

Hay cosas que es mejor encontrarte en el camino pero cuando todo viene tan explicado y subrayado, qué coñazo ¿no?

Pero la cosa, lo realmente importante, lo que yo quiero criticar más que todo lo anterior es que me la suda todo. No sé donde quieren ir, ni por qué. No me interesan ni ellos, ni sus hijos ni las rubias ni la negra ni el chino ni el viejo.

Por cierto, el chino al principio empieza siendo un tipo graciosete y sarcástico y dos capítulos después llora por los rincones. Me gustan los hermanos malos y parece que son los que realmente van a dar juego de aquí en adelante.

Que vayan todos juntos de aquí para allá buscando quién sabe qué, a mí no me interesa. Y eso no es culpa mía, es culpa de querer abarcar mucho y no saber qué es exactamente lo que se quiere contar. A lo mejor la segunda temporada es una maravilla, no lo niego. Pero ésta ha sido una temporada mediocre. Yo me quedé igual. Terminó y nada se movió dentro de mí. Sentí lo mismo que cuando termina "Sálvame".

Y bueno, si digo que Sarah Wayne Callies me cae fatal, ya lo digo todo. No se puede tener esos ojos de loca ¿qué clase de personaje es ese?. El prota además me recuerda a Dan Humphrey y eso termina de descolocarme. Queremos guapos coño, que con guapos todo se lleva mejor, aunque los personajes estén escritos como el culo.


06 diciembre 2010

Ricas

La segunda temporada de Mujeres ricas terminó ayer en La Sexta y yo espero que no haya sido la última si no me ataré a un árbol en la puerta del chalet de Mariana Nannis hasta morir.

Cuando empezó la temporada yo tuve sentimientos encontrados, por varias razones:

1) Las mujeres sabían a qué atenerse. Habían visto los programas, y sobre todo el programa final en el que por primera vez se sacaban a la luz declaraciones off the record.

2) Todas ellas se habían criticado entre sí.

3) El programa había tenido éxito, es decir que había que explotar lo bueno, lo que el público quería, con la consiguiente pérdida de frescura. ¿Iba a ser esta vez todo impostado?

4) Todas ellas se hicieron famosas y entre una temporada y otra tuvieron tiempo de recibir todo tipo de feedback : adiós a la inocencia.

5) ¿Por qué ricas nuevas? ¡Queremos ver más a Nannis y menos a Romanov! ¿Y las Collado? ¿Cómo podremos vivir sin ellas?

Bien, cada uno de estos puntos ha sido rebatido. Todo en esta segunda temporada ha sido perfecto. Y aunque parezca mentira, los off the reccord se multiplicaron y fueron maravillosos.

Verónica

Verónica Pucci es una peruana de 40 casada con un millonario octogenario. Por amor, claro que sí. El hombre es como Eduard Punset pero en italiano y en mucho más anciano.

Verónica no entiende de tallas, todo se lo compra pequeño, tiene el pelo naranja porque todavía no se inventó ningún decolorante que haga milagros y lo peor es que no combina con el intenso marrón de su piel por culpa de un maquillaje cuatro tonos más alto de lo permitido.

Verónica se dedica a comprar. Compra electrodomésticos para cambiar una cocina que al final nunca cambia y caballos que nunca monta. Es una de esas mujeres ricas que una tiene ganas de abofetear y llevarla de compras por Ortega y Gasset. Aunque lo bueno que tiene Verónica es que su personalidad está muy definida, cree demasiado en sí misma y seguramente diría que un Chanel es demasiado aburrido para ella. Ella solo podría usar vestidos de Versace blancos.

Su paso por el programa seguramente habría pasado desapercibido si no fuera por él:


Se llama Víctor, es el chófer peruano y ya tiene grupo de fans en Facebook. Tanto le saca a los perros como le prepara los canapés para la fiesta. Ella a cambio de tanta entrega le regala de vez en cuando electrodomésticos nuevos perdidos en el trastero. Víctor es lo mejor que nos ha dado el programa pero lo demás no se queda atrás.

Natasha

Al principio fui reticente. ¿Una rusa muy sosa enseñándonos la opulencia de su hogar? ¿Dónde estaba la gracia? Ésta es rica de verdad, educada, guapísima. Nada que objetar. Me aburro.

Pero ésta fue la historia que más me cautivó, la única historia con giros, con personajes que evolucionan y ojo, sentimientos reales.

Natasha pertenece a la dinastía Romanov, vive sola con sus hijos en Marbella aunque está casada con un millonario ruso que no le hace ni caso. Como Natasha no tiene nada que hacer ha decidido ser cantante y ha contratado a Pedro Rilo, un productor musical para que le preste una canción y se la produzca con videoclip y todo.

Natasha ya dejó claro desde el primer programa que su relación con su marido era más de amistad que de amor y esto lo dijo en un vídeo colgado en internet que su marido puede ver cuando quiera: "He pensado en separarme pero no lo hago por mis hijos". Pero en los vídeos el marido no sólo puede ver lo que ella dice (que con suerte no entiende nada), sino ver lo que ella hace con su productor y la manera en que lo mira. Pedro y Natasha cantan canciones de amor en los atardeceres de Marbella. Cuando ella cumplió 40 se compró una Harley que no puede conducir porque no tiene carnet y se puso un tatuaje en el hombro emulando al de Melanie que pone "Pedro".

Yo sólo espero que haya una tercera temporada para ver qué pasa con esta pareja. Y la verdad es que mentiría si dijera que no me gustaría ver al marido ruso de vuelta a casa reivindicando su posición y cargándose al productor, pero que se de prisa, no vaya a ser que se lo cargue antes el hijo con complejo de Edipo de Natasha.

Natasha lo dejó claro, quiere una segunda vida llena de amor. Y de besos. Y esas son las cosas que nos encantan. Sabemos que el dinero no lo puede todo ¡¿De qué te sirve ser rica si estás atada a un hombre al que no amas?! Y luego es cuando caemos... Los pobres también tenemos estos problemas pero no los recursos necesarios para comprarnos una Harley cuando nos sentimos ploff.

Nannis

Mariana es mi ojito derecho pero no estoy muy contenta con algunos de sus comportamientos. Entiendo y disfruto de su anarquía, me gusta que sea una mujer rica que se ríe de lo que es, que gasta el dinero como le apetece y sin querer demostrarse ni demostrarle a nadie nada.

Admiro su amor y su locura por los animales. Me encanta que se haya casado enamorada y siga enamorada de su marido y que sea rica de casualidad. Pero hay cosas que no pueden ser.

Mariana Nannis: vale, eres sincera, pero no puedes en un restaurante burlarte de los mariachis delante de todo el mundo. Ya es tarde para enseñarte educación pero si has aprendido a vestirte también puedes aprender a hacer las cosas bien. Simplemente hay que ceder en algún momento. No se puede ser tan antisocial. Hay una patología muy extraña ahí. Ese amor por los animales/ odio por los humanos no es sano.

Pero esta vez la verdadera protagonista del clan fue Charlotte. Su evolución ha sido certera e impercetible. Se ha vuelto rubia, conduce y piensa tener un chihuahua. Su madre aprovecha los caprichos de su hija para gastar en forma de venganza el dinero de su marido. Mariana se burla de ella y no sólo no le importa que se vista como una puta sino que la alienta. Aquí no entro si esto es patológico o no, pero lo que sé es que divertido es un rato. No concibo la vida sin Charlotte Caniggia, devuélvanmela por Dios.


Olivia

Reconozco que me aburría mucho en la temporada anterior. Pero en ésta ha cambiado radicalmente, claro que todo empezó a cobrar sentido cuando descubrimos cómo preparaba minuciosamente las poses, las entradas y los chascarrillos hasta que salían perfectos.

Olivia Valere te pone los pelos de punta cada vez que sonríe. Nunca estuvo tan justificado un destello en los dientes. Quiero tomar el té con ella todas las tardes mientras huelo su ramo de lilliums blancos. Y ya. Un ratito nada más, que es muy cansina.

Mar

Me encantaría saber cómo es la Mar real. No lo sabremos nunca. Pero la verdad se vislumbra a cuentagotas cada vez que la cámara sigue grabando y ella no es consciente. Después de una cita con los fans entre toma y toma se la oyó decir: "No me acuerdo de nada de lo que dijeron".

Me encanta Mar. Nunca sería su amiga pero la adoro. Estaría mirándola 24 horas, quiero espiarla mientras toma el aperitivo, mientras viaja en tren y mientras se compra un bolso.

Mar piensa que el descubrimiento de América fue en 1942 y cuenta que ama profundamente al soso de su marido. Cuando cree que la cámara no la ve lo que dice es otra cosa "Deberían obligar por ley a que cambiáramos de pareja cada cuatro años". Luego en casa, cuando Gabriel y ella estén viendo el programa frente a la tele, ella explicará que eso está sacado de contexto y terminará de rematar la reconciliación en la cama, claro que no antes de beberse un par de vodkas para poder sobrellevarlo.

Mar es una nueva rica con todo lo malo y todo lo bueno. Lo malo es su incultura y su poco saber estar ¿Lo bueno? Su capacidad para disfrutar de todo lo que te da ser rica sabiendo lo que es no serlo en absoluto.

Mar Segura es un icono. No sé si algún día será capaz de salir en la tele sin hacer un papel. Tampoco estoy segura de si la disfrutaríamos tanto si fuera transparente.

Las collado

Podíamos vivir sin ellas, definitivamente.