29 mayo 2009

UCO

UCO es una serie magnífica. Pero sé que no me van a creer porque hace pocas semanas dije que el primer capítulo de La chica de ayer era estupendo y la serie resultó ser un coñazo que no hay quien lo aguante. Esperemos que UCO sea la excepción, que no se desinfle como todo lo que en este país empieza bien.

UCO (Unidad Central Operativa) no es Desparecida. Lo único que tienen en común es un par de personajes. Yo siempre dije que Desparecida era lo que era gracias a la presencia de Miguel Angel Solá, un hombre capaz de emocionar hasta leyendo las páginas amarillas.

La nueva serie de TVE es mucho más sofisticada que su original y gracias a dios no tiene nada que ver con aquel primer piloto dividido en dos tediosos capítulos que giraban alrededor del robo a un banco. No sé quién pensó que aquello no cuajaba pero tomó la decisión correcta. Ahora ya no estamos ante una serie de continuidad, sino que cada capítulo es independiente. Seguramente todos tengan que ver con desapariciones. Aquí hay más tecnología, todo es más limpio y luminoso, la cosa parece más seria. Pero por suerte no hay largos y artificiales discursos sobre pruebas químicas ni informes forenses. Lo más importante de esta serie es la naturalidad en diálogos y actuaciones. Todos los cambios son estupendos y responden a lo esencial: La creación de unos personajes a prueba de bombas que sostienen la serie, pase lo que pase, al margen de las tramas.




En este primer capítulo el argumento estaba bastante bien. La historia va de una chica que se había fugado de casa de sus padres al cumplir los 18 años, y que un año después y con una hija, intenta volver pero de pronto desaparece. El único problema es que durante el capítulo no se crea ninguna línea de investigación falsa que nos haga desviarnos de la verdad, así que la cosa se vuelve algo previsible. Esperemos que tengan el tiempo y las ganas de hacer tramas ingeniosas y lógicas. Pero lo importante aquí es otra cosa.

Estamos en la élite de la Guardia Civil. El teniente Sierra asciende a capitán, cambia de destino y le asignan un equipo completamente nuevo, un equipo acostumbrado a lo práctico y que no acepta el estilo particular de un hombre que se involucra demasiado y que más que pruebas se guía por el instinto. En su equipo hay demasiada gente sí, pero todos son diferentes e interesantes. Me encanta Bassave. Sancho Gracia como siempre está estupendo. Y me parece maravilloso que la chica sea Ana Torrent. No se me ocurre mejor pareja para Solá. Sin embargo, me gustaría mucho que alguien le diga a Esther Ortega que puede y debe dejar de arrugar la nariz y hasta reirse. Necesitamos ya un giro en el personaje para crear una tensión sexual que todo el mundo quiere ver pero que tal como están las cosas es inexistente. ¿Por qué le hacen poner esas caras de cabreo constante? Con el talento que tiene esta chica... Basta ya.

La serie lo tiene todo para enganchar. Parejas de todas las edades, jóvenes, adultos, adolescentes guapísimos (Esmeralda Moya está en todas partes, pero no nos molesta para nada). Esperemos que lo aprovechen con inteligencia y ganas. Esta serie lo merece.

¿Que puede profundizar más? ¿Jugar con los subtextos? ¿Emocionar? ¿Sorprender? Pues sí, claro, pero con esto tenemos. La base está y la cosa funciona. Uno se queda pegado a la pantalla porque lo que pasa importa y la historia va hacia adelante. De pocas series españolas se puede decir eso.

Se me ocurre que su único problema puede ser compartir día y hora con la nueva temporada de Los hombres de Paco que tiene una pinta increíble, con un Asier Extandía que parece el malo de una peli de Tony Scott. ¿Por qué cuando hay dos series buenas las echan a la vez?

26 mayo 2009

Mujeres desesperadas, season finale

Esta entrada contiene spoilers

La quinta temporada de Desperate Housewives ha sido estupenda pero rara. Primero por la presencia del episodio 100 que no tenía nada que ver con la trama principal. Un episodio que contaba con la aparición especial de Beau Bridges para repasar la vida de estas mujeres, incluída Mary Alice. El episodio fue muy emotivo, pero estábamos todos deseando saber qué iba a pasar con Dave y su eterna venganza, así que tampoco tiramos demasiados cohetes. Lo mismo sucedió con el episodio dedicado a Edie Britt. Sin embargo éste sí que fue un coñazo. Nunca debió existir.

La verdad que es fantástico comprobar cómo es el proceso creativo de una serie como ésta. Después de cuatro temporadas llenas de misterios, algunos mucho más eficaces que otros, la manera de reconducir la serie sin que supiera a refrito, era resetear y empezar 5 años después. Porque el misterio tenía que consistir en ahondar en el pasado de alguna de nuestras protagonistas, y para eso teníamos que crear ese pasado. La trama de misterio de esta temporada fue la mejor junto con la de la primera. Y nada de esto habría sido posible sin un tipo con el carisma de Neil McDonough.


El episodio final tuvo la estructura de casi todos. El misterio llega a su fin y varios frentes corren a evitar la catástrofe. Nada que no hayamos visto antes, cementerios, persecuciones, la pareja de solteronas graciosas investigando por su cuenta. Esta vez sin embargo será Mark quien deshaga el entuerto y todo volverá al punto de partida. Al cruce de caminos donde todo empezó.

El final de la quinta vuelve al origen. Porque todo tiene que cambiar para que todo siga igual. Gaby tiene dinero y un marido que nunca está, Lynette está embarazada, Bree tiene un matrimonio infeliz y Susan... bueno, Susan quizás sea nuestra última esperanza.

Desde luego lo más llamativo de esta temporada ha sido la metamorfosis de Gabrielle Solís y esas dos pedazos de actrices que hacen de sus hijas. A mí me hace mucha gracia comprobar cómo Eva Longoria es capaz de reirse de sí misma. En el capítulo de la fiesta deja claro que todos los rumores referentes a su belleza real se la traen al fresco.

Esta temporada ha sido la más superficial, todas las tramas eran inocentonas y graciosas. No ha habido ningún episodio como aquéllos de finales de la tercera con Lynette replanteándose su vida. Pero sin embargo cada una tenía su espacio, incluso Edie. Más que nunca Edie. Quizás ésta no fue la mejor temporada para Bree Van de Camp, pero es posible que en la sexta reviva, que su trama promete.



Se que va a ser difícil plantearse un nuevo misterio, este tipo de series son cíclicas, igual que Verónica Mars, es imposible que en las vidas de estas mujeres ocurra siempre un incidente terrible relacionado con la muerte. Y por desgracia esa es la marca de la casa, es más, cuando no hay un arco argumental inquietante el interés se pierde. A no ser claro que alguien de pronto tenga una enfermedad terminal pero esa carta ya la han usado.

Ha sido un gran paso este salto temporal. La serie sigue dando todo aquello que prometió. Nunca habrá una temporada como la primera, eso es cierto, pero cuando los personajes son perfectos, uno está dispuesto a mantenerlos en sus vidas los años que haga falta. Y para qué vamos a engañarnos, siempre ayuda contar con cliffhangers cardíacos que nos hagan volver.

22 mayo 2009

Glee

Yo a una serie teen le pido que hable un idioma real, que sus personajes tengan blogs, páginas en Myspace y que utilicen Facebook. Si encima cantan y bailan, yo qué quieren que les diga... soy feliz.

Glee es una apuesta arriesgada de Fox, es una serie musical de una hora diseñada nada menos que por Ryan Murphy, creador de Nip/Tuck. Ayer se estrenó en USA el piloto, la serie comienza a emitirse en otoño.

Déjenme comparar que me gusta mucho... No sorprendo a nadie si digo que Glee podría ser una mezcla entre High School Musical y Freaks and Geeks. La relación con la primera es bastante obvia sí, porque es un musical, pero en Glee no se ponen a cantar a lo loco en medio de la pista de Baloncesto, no, aquí se canta por una razón concreta y lógica, porque hay un club de canto. Y claro, es bastante normal que los que se apunten al club sean los nerds, y ahí es donde viene la referencia a la serie de Apatow ¿No es maravilloso? Un Freaks & Geeks con números musicales ¿Has hecho esta serie para mí Ryan Murphy?

Lo de los números musicales sé que a primera vista puede asustar, sé de muchos hombres que estarán ahora mismo cogiéndose la cabeza y deseando que su novia nunca encuentre esta entrada en Google, pero cuidado, porque las canciones son maravillosas. Hay un número que te deja con la boca abierta nada menos que con el Rehab de Amy Winehouse.

Pero la serie es toda una sorpresa musicalmente hablando, tiene una banda sonora fantástica y no solo durante los números musicales. De pronto suena a capella el Claro de luna de Beethoven en medio de un entrenamiento de football. Los puristas por favor, dejen también de cogerse la cabeza. Y el montaje... qué maravilla.



Los actores son todos desconocidos, con excepción de algunas chicas muy televisivas. Tengo que nombrar a mi adorada Jane Lynch, que es una de las actrices cómicas más increíbles que he visto nunca.

La serie va sobre las peripecias que tendrá que vivir este equipo de Glee (coros de más de tres voces) para meterse en el campeonato nacional. Pero no nos engañemos, esto va a ir sobre chicos y chicas, sobre lo que hace la empollona para ligarse al quaterback. Pero hay un punto de vista diferente. El piloto al principio sigue una narración normal, pero de pronto empiezan las voces en off, y no es una sino varias, la serie se posiciona como una serie coral. Sin embargo, el eje de todo esto es el profesor del club de canto. Un hombre que no parece feliz y que de pronto se ve involucrado en una aventura que le hará replantearse su vida. No sé el camino que tomará la serie, pero el piloto habla del miedo a madurar, de los sueños que se quedaron en el camino y coloca al instituto como ese lugar donde todo es posible, porque la vida todavía no ha empezado.

¡Estoy deseando ver el capítulo del baile de primavera! Y sí, claro que hay una cheerleader rubia y preciosa y un quaterback guapo sí, pero esos no son tópicos, se llama realidad. Pero ¿saben qué? nuestra prota es insoportable. Canta estupendamente, es mona, empollona, pero es homófoba y chivata. Ah y sus padres son gays. Ryan Murphy chicos... No me digan que no les encanta.


21 mayo 2009

Olvídate de Murcia

Hace un par de semanas estaba en Murcia entregada en cuerpo y alma a reescribir, grabar, editar y estrenar un corto sin recursos ni más ayudantes que un cámara en tan solo 5 días. Ha sido una experiencia loquísima, inspiradora y sobrecogedora. Entiendan que después de aquello tardara tanto en regresar a la vida real.

Durante mi periplo murciano se estrenó Star trek, esa película de JJ Abrams que algunos dicen que es entretenida. Yo me dormí, pero déjenme que les cuente por qué.

Como yo estaba en Murcia me perdí el estreno, así que cuando volví todo el mundo la había visto. Me llegaron comentarios un poco raros. "A fulanito no le gustó porque el prota es feo". Le pregunté a fulanito que qué significaban esos comentarios y me aseguró que eran ciertos "Pero que no es que el prota sea feo, es que es un guapo a medio hacer". Pensé, dios mío ¿Cómo puede alguien juzgar una película por la belleza de su protagonista?

Diez días después del estreno fui a verla. Me encantó el principio, esas persecuciones en Iowa, ese Kirk niño! Y esos polis motorizados ¡¡esto promete tanto!! Pero entonces apareció Zoe Saldana y supe que ese engendro con el que hablaba tenía que ser el capitán Kirk. Entonces me acordé de las palabras de fulanito, cuánta razón tenía ¡un guapo a medio hacer y qué molesto era!.

Yo no digo que Chris Pine sea feo. No, no lo es para nada. No puede serlo porque cada parte de su cara está hecha a base de copiar partes perfectas de hombres guapos. Su nariz, su boca, su mentón, sus pómulos, todo está estratégicamente colocado para crear al hombre perfecto. Sin embargo el resultado no lo es para nada.


clones

Yo creo que es difícil que una peli no te guste porque no te guste su actor. Yo adoro "El intercambio" y eso que detesto a Angelina Jolie. Lo que pasa con Star trek es que no puedes ver la película. Porque todo el tiempo estás pensando en como será la cara de Chris Pine de verdad, o en qué llevó a JJ Abrams a elegirlo a él, pero lo peor es que estás toda la película preguntándote que a quién se parece y cuando consigues descubrirlo pasas a plantearte por qué no habrán llamado al original, que encima es más guapo y mejor actor. Así que cuando explota el planeta tú no estás a lo que tienes que estar y la trama no existe.

La cosa es que no necesitamos un guapo. William Shatner no lo era especialmente, aunque sí un rato sexy. Lo que no toleramos es el intento desesperado por la belleza. Porque cuando se busca, los resultados son devastadores.

Igualmente yo creo que la película era un poco loca. Yo es verdad que tenía sueño pero... eso de Spock en el planeta nevado era como muy ridículo ¿eh?